martes, 31 de mayo de 2011

Donald Winnicott. "Variedades clínicas de la transferencia" (1956)

Leído ante el XIX Congreso Psicoanalítico Internacional, Ginebra. 1955.
Publicado en el Int. J. Psycho-Anal., vol. XXXVII, pág. 386, 1956.

Título original: On transference.
Citado por Lacan en Autres écrits, Seuil, p. 275

Descargalo haciendo clic aquí

lunes, 30 de mayo de 2011

Michel Pastoureau. "Noir. Histoire d'une coleur" (Seuil-Points, 2011)


Color de las tinieblas, de la muerte y del infierno, el negro no ha sido siempre un color negativo. A lo largo de su larga historia, también fue asociado a la fertilidad, a la dignidad, a la autoridad... Y luego de algunos decenios encarnó la elegancia y la modernidad.
Del negro de los monjes y de los piratas, al negro de los pintores y los costureros, Michel Pastoureau vuelve a trazar el destino europeo y el valor simbólico ambivalente de este color que no es como los otros. Con claridad y precisión, se dedica a cernir su lugar en los hechos de la lengua, las prácticas sociales (tinturas, vestimentas y vida cotidiana), la creación artística y el mundo de los símbolos...
Tenemos ya en español la Historia de los Colores y Azul. Ahora, en francés, está el Negro que pronto esperamos tener también volcado a nuestra lengua...

UNLP - Jornada de Victimología - 11 de junio de 2011

JORNADA DE VICTIMOLOGIA
"Problemáticas Victimológicas: Debates Actuales desde una Perspectiva de Derechos Humanos"

PRIMERA CIRCULAR
El Seminario de Victimología de la Facultad de Psicología de la UNLP invita a Ud. a participar de este evento, a realizarse el día 11 de Junio de 2011, a partir de las 9 hs. en la Facultad de Psicología, sita en calle 48 entre 6 y 7. La Jornada de Victimología constituye una oportunidad para intercambiar y profundizar conocimientos sobre el campo victimológico. Se contará para ello con la participación de profesionales de larga trayectoria en la temática. La entrada es libre y gratuita. Se extenderán certificados. Para inscribirse a la Jornada enviar a la casilla de correo electrónico inscripcionjornadavictimologia@gmail.com los siguientes datos personales: nombre y apellido, carrera u ocupación, institución de referencia.
Esperamos contar con su presencia.

Cordialmente,

Lic. Xavier Oñativia
MP 51523
Prof. Adj. Seminario de Victimología
Coordinador Comité Organizador de la Jornada

domingo, 29 de mayo de 2011

El video del domingo. Nacho Vegas. "La gran broma final"



El gran Nacho ha vuelto, coño!
Dedicado a los que se están bancando la gran broma final en España...

sábado, 28 de mayo de 2011

AA.VV. "La intimidad (un problema del psicoanálisis)". Psicolibro ediciones, 2011

Autores: P.Sibilia, O. Sotolano, M. Rizan, S. Toporosi, R. Espinosa, M. Koremblit, M. Lewcowicz, A. Granica, E. Müller, Y. Franco.- Colección Colegio de Psicoanalistas --

Hasta la introducción del mundo digital en la vida cotidiana, hasta que el formato televisivo del reality-show deviniera un modelo a imitar, la intimidad parecía tener un espacio claro y preciso. Remitía a lo interior, a lo secreto, a lo privado sin que pareciese necesaria ninguna delimitación conceptual entre estos términos. Decir que algo era íntimo, privado o secreto eran todos recursos del lenguaje para aludir a aquello interior que debía quedar oculto a la mirada de los otros. Pero desde la incorporación de la tecnología digital a la vida cotidiana, desde que los jóvenes exhiben los “secretos” de su cuerpo, de sus amores, de sus banalidades en Internet, desde que lo tradicionalmente privado ha devenido público, esos términos exigen precisiones. Este libro asume que para el psicoanálisis esa cuestión implica una obligación y un desafío. En sus páginas, un grupo de psicoanalistas y pensadores de otras disciplinas se abocan a esa tarea, sosteniendo un diálogo transdisciplinario. Así la antropología, el campo jurídico, la literatura dialogan con el psicoanálisis, tanto desde la perspectiva de su clínica como la de su incidencia social, para tratar de delimitar un territorio tan problemático y actual como es el de la intimidad

miércoles, 25 de mayo de 2011

Marta Goldenberg. "Eso que es más fuerte que yo. Escritos de psicoanálisis de la orientación lacaniana" (Grama, 2011)



"…el psicoanálisis, en la vía de Freud y de Lacan, enseña que ese núcleo, hecho de padecimiento pero también de goce, es el carozo del síntoma que aqueja a todo ser hablante. Así, no hay –estrictamente hablando– sujeto sin síntoma. Dicho de otro modo, no existe un sujeto totalmente transparente a sí mismo (ideal de la conciencia de sí autorreflexiva) que carezca de esa opacidad inherente al ser hablante que llamamos síntoma. En esta línea (…), este libro de Marta Goldenberg reúne veinte artículos que, desde diversos ángulos y acentos, se orientan a partir de la instancia central del síntoma.

