lunes, 13 de abril de 2015

Pierre Bourdieu. "Intervenciones políticas". Un sociólogo en la barricada (Siglo veintiuno, 2015)




Vivimos sumergidos en la política, bombardeados por noticias nacionales o internacionales que, fieles al golpe de efecto, yuxtaponen guerras, elecciones, crisis económicas, delitos de sangre. En este marco, periodistas, intelectuales mediáticos y ensayistas varios, en lugar de echar luz sobre el debate público, introducen lugares comunes, cuando no errores o distorsiones. Del otro lado, el cientificismo de algunos investigadores los inhibe de ocuparse del mundo social por temor al descrédito académico. Al margen de estas opciones empobrecedoras, Intervenciones políticas muestra el itinerario intelectual de Pierre Bourdieu y su modo de entender y practicar la sociología, como un saber que no valdría una hora de esfuerzo si no contribuyera a analizar los problemas políticos y sociales banalizados por la actualidad televisiva.

Así, con su estilo riguroso e incisivo, Bourdieu se pregunta una y otra vez por el rol de los intelectuales, los periodistas y los investigadores, que deben contribuir a la vigilancia cívica sin dejarse llevar por la ilusión de “comprender todo de golpe”. Analiza la función del Estado, rechazando la alternativa del liberalismo y el socialismo, que reducen la complejidad del mundo a su dimensión económica. Indaga en el funcionamiento del sistema educativo medio y superior, desde los métodos de reclutamiento docente hasta la estructura de las carreras, para develar los mecanismos que lo convierten en un espacio de reproducción y legitimación de las desigualdades sociales. Explica cómo operan los sondeos de opinión y cómo los investigadores y los políticos hacen de ellos un argumento de autoridad, que debe ser discutido. Se detiene especialmente en la distancia entre la sociedad y el mundo político, cada vez más cerrado sobre sí mismo.

Intervenciones políticas es un libro fundamental porque permite entender cómo ciencia social y militancia pueden potenciarse entre sí para generar un pensamiento crítico verdaderamente responsable, resultado del trabajo intelectual colectivo, tan alejado de la indignación o la simpatía moral como de la asepsia académica.