"Mi" historia de las mujeres es en realidad "nuestra" historia de las mujeres, la historia de las relaciones entre los hombres y las mujeres.La historia de las mujeres ha cambiado. Lo que comenzó siendo una historia del cuerpo y de los roles privados llegó a ser una historia de las mujeres en el espacio público de la polis, del trabajo, de la política, de la guerra, de la creación. Empezó siendo una historia de las mujeres víctimas para llegar a ser una historia de las mujeres activas, en las múltiples interacciones que originan los cambios. Surgió como una historia de las mujeres para convertirse más precisamente en una historia del género, que insiste sobre las relaciones entre los sexos e integra la masculinidad. Así, expandió sus perspectivas espaciales, religiosas y culturales.Con el objeto de hacer visibles a las mujeres en el relato de la historia, Michelle Perrot traza algunos caminos y diagonales a través de la historia de las mujeres e indaga temas tales como las fuentes y las representaciones, el cuerpo, el alma, el trabajo y la profesión, las mujeres en la polis. Y lleva a cabo este recorrido con algunas preguntas constantes. ¿En qué cambian o cambiaron las relaciones entre los sexos a lo largo de estas fronteras? ¿Cómo evolucionó la diferencia entre los sexos? ¿A qué ritmo? ¿En torno a qué acontecimientos? ¿Cómo se modificó el reparto entre hombres y mujeres, sus identidades y su jerarquía?Santas y brujas, lectoras y escritoras, artistas y actrices dan cuenta de sus conexiones con la religión, la cultura, la creación. Campesinas, obreras, institutrices, enfermeras y empleadas domésticas lo hacen con el trabajo. Mujeres que viajan, migran y se organizan colectivamente para alcanzar el último bastión masculino: la política.En Mi historia de las mujeres Michelle Perrot narra la lucha de las mujeres por existir con derecho pleno, en igualdad con los hombres, una lucha que aún hoy se está librando.