Como ella misma lo señala: ‘¿Cuál sería nuestra brújula sino el síntoma? El síntoma es lo que permanece, el sentido varía’. (…)Pero además, en estas páginas también se sugiere que en dicho giro, se produjo algo que muestra cómo –a diferencia del escorpión de la fábula que no puede dejar de comportarse según su naturaleza, como si no tuviera elección- para un ser hablante que apueste decididamente a la aventura que es un psicoanálisis es posible llegar a tener con "eso que es mas fuerte que yo" otro tipo de lazo.

Un lazo esclarecido con el síntoma a partir de –la misma autora lo dice– lograr alterar el funcionamiento sintomático, separando al sujeto de la satisfacción que va hacia lo peor y haciendo perder –vía el deseo– la cresta de goce mortificante del síntoma para poder hacer de la vida algo más vivible. Y eso, de lo cual Marta Goldenberg –de manera sutil, austera y no por eso menos conmovedora– da cuenta en el último texto de esta recopilación, es precisamente del orden de una elección, una elección por la vida".


Del Prólogo de Leonardo Gorostiza

martes, 24 de mayo de 2011

Michelle Perrot. "Historia de las alcobas" (Siruela, 2011)

Cuando visitamos un colegio, un hotel, un cuartel, un convento o un hospital, e incluso cuando estamos en nuestra propia casa, encontramos natural el hecho de que haya habitaciones (alcobas, cámaras, estancias, gabinetes, tocadores...). Sin embargo, ¿sabemos cuál es el origen y la historia de un lugar tan frecuentado por todos?
Este ensayo, que da comienzo de una forma majestuosa en la cámara de Luis XIV, nos lleva desde la Antigüedad a nuestros días y desde la habitación de los niños o de las jovencitas hasta la angosta realidad de las celdas, pasando por el dormitorio de una dama, el harén oriental, la alcoba de una doncella o el pequeño salón de recibir de la cortesana más refinada...
Por sus páginas fluyen sutilmente la mística (y a veces el erotismo) de los conventos para muchachas, el imaginario de los cuentos infantiles y sus maravillosas camas con dosel, el exquisito trastorno de los sentidos al entrar en una alcoba con el ser amado...

lunes, 23 de mayo de 2011

Alicia Lowenstein. "Controversias acerca de la fobia" (Letra Viva, 2011)

Al modo freudiano, la autora avanza usando su producción como herramienta de trabajo, usando como soportes e interlocutores, para armar el recorrido conceptual, a filósofos y lógicos en los que queda clara la discontinuidad como modo de pensamiento. No hay continuidad entre Freud y Lacan. No hay continuidad ni progreso entre las distintas concepciones de la fobia. Irreductible, es la introducción de un límite, de lo que perturba la regularidad del dispositivo transferencial, de las reglas establecidas, la fobia precipita el fracaso de toda clínica que no incluya que el sujeto no está anudado en el fantasma y que el acento económico del goce no está en las formaciones del inconsciente. Lo que plantea no es sólo un compromiso de lectura sino un modo de operar, que centrado en ese impasse de la clínica, delimita un campo donde es necesario desposeerse de creencias y nociones comunes. ¿Qué leemos? Un trabajo sobre la fobia y sobre la propia posición del analista, una caída de las ilusiones. No se puede interpretar el discurso en una fobia. Entonces ¿cómo operar?, ¿cómo interrogar esa posición subjetiva que no es equivalente a las otras dos neurosis? Aparece una particular manera de interrogar una clínica, la de la fobia, porque no sólo es tomada por las relaciones que tiene con el resto de la teoría analítica, sino que, desde las vicisitudes del analista con la fobia, se ve cómo se produce su práctica. ¿Dónde se sostiene en la fobia el deseo? ¿Por qué la fobia no es un nombre más del fantasma? ¿Cómo participa del goce? Preguntas de la clínica que sumadas a las propias preguntas de la autora modifican la problemática teórica incluyendo los giros propios. Frente a la caída de los relatos y frente a la inconsistencia de las escenas, Alicia duplica la apuesta: se trata de otra clínica.

