En Vivo hasta la muerte un filósofo se debate con la esperanza de sobrevivir, al mismo tiempo que se ve en la imposibilidad intelectual y espiritual de aceptar alguna visión ingenua de otro mundo que sea el doble o la copia de éste. Es preciso hacer el duelo de toda imagen, de toda representación.En 1996, a los 83 años, Paul Ricoeur se pregunta: "¿Qué puedo decir de mi muerte?" ¿Cómo "hacer el duelo de un querer existir después de la muerte"? Esta larga reflexión sobre el morir, sobre el moribundo y su relación con la muerte, y asimismo sobre la posvida (la resurrección), pasa por dos mediaciones: textos de sobrevivientes de los campos (Semprún, Levi) y una confrontación con un libro del gran exégeta Xavier Léon-Dufour dedicado a la resurrección.La segunda parte del libro está compuesta por textos escritos en 2004 y 2005, que el filósofo mismo denominó "fragmentos": sobre el "tiempo de la obra" y el "tiempo de la vida", el azar de haber nacido cristiano, la imputación de ser un filósofo cristiano, la controversia, Derrida, el Notre Père de Philonenko... Textos breves, escritos a veces por una mano temblorosa, cuando Ricoeur ya estaba muy cansado. El último, de las Pascuas de 2005, fue escrito un mes antes de su muerte.
El psicoanalista lector ya había publicado un anticipo de este libro. Si no lo viste podés leerlo haciendo click aquí.