martes, 1 de abril de 2008

Nuevos libros "oficiales" de Lacan.

La editorial Seuil de París ha anunciado para el 10 de abril, la aparición de dos nuevos libros de Jacques Lacan. El primero se trata del Seminario XIX (1971-1972), titulado "... ou pire". El segundo libro, de los pequeñitos de la colección "Paradojas" se titula "Je parle aux murs" ("Hablo a las paredes") y recoge la mitad de las conferencias que Lacan dictara en Saint-Anne y que nosotros conocemos como el Seminario de "El saber del psicoanalista". Aparentemente, la otra mitad de las conferencias están incluidas a modo de anexo en el Seminario XIX.
En la publicación de Seuil no aparecen aún las imágenes de tapa de los libros. Sin embargo, como sí aparecen los textos de contratapa (que supongo están redactados por JAM), los traduzco a continuación.
Saludos
PP.



JACQUES LACAN
Le Séminaire. Livre XIX
... ou pire (1971-1972)
Aparece el 10 de abril. 252 páginas. 21 €.

El Seminario XIX forma un dúo con el anterior: la misma formalización para estructurar la misma proporción sexual que no existe en la especie humana. De hecho, los hombres y las mujeres son como dos razas distintas, y cada una tiene su modo de gozar y su forma de amar. Del lado femenino no hay límite: el infinito está allí. Del lado hombre, hay allí, siempre, al menos uno que dice que no: funciona una excepción a partir de la cual existe, correlativamente, un todo. Hay “todos los hombres”, el reino de lo universal, el universo de la regla, el respeto de la ley, la solidaridad de todos los iguales, la reverencia ante el jefe (que no está castrado), la puesta en orden mediante rangos, la armada, “no quiero ver sino una sola cabeza”, el uniforme y la uniformidad, la burocracia, tedio, obsesión, “soy amo de mí como del universo”, depresión... Del lado femenino, el divino “no-todo”: no hay “todas las mujeres”, ellas se toman una por una, ellas se enumeran, mille e tre, cada una es Otro, ninguna es toda, todas están locas (no respetan nada), no locas del todo (no obnubiladas por los semblantes), el Eterno femenino no atrae en absoluto hacia arriba, sino las adhiere aquí abajo, al servicio de su goce, insituable, insaciable...



JACQUES LACAN
Je parle aux murs (Hablo a las paredes)
Aparece el 10 de abril. 128 páginas. 12 €.

Esos muros son los de la capilla de Sainte-Anne. Invitado a pronunciar unas conferencias, Lacan, con 70 años, reencuentra allí su juventud de interno en psiquiatría. Se divierte, improvisa, se deja llevar. Hablará del saber, anuncia, y la intención es polémica: los mejores de sus alumnos, ellos, cautivados por la idea de que el análisis genera el vacío, han levantado la bandera del no-saber que tomaron prestada de Georges Bataille. No, dice Lacan, el psicoanálisis procede del saber, de un saber supuesto, superiormente organizado, que es el inconsciente. No se accede allí, sino por dos vías: en principio, la verdad (el analizante se esfuerza por decir todo lo que se le pasa por la cabeza), luego, el goce (el analista interpreta siempre los dichos del analizante en términos de libido). Otras dos vías les cortan el acceso: la ignorancia (consagrarse a ella con pasión, es siempre consolidar al saber establecido), y el poder (pasión del poder, de donde surge el desconocimiento de lo que sólo revela el acto fallido). Lo más precioso de lo que el psicoanálisis enseña, es la impotencia. Lección de sabiduría para una época, la nuestra, que ve a la burocracia, en brazos de la ciencia, soñar con cambiar al hombre en lo que este tiene de más profundo, ya sea mediante la propaganda (las campañas anti-tristeza), la manipulación directa del cerebro (NeuroSpin), o la bio-tecnología.