Fragmentos del prólogo de Jorge Kahanoff

sábado, 21 de mayo de 2011

Los lunes del Farp. Espacio Escuela. Juan Ventoso. "Nota sobre el pase y el deseo de saber"

Para agrandar, hacé clic en la imagen

Daniel Paola. "Inconsciente, sentido y forclusión" (Letra Viva, 2011)

[...] "Pero supongamos que hay un más allá del fonema. Si pienso que hay forclusión de sentido podría abrirse la posibilidad de injertar dichos en un discurso donde no hubieran resonado previamente, a través de los signos que como psicoanalista leo en el analizante a la manera de un retorno de lo real". [...] "El sentido último de la identificación se descubre como un fuera del cuerpo para el injerto del dicho, eso si aceptamos que el psicoanálisis se insertó a través de Freud sin epígonos que valgan. El sujeto por sí mismo, a través del análisis, no encontraría sino el epígono ficcional que origina su semblant, o lo que es lo mismo, el sujeto por sí mismo sin la experiencia analítica no encontraría sino la falta de objeto que, en tanto inconsciencia, sostendría la falsedad de una creencia".

viernes, 20 de mayo de 2011

Norberto Rabinovich. "El inconsciente lacaniano" (Letra Viva, 2011)

Desde que comenzó su enseñanza, Lacan no se propuso ser fiel a los enunciados del fundador de psicoanálisis sino a la lógica de su enunciación. ¿Este recorrido introdujo innovaciones conceptuales en teoría freudiana? Dice Norberto Rabinovich: "Así Lacan propuso el "retorno a Freud" y en ese camino hacia las fuentes, el foco de su trabajo residió precisamente en el concepto de inconsciente. Sin embargo, cuando en el año 1964, en ocasión de iniciar su onceavo seminario anual "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis" arrojó una afirmación que, de haber sido comprendida hubiera sacudido a su auditorio. Dijo que el concepto de inconciente elaborado por Freud era otra cosa que lo que pretendía enseñar con ese nombre. Pocos años después, en Vincenns, redobló su apuesta: "El inconciente no es de Freud, es preciso que lo diga. Es de Lacan. Eso no impide que el campo sea freudiano." El autor nos invita con este libro a interrogar la multifacética y contradictoria relación Freud-Lacan y desgajar los hitos que construyen el "inconciente lacaniano". La interpretación que hace Norberto Rabinovich de la obra de Lacan posee la singularidad de atenerse a la letra y la lógica del maestro francés, y, al mismo tiempo, revela al lector una perspectiva novedosa de esa enseñanza al iluminar cortantes verdades del psicoanálisis que tienden a olvidarse.

jueves, 19 de mayo de 2011

Charles Melman. "Problemas planteados al psicoanálisis" (Paidós, 2011)

Problemas planteados al psicoanálisis, obra que integra la serie de seminarios impartidos entre 1982 y 2002 por Charles Merman, brinda un riguroso testimonio de su interés por la actualidad siempre presente en la enseñanza y, correlativamente , en la práctica de este prestigiosos psicoanalista. A partir de la consigna lacaniana de tomar el análisis en serio, ateniéndose a las consecuencias, Melman encara su seminario anual y despliega una serie de preguntas planteadas al psicoanálisis no solo por los analistas sino por la cultura y la sociedad en su conjunto. Centrándose en la cuestión de la alteridad –constante en el interés de Melman, específica de su práctica y testimonio de su fidelidad a Lacan y a Freud -, el seminario toma el inconsciente como otra escena y lo presenta como el nudo de la relación entre histeria, feminidad y cuerpo, sin perder de vista su vinculo con el lenguaje del amo y la organización social. Los diferentes aspectos de la enseñanza de Melman manifiestos en este texto se encuentran articulados por la alteridad. Así atraviesan estas páginas la importancia de atender a las problemáticas planteadas por la actualidad, la necesidad de la invención clínica, la lectura de los problemas políticos y-específicamente-el interrogante acerca de cómo hacerse cargo de la herencia lacaniana, explicación y causa de la relevancia de la publicación de esta obra en lengua española.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Jacques-Alain Miller y otros. "Cuando el Otro es malo..." (Paidós, 2011)

Cada época de la historia revela que el lazo social no siempre presenta el mismo Otro. En realidad, cada Otro de cada época tiene su peculiaridad. El Otro antiguo es distinto del Otro contemporáneo. De cada época, también y a la vez, se podrían extraer los tipos de síntoma que encarnan algo de la connotación de esta clase de Otro del que resulta alguna especificidad. En los tiempos que corren, el vínculo social, teñido de una marca de sospecha, construye un Otro no confiable. La diversidad de situaciones en que se vigila, se controla y se exige la absoluta transparencia trae consecuencias subjetivas en el modo de gozar, ya que el espacio íntimo se encuentra invadido y por lo tanto amenazado. Como resultado, aparece el Otro que acecha, hostiga, incrimina, acorrala. Cuando el Otro es malo? examina en su diversidad las distintas figuraciones y encarnaciones del Otro, tomando como paradigmática la paranoia y la relación con Otro que encarna algún mal radical. Jacques Lacan indica que la paranoia es un "pegoteo imaginario". Entonces, ¿cómo tratarlo? A las dos preguntas centrales de la clínica formuladas por Lacan, "che vuoi?" y "¿puede perderme?", Jacques-Alain Miller añade una tercera, "¿de qué goza?", ligada al horizonte del Otro malvado. La malevolencia, pues, es uno de los grandes avatares del significante. Tratar el Otro malvado supone referirse al goce mismo como no subjetivable, no dialectizable; es un goce imposible de asimilar, un exceso que el sujeto no puede reconocer, un goce con el que no se las puede arreglar. Los seis casos que se presentan en este volumen no constituyen un paradigma a priori del Otro malvado, sino que definen con absoluta rigurosidad las preguntas ¿cómo arreglárselas con la maldad de los otros?, ¿qué podría localizarse como las raíces de la maldad del Otro? y sus consecuencias. Plantean asimismo ¿qué es Un padre?, la articulación de lo simbólico y lo imaginario, la suplencia, la intencionalidad. Cada psicoanalista construye, en cada caso, las tácticas y estrategias necesarias. Jacques-Alain Miller lleva esta conversación hasta los menores detalles, y el Otro malvado podrá constituir de aquí en adelante una orientación en la fundamentación clínica para el diagnóstico diferencial más agudo.

