miércoles, 21 de noviembre de 2007

La cueva de una leyenda

Arqueólogos italianos creen que han hallado la cueva donde, de acuerdo a la leyenda, una loba amamantó a Rómulo y Remo
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ROMA.- La leyenda se hizo realidad. La gruta donde se cree que los famosos Rómulo y Remo, los gemelos fundadores de Roma, fueron amamantados por una loba, uno de los sitios mitológicos más célebres de la historia de la ciudad eterna, ha sido encontrado. Según anunció ayer con bombos y platillos Francesco Rutelli, ministro de Bienes Culturales de Italia, el denominado “Lupercale”, buscado durante siglos por los arqueólogos, fue hallado en una zona nunca antes explorada de la colina del Palatino, cerca de los muros de la Casa del emperador Augusto, a 16 metros de profundidad. “Italia y Roma nunca dejan de sorprender al mundo con continuos descubrimientos arqueológicos y artísticos y es increíble pensar que haya sido hallado un lugar mitológico, que hoy finalmente se ha vuelto realidad”, destacó Rutelli en una conferencia de prensa. El ex alcalde de Roma detalló que la gruta, en parte natural y en parte artificial, fue detectada hace un par de años entre el Templo de Apolo y la Iglesia de Santa Anastasia. Pero fue sólo en agosto último que, gracias a una sonda que bajó a las entrañas del Palatino, logró entenderse que se trataba del buscadísimo sitio mitológico de la fundación de Roma. Dotada de una microcámara y, posteriormente, de un scanner con láser, la sonda hizo posible descubrir un verdadero tesoro: una gruta-santuario de 9 metros de altura y 7,5 de diámetro, con una cúpula decorada con sugestivos mosaicos policromos en mármol, en cuyo centro aparece una gran águila blanca de Augusto. “Las imágenes obtenidas por la sonda podrían razonablemente testimoniar el sitio más célebre del mito de la historia de Roma, es decir, el ‘Lupercale’, donde la loba amamantó a los gemelos Rómulo y Remo”, dijo Rutelli en tono triunfal. “Había sido buscado por siglos, y ahora está ante los ojos de todo”, agregó, emocionadísimo. Como el supuesto sitio donde la loba amamantó a Rómulo y Remo desde siempre fue un lugar altamente simbólico de la historia de Roma, el emperador Augusto (63 a.C.-14 d.C.) habría querido construir allí su magnífica residencia, que después transformó en un lugar de culto. Según explicó el arqueólogo Andrea Carandini este culto seguía vivo en el siglo V, cuando el Papa Gelosio debió intervenir personalmente para prohibirle a los romanos correr alrededor del Palatino, “la colina sagrada”, azotando a las mujeres para que fueran fértiles, un ritual relacionado justamente con el “Lupercale”. Según la leyenda, los gemelos Rómulo y Remo, nacidos de Marte y Rea Silvia, al ser perseguidos por el tío Amulio fueron puestos en una canasta y confiados a las aguas del río Tíber, el mayor de Italia, que nace en el Apenino, recorre parte de las regiones de la Toscana, Umbria y Lacio, y atraviesa Roma antes de llegar al mar. Tras ser salvados por una loba, que los amamantó, y críados por un pastor llamado Faustolo, reconquistaron el trono de Albalonga para el abuelo Numitore, y fundaron Roma sobre el Palatino. Rómulo mató más tarde Remo porque lo había desafiado cruzando el límite sagrado de la ciudad, que había trazado con el arado, y pobló Roma con el famoso rapto de las sabinas. Hasta ahora, nadie pudo entrar en la gruta-santuario de Rómulo y Remo porque sigue estando llena de tierra, explicaron ayer sus descubridores, que adelantaron que no será nada fácil avanzar en el respectivo trabajo arqueológico. “Habrá que actuar con muchísimo cuidado porque existe el riesgo de dañar la estructura de la gruta”, explicó el jefe de arqueólogos, Angelo Bottini. “La gruta está al mismo nivel del Circo Máximo, y fue incluída en un complejo de estucturas que la han respetado y decorado según la moda de la época”, agregó Bottini, que puntualizó que la excavación que se hará en breve será compleja. “Comenzaremos desde arriba, yendo hacia abajo”, detalló Bottini. A través de la excavación, que tendrá lugar en una zona de aproximadamente 700 metros cuadrados, el equipo de arqueólogos espera verificar las conexiones entre el “Lupercale” y el Templo de la Casa de Augusto, que tenía la entrada monumental en la misma zona de la colina del Palatino. Si bien hará falta tiempo para que el público pueda contemplar la gruta de Rómulo y Remo, un mito hecho realidad, Rutelli consoló al público anunciando que a principios de 2008 la gente podrá ver las ruinas de la Casa de Augusto, el primer emperador romano. El alcalde de Roma, Walter Veltroni, felicitó al ministerio de Bienes Culturales y al equipo de arqueólogos que llevó a cabo el gran descubrimiento. “Estamos ante un evento científico de gran importancia”, aseguró Veltroni, que se manifestó convencido de que “la identificación de la gruta donde, según la leyenda, Rómulo y Remo fueron amamantados por la loba, es la demostración de que nuestra ciudad aún preserva muchos tesoros”.
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por Por Elisabetta Piqué
(corresponsal de La Nación, en Italia)