La relación entre la mística, el cuerpo y el amor ha sido y será una de las vías de reflexión más privilegiadas y exquisitas del pensamiento psicoanalítico. La han transitado, de distintas maneras y desde diferentes puntos de partida, tanto Freud como Lacan. Uno, desde el ascetismo judío de su formación; el otro, desde el cristianismo exuberante de la suya, pero en ambos, con la experiencia de un pasaje por los vericuetos del Oriente y sus enseñanzas.
En palabras de su autora, “Este libro se ordena a partir de la decisión de Lacan –que permite interpelar retroactivamente a Freud– e intenta encontrar sus fundamentos. ¿Cuál fue su relación con la mística? ¿Y con Oriente? ¿En qué contexto se produjo su concepción de la sexualidad? ¿Era Freud misógino, como lo vienen repitiendo las feministas que lo denuncian con el término más contemporáneo de falocéntrico? ¿Qué sabemos de su diálogo y debate con las feministas de su tiempo?”
A partir de estos interrogantes, Graciela Musachi entrama un discurso propio, armado como a pinceladas, que recorre los distintos momentos de esa relación peculiar y única entre el psicoanálisis, el cuerpo y el deseo de la mujer.