jueves, 12 de mayo de 2011

Seminario XX, "Aún / Otra vez". Clase del 10 de abril de 1973 completa en versión de Ricardo Rodríguez Ponte

En la versión establecida del Seminario XX, la clase del 10 de abril de 1973 aparece como un complemento a la anterior, aunque lleva el título de "Posición del lingüista". Esto es debido a que quien toma la palabra en la ocasión es Jean-Claude Milner. Su trabajo se enriquece mucho en la discusión posterior con el propio Lacan y François Récanati. Esta discusión no está recogida en la versión establecida del Seminario.
Afortunadamente, nuestro amigo Ricardo Rodríguez Ponte, en un trabajo de excelencia que viene sosteniendo hace años, ha producido una versión integral en español, crítica y completa de dicha clase, que podés descargar haciendo clic aquí.

miércoles, 11 de mayo de 2011

MI hallazo de la Feria del Libro. VICTOR KLEMPERER. "LTI. La lengua del Tercer Reich. Apuntes de un filólogo" (Ed. Minúscula, Barcelona)

Reseña de Carlos Lombas

Si en tus tiempos de lector te acompaña la paciencia, el esmero y la minuciosidad, leyendo este libro, vas a necesitar, en ese ágil contexto de reposo físico, un más amplio abanico de texturas confortables, para no distraerte de este colmado texto, donde se habla de monosílabos y superlativos eficaces, que pronunciarás sin advertirlo, para comprobar su efecto en tu atrio y que habías pasado por alto, al parecerte monótonos.No es un libro de verano, pero si igual de templado y sofocante.Desde 1933 hasta 1945, clandestinamente, Victor Klemperer fue recogiendo en un diario, detalladamente, aquella combinación no de términos nuevos, sino de los más conocidos, pero que combinaban, en una pobreza retórica sin igual, toda la jerga, algunas expresiones extranjeras y miles de remilgadas siglas, para dar contenido en su ámbito lingüístico, a un estúpido propósito político totalitario.Las palabras que caían desde aquellos pulpitos nazis, tan poderosos, sometieron bajo su énfasis en las entonaciones, el libre albedrio del pueblo alemán.Nombres y adjetivos con ímpetu, que dictados en alto, protegen y subyugan; pero desde la distancia con que el filólogo compone este análisis, durante aquellos doce años de terror, desnuda la intención de la palabra en aquellos contextos del odio, que Goebbels, como conducator, manipulo hasta hacer sentir culpabilidad, por su historia, a todo una nación, creando el germen de la propaganda moderna.Signos de puntuación lanzados para atrapar sentimientos, con un entrecomillado, como le llama el autor "irónico", transformando las reglas gramaticales, para provocar un efecto más pasional que intelectual, principal propósito del duermevela de su Ministerio de Propaganda, contaminado por el uso de los superlativos.Desde estas sólidas páginas, se analizan y comparan los dictados, de regímenes que anteriormente llenaron de monosílabos todos los ámbitos públicos y privados, como el totalitarismo franquista, este descaradamente católico y nacional-futbolístico, aquel nazi-boxístico.Palabras que sufrieron abusos fueron pueblo, heroísmo, patria, tierra, raza, fanático, histórico, eterno, los términos religiosos extrapolados al lenguaje político, la magnificencia de los acontecimientos familiares, el valor de los nombres nórdicos, las runas, las abreviaturas... pasaron del papel al discurso, y se instalaron en la sangre del pueblo alemán y en la de sus fieles países satélites.Una doctrina laica, con una literatura aria, una filosofía aria, etc. de ficticios orígenes, creó un éxtasis místico que suplanto a las razones universales, dando la impunidad necesaria para matar a tantos seres humanos.Para que las memorias no se recuerden envilecidas, olvidándose de las envenenadas consignas que hicieron historia, es conveniente leer este libro, haciendo de su contenido, un marcador de las diferencias entre la propaganda política, sociológica y multipublicitaria que nos hace creer en que elegirlas y pensarlas nos llenarán de bienes y salud, y el propio criterio ideológico de nuestro pragmatismo.El director checo, afincado en París, Stan Neumann, llevo estos diarios al cine en 2004 bajo el título de La lengua no miente.

