Marta Gerez Ambertín
“Entre deudas y culpas: sacrificios”
“Entre deudas y culpas: sacrificios”
(Crítica de la razón sacrificial)
Ed. Letra Viva, 1ª edición, 2008
Tal como escribe Néstor Braunstein en el prólogo de la obra “este libro se veía venir”. Y no precisamente porque su autora sea a estas alturas una reconocida “culpóloga” –y cabe aclarar que ella misma celebra en alguna página del libro tal denominación–, sino porque hay una lógica que se extiende desde sus trabajos en torno a las voces y a los imperativos de superyó, pasa por la revisión de las nociones de culpa, responsabilidad y castigo en los discursos jurídico y psicoanalítico, y concluye con esta obra donde la noción de sacrificio ocupa el primer plano.
La autora es clara en su planteo inicial, el que puede reducirse a la siguiente fórmula: “Si la herencia del padre es, entre otros legados, también el de una mácula, una manera de encubrirla, de borrarla, es por la vía del sacrificio. Con ello el sujeto puede suponer que tiene un lugar en el deseo o en el goce del Otro (...)”, [p. 21].
Las puntuaciones freudo-lacanianas que Marta Gerez Ambertín introduce producen un ordenamiento en el extenso campo de referencias que pueden hallarse sobre el tema en las obras de Freud y Lacan. No obstante, personalmente creo que lo más jugoso del libro radica en lo que propongo llamar las “declinaciones del sacrificio”: las diversas formas que adopta el sacrificio en función de los casos en los que puede localizarse. Y para ello, la autora recorre con erudición el sacrificio en el mito de Abraham e Isaac, el holocausto de Ifgenia, la relación del sacrificio con el amor a través del personaje de Marguerite Gauthier (en “La dama de las Camelias” y en “La traviata”), la ingratitud (rescatando a “Viridiana”, el film de Buñuel), el holocausto y la Shoah. Y con este catálogo el lector podría quedar más que satisfecho, si no fuera porque el libro incluye dos casos más, emblemáticos y argentinos: Eva Perón y José de San Martín.
Un libro arriesgado, original y valiente, de cuya autora podemos decir –sin temor a equivocarnos– que durante su escritura sudavit et alsit.
Ed. Letra Viva, 1ª edición, 2008
Tal como escribe Néstor Braunstein en el prólogo de la obra “este libro se veía venir”. Y no precisamente porque su autora sea a estas alturas una reconocida “culpóloga” –y cabe aclarar que ella misma celebra en alguna página del libro tal denominación–, sino porque hay una lógica que se extiende desde sus trabajos en torno a las voces y a los imperativos de superyó, pasa por la revisión de las nociones de culpa, responsabilidad y castigo en los discursos jurídico y psicoanalítico, y concluye con esta obra donde la noción de sacrificio ocupa el primer plano.
La autora es clara en su planteo inicial, el que puede reducirse a la siguiente fórmula: “Si la herencia del padre es, entre otros legados, también el de una mácula, una manera de encubrirla, de borrarla, es por la vía del sacrificio. Con ello el sujeto puede suponer que tiene un lugar en el deseo o en el goce del Otro (...)”, [p. 21].
Las puntuaciones freudo-lacanianas que Marta Gerez Ambertín introduce producen un ordenamiento en el extenso campo de referencias que pueden hallarse sobre el tema en las obras de Freud y Lacan. No obstante, personalmente creo que lo más jugoso del libro radica en lo que propongo llamar las “declinaciones del sacrificio”: las diversas formas que adopta el sacrificio en función de los casos en los que puede localizarse. Y para ello, la autora recorre con erudición el sacrificio en el mito de Abraham e Isaac, el holocausto de Ifgenia, la relación del sacrificio con el amor a través del personaje de Marguerite Gauthier (en “La dama de las Camelias” y en “La traviata”), la ingratitud (rescatando a “Viridiana”, el film de Buñuel), el holocausto y la Shoah. Y con este catálogo el lector podría quedar más que satisfecho, si no fuera porque el libro incluye dos casos más, emblemáticos y argentinos: Eva Perón y José de San Martín.
Un libro arriesgado, original y valiente, de cuya autora podemos decir –sin temor a equivocarnos– que durante su escritura sudavit et alsit.