Victor Klemperer (Landsberg 1881-Dresde 1960), hijo de un rabino, hermano de un médico de prestigio y primo de Otto, el conocido director de orquesta, se doctoró en Múnich en 1914 con una tesis sobre Montesquieu. Tras combatir como voluntario en la Gran Guerra, inició su carrera académica. En 1933, a diferencia de su hermano y de su primo, no emigró de Alemania. Dos años más tarde las leyes raciales lo obligaron a dejar la cátedra de literatura francesa que ocupaba en la Universidad de Dresde. En esta ciudad vivió durante casi toda la época nazi sometido a las terribles restricciones impuestas a los judíos, aunque logró salvarse de la deportación porque estaba casado con una mujer «aria». Tras el final de la guerra decidió permanecer en Dresde, en la zona de ocupación soviética. Retomó su puesto en la universidad y en 1947 publicó LTI, ensayo basado en el abundante material sobre la lengua del Tercer Reich que recogió en sus diarios, aparecidos en Alemania en 1995, treinta y cinco años después de su muerte. (datos de editorial minúscula).

martes, 10 de mayo de 2011

Jacques Derrida. "La bestia y el soberano", Volumen II (2002-2003). Ed. Manantial

Jacques Derrida

Seminario La bestia y el soberano

Volumen II (2002 · 2003)

Edición establecida por Michel Lisse, Marie-Louise Mallet y Ginette Michaud

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Traductores: Cristina De Peretti y Delmiro Rocha | Colección Bordes

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Como se sabe, Jacques Derrida dedicó una gran parte de su vida a la enseñanza: en la Sorbona en primer lugar, después, durante unos veinte años, en la École normale supérieure de la calle Ulm y, finalmente, desde 1984 hasta su muerte, en la École des hautes études en sciences sociales, así como en distintas universidades en el mundo entero (en Estados Unidos con regularidad). A partir de 1991, en la EHSS, con el título general «Cuestiones de responsabilidad», abordó sucesivamente las cuestiones del secreto, del testimonio, de la hostilidad y la hospitalidad, del perjurio y del perdón, de la pena de muerte. Finalmente, de 2001 a 2003, impartió lo que debía ser no la conclusión pero sí la última etapa de este seminario, con el título «La bestia y el soberano».

En 2002-2003, Jacques Derrida proseguía sus investigaciones de los años anteriores en torno a la soberanía del Estado-nación así como de su fundamento onto-teológico-político, ingente reflexión referida en adelante a las grandes cuestiones de la vida animal ―la del hombre «animal político», decía Aristóteles, y la de las «bestias»― y del tratamiento, del sometimiento de la bestia por el «hombre».

Este trabajo encontró su punto de inflexión, el año siguiente, en una paciente lectura de dos textos que él mismo califica de ser «tan heterogéneos como es posible»: la obra de ficción de Daniel Defoe,Robinson Crusoe, por un lado, y el seminario impartido por Martin Heidegger en 1929-1930 (Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo-finitud-soledad) por el otro. Jacques Derrida describía en estos términos, en el Annuaire de l’EHESS 2002-2003, las principales líneas de fuerza de la reflexión que así emprendió:

Estas lecturas, tan pronto cruzadas, tan pronto paralelas, apuntaban a un núcleo común: la historia (especialmente la historia política del concepto de soberanía e inclusive, de un modo inseparable, la del hombre sobre el animal) en la Inglaterra precolonial de Defoe (con su trasfondo religioso estudiado enRobinson Crusoe) y a través de las numerosas, distintas y apasionantes lecturas de Robinson Crusoea lo largo de los siglos (Rousseau sobre todo, Kant, Marx y numerosos economistas políticos del siglo xix, pero también Joyce, V. Woolf, Lacan, Deleuze, etc.) y en la Alemania moderna de Heidegger (el comienzo de los años 1930).

Estos dos libros son asimismo libros sobre la soledad, sobre el presunto «estado de naturaleza», sobre la historia del concepto de Naturaleza (sobre todo en Heidegger) del que hemos comenzado a seguir el léxico tan esencial (con frecuencia asociado al de physis), tan poco puesto en evidencia y tan poco traducible de Walten (Gewalt, Umgewalt, Übergewaltigkeit, etc.) que inundará los textos de Heidegger a partir de 1935 y que designa una fuerza o una violencia archioriginarias, de «soberanía» ―como a veces se traduce― más allá de la ontoteología, es decir, de lo filosófico-político como tal.

lunes, 9 de mayo de 2011

Alberto Manguel. "Conversaciones con un amigo" (Ed. La Compañía, 2011)


Introducción de Claude Rouquet

Traducción de Pedro B. Rey


En 1948, cuando se anunció la proclamación del Estado de Israel, Perón quiso que Argentina nombrase a un embajador antes que ningún otro país. Alberto Manguel acababa de nacer y eligieron para el cargo a su padre, que viajó a Tel Aviv con toda la familia. Quizá haya sido un signo de lo que vendría después, una vida llena de prodigios.
Manguel no aprendió castellano hasta que volvió a Buenos Aires, a los siete años; antes, casi no tenía forma de comunicarse con sus padres. A los quince, consiguió trabajo en una librería de la que era cliente Borges, para quien se desempeñó como lector (“estaba allí para prestarle mis ojos”). En sus primeros viajes por el mundo, conoció a Roland Barthes y Severo Sarduy y hasta le vendió un cinturón a Mick Jagger. En 1971, ganó el Premio La Nación, volvió otra vez a Argentina y fue testigo de un juicio a “subversivos” durante la dictadura de Lanusse. Luego de vivir en Italia, Francia, Inglaterra y Tahití, pasó diez años en Canadá, donde se nacionalizó. Ya había cumplido cuarenta años cuando publicó su primera novela, Noticias del extranjero, que Marcello Mastroianni fantaseó con llevar al cine. Hoy vive en Francia, en un antiguo presbiterio que encontró a la venta por casualidad.
Éstas son sólo algunas de las experiencias que Manguel, con la encantadora gracia y la aguda erudición que lo caracterizan, le cuenta al editor Claude Rouquet en Conversaciones con un amigo, libro publicado en francés y nunca traducido hasta ahora al castellano. Casi podría definirse como una autobiografía en la que el autor da sus opiniones sobre la infancia, la política, el racismo, la religión, la muerte, el arte contemporáneo. La literatura aparece en todo momento y se confunde con la propia vida. Así van mezclándose los nombres de San Agustín, Borges, Condoleezza Rice, Umberto Eco, Videla, Sophie Calle, Katherine Mansfield y Sarkozy.
“En realidad, la literatura es un lugar tan concreto como la pieza en la que estamos”, dice. No por nada George Steiner lo presentó como “un don Juan de las bibliotecas” y Bernard Pívot aseguró que “Alberto Manguel es un hombre-libro”.


Alberto Manguel nació en Buenos Aires en 1948. Se ha desempeñado como traductor, editor, antólogo, crítico y escritor. Desde la Guía de lugares imaginarios que armó con Gianni Guadalupi hasta su última novela, pasando por Una historia de la lectura y la antología Aguas negras, todos sus trabajos han recibido elogios en el mundo entero. Suele destacarse su capacidad para conjugar una asombrosa erudición con un estilo franco y ameno.

viernes, 6 de mayo de 2011

PABLO PEUSNER. "El infierno de Dante, Lacan y algunos otros..."





... este término del eterno amor es colocado por Dante

expresamente a las puertas del Infierno.

Jacques Lacan


En más de una ocasión, Jacques Lacan se mostró conocedor de la obra cumbre de Dante Alighieri y no dudó en utilizar La Divina Comedia[1] como una referencia válida para apoyar algunas de sus afirmaciones. Como en muchos otros casos, Lacan se dirigía en sus intervenciones y escritos a un lector que consideraba modelo, incluso ideal, suponiéndolo a veces conocedor de las más importantes obras de la cultura pero también capaz de rastrear otras fuentes tal vez menos conocidas, pero que lograron enorme notoriedad a partir de su inclusión en el órganon lacaniano.

La construcción fantástico-científica del universo que sirve como marco al viaje de ultratumba más célebre de la literatura universal ha sido objeto de diversos esclarecimientos y comentarios a lo largo de la historia de las letras y la cultura[2]. Uno de los últimos emprendimientos al respecto ha sido puesto en marcha por un astrofísico argentino: Alejandro Gangui y su Poética astronómica. El cosmos de Dante Alighieri, publicado en el año 2008 por el Fondo de Cultura Económica.

Gangui plantea que el cosmos de La Divina Comedia representa un modelo aristotélico simplificado, en donde la Tierra permanecía quieta en el centro del universo y los astros eran transportados por esferas materiales cristalinas y transparentes. Para apoyar su tesis del valor cosmológico de la obra, Gangui presenta algunos de los más de cien pasajes que en La Divina Comedia están relacionados con la astronomía –así como destaca que cada canto que lo compone concluye con la palabra “estrellas”–. En su libro, el autor argentino no es ingenuo: sabe bien que se trata de una obra de ficción, aunque su trabajo consiste en relevar las marcas de las diversas influencias recibidas del estado de la teoría cosmológica de la época: la física aristotélica y la astronomía ptolemaica. La disposición de los diversos círculos que componen el cosmos de Dante es motivo de ordenamiento y reflexión a lo largo de sus páginas, tanto como los supuestos físico-matemáticos (en ocasiones sorprendentes) que le dan formato. Además, Gangui se detiene en los versos 19 al 30 del canto I, donde según nos dice, podría haber una alusión a nuestra Cruz del Sur: la hipótesis es plausible y en el libro se analizan diversas posibilidades por las que Dante podría haber tomado conocimiento de dicha constelación, aunque siempre en forma indirecta. El libro es ágil y sus ilustraciones facilitan la comprensión de los modelos espaciales que están en juego en el análisis.

En este punto, quisiera volver a una afirmación de Lacan que siempre me resultó curiosa: “en Dante es evidente que nadie se interesa más que en el infierno”[3]. ¿Será cierto? La construcción del infierno realizada por Dante fue por demás efectiva, puesto que introdujo un adjetivo en la lengua compartida: dantesco. Ahora bien, ese infierno puede ser leído al menos de dos maneras: siguiendo la organización y distribución de las almas allí arrojadas (muchas con nombre y apellido) en función de los pecados cometidos y su padecimiento, o situando la lógica físico-matemática que le da su estructura...

En todo caso, el siguiente autor al que nos referiremos cumple estrictamente con la idea de Lacan: solo le interesa el infierno de Dante y, más precisamente, su estructura cosmológica de corte físico-matemático. El texto lleva por título original Dos lecciones ante la Academia Florentina acerca de la forma, la ubicación y el tamaño del infierno de Dante, y fue leído hacia finales de 1587 por un joven matemático de veinticuatro años, aún sin licenciatura, llamado Galileo di Vincenzo di Michelangelo di Giovanni di Bonaiuto Galilei. Sí, estimado lector: Galileo dictó dos lecciones sobre el infierno de Dante y las mismas –consideradas perdidas– cayeron por casualidad en manos de Ottavio Gigli en 1850 (¡tres siglos después!), mientras examinaba manuscritos originales en una biblioteca pública de Florencia. La editorial argentina La Compañía acaba de publicar esas lecciones con el título de Dos lecciones infernales, con impecable traducción y posfacio de Matías Alinovi e introducidas por un elegante texto de Riccardo Pratesi. Chapeu!

No hay manera de reseñar la obra, porque hay que leerla, es sensacional. Galileo utiliza dos principios para organizar su lectura: el de las proporciones y el notorio número pi griego presentado bajo la forma de la fracción 22/7 (siguiendo la propuesta de Arquímedes en el siglo III AC). Otra vez, los libros dialogan entre sí, tejiendo un puente que une autores muy lejanos en el tiempo, demostrando que los asuntos tratados por los mismos pueden actualizarse y que, nuevamente, liber enim, librum aperit...


[1] Se desconoce la fecha exacta en que La Divina Comedia fue escrita aunque las opiniones más reconocidas aseguran que el Infierno pudo ser compuesto entre 1304 y 1307 ó 1308; el Purgatorio entre 1307 ó 1308 a 1313 ó 1314 y por último, el Paraíso de 1313 ó 1314 a 1321, fecha del fallecimiento del poeta.

[2] Entre los clásicos podemos citar los trabajos de Antonio Manetti (1506), Galileo Galilei (1587) –al que volveremos más tarde– y Alessandro Vellutello (1544): tanto Manetti como Vellutello incluyeron sus lecturas –que además estaban en franca oposición– como notas o anexos en diversas ediciones de La Divina Comedia. Entre los contemporáneos, tal vez uno de los más citados sea el estudio de J. Dauphiné, Le cosmos de Dante, Les belles lettres, Paris, 1984.

[3] Lacan, Jacques. “Respuesta de Jacques Lacan a una pregunta de Marcel Ritter (26 de enero de 1975)”, en Suplemento a las Notas Nº1, EFBA, 1980.

jueves, 5 de mayo de 2011

Luciano Lutereau. "Los santos varones" (Factotum ediciones, 2011)


Texto de Contratapa

El día en que su madre le enseñó que "después de diez padrenuestros, viene un avemaría", el protagonista ve los términos de la ecuación con una transparencia perfecta, insospechada: "Diez padres apenas equivalen a una madre". "Mucho tiempo después advertí, ya en la escuela, que mi madre no sabía rezar". Un padre que enseña a disparar un rifle. Una madre que está enamorada de Charles Aznavour. Un niño que sospecha la impostura de la masculinidad en las destrezas postizas de su hermano mayor. Su infancia. Su crecimiento. Su madurez. El protagonista -un enfermero-, que se vacía y completa con decisiones que crecieron a la sombra, en otros tiempos, y que sacuden su presente.Los Santos Varones es, definitivamente, la recuperación del tiempo, ese día a día que narra con voz inocente para preparar el golpe a los culpables.

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Luciano Lutereau ya me había sorprendido con su "Lacan y el Barroco. Hacia una estética de la mirada" (Grama ediciones, 2009), aunque dicha obra ya dejaba ver que no se trataba de un libro clásico de psicoanálisis, ni de un psicoanalista clásico: había allí un autor que, conociendo bien ciertas herramientas teóricas producidas por Jacques Lacan, hacía una operación precisa que las articulaba con la mirada y la estética.Eso permitía leer una relación cercana con el arte -pictórico, en principio-.
Luego tuve ocasión de trabajar con él cuando junto a Agustín Kripper tradujeron un libro de Gerard Pommier titulado "Cómo las neurociencias demuestran al psicoanálisis". Descubrí entonces que la misma precisión se hacía notar en las discusiones terminológicas que siempre nos involucran cuando queremos oficiar de traductores entre lenguas diversas. El resultado está a la vista: un libro bueno, sensacionalmente traducido.
Sin embargo, la novela "Los santos varones" es otra cosa... aunque uno puede encontrar allí la misma calidad que en los trabajos anteriores. Se trata de una obra de ficción que nos ubica en un universo cercano y que nos trae reminiscencias de situaciones por las que hemos pasado y quizás, soñamos pasar alguna vez. Un libro tensado en dos temporalidades diferentes que, como en el análisis, se entrelazan: la niñez y sus pequeños y cotidianos sucesos, las desventuras con el sexo y el amor, la idea de proyecto, los encuentros fallidos... He disfrutado mucho de esta novela y no he dejado de recomendarla desde su lectura -una lectura muy amena, diría incluso que hasta divertida, que más de una vez me hizo detener a recordar eventos personales y a reflexionar sobre sus afirmaciones, en ocasiones hilarantes.
Si Luciano hizo énfasis en la mirada en su obra teórica, en la novela la vida de un niño se tiñe del color de la gelatina diaria. Que baste este pequeño botón como muestra de una obra llena de vida que, además, recién comienza. Saludo entonces la aparición de este libro y el ejercicio de la escritura. Seguro que habrá más y que no dejará de sorprendernos.
PP.



Claude Jaeglé. "Retrato silencioso de Jacques Lacan" (Nueva Visión, 2011)

¿Quién habla? ¿Quién se hace oír a través de la voz de Lacan?
Los personajes que frecuentan la voz de Lacan se introducen en su obra con un sesgo sonoro e íntimo. El silencio ocupa un lugar esencial en la palabra de ese gran predicador. Y la rareza de la voz como un objeto teórico resulta un enigma de su obra


miércoles, 4 de mayo de 2011

Referencias lacanianas. Margaret Little. "La respuesta total del analista a las necesidades de su paciente"


En el seminario de La Angustia, sesión del 30 de enero de 1963, Lacan dice: "La autora del artículo que lleva ese título es alguien con quien volvemos a encontrarnos , puesto que en el segundo año de mi seminario ya hablé de la llamada Margaret Little" (páginas 149/50)
Lacan comentó un articulo de Margaret Little, no en el "segundo año" de su seminario, sino en el primero ("Los escritos técnicos de Freud"), más precisamente, en la sesión del 27 de enero de 1954, aunque en dicha ocasión la "confundió" con Annie Reich.
El artículo completo, también conocido como Caso Frida, haciendo clic aquí.

martes, 3 de mayo de 2011

Héctor López. "Lo fundamental de Heidegger en Lacan" (Letra Viva-colección Filosofía y Psicoanálisis, 2011) Segunda edición, corregida y aumentada.

A pesar de no esperar demasiado de la filosofía, Lacan descubrió en Heidegger una resonancia muy potente para orientar su propio pensamiento. La renovación de la ontología que significa la analítica del Dasein en El ser y el tiempo, la formulación de la pregunta por la palabra del ser a partir de Aportes a la Filosofía (Acerca del evento) y el cuestionamiento a la postura humanista del existencialismo, trazaron un camino muy seguro hacia ese vacío central del sujeto llamado por Freud: Kern unseres Wesens, núcleo de nuestro ser. ¿Sería muy osado decir que a la pregunta de Heidegger por la verdad del ser Lacan responde con el recorrido que va del Otro del lenguaje y de la ley a la escisión del sujeto? [...]

Lacan descubrió tempranamente a Heidegger como herramienta de su retorno a Freud, pero la amoldó a las necesidades del trabajo sobre su objeto, que no era el “ser-ahí” heideggeriano sino el inconsciente en su estructura y en su práctica. No tantas veces Lacan habla de Heidegger, pero es suficiente una mínima agudeza para percibir hasta qué punto las ideas fundamentales del filósofo, “de los únicos hombres de la verdad que nos quedan”, operan íntimamente amalgamadas en el trasfondo de su pensamiento.

lunes, 2 de mayo de 2011

Jacques Lacan. "Televisión" (video completo)


La emisión completa de Televisión,
subido a Google-Videos por Jacques-Alain Miller
(sin subtítulos)
El texto en francés que mejor acompaña la versión oral, haciendo clic aquí.
El texto en español, aquí.