Entre los papeles del legado póstumo de Arthur Schopenhauer había un volumen de 150 páginas titulado Senilia en las que el maestro del pesimismo dejó sus últimas gotas de sabiduría, un libro inédito en España que ahora lanza Herder, junto a otras ediciones, para conmemorar el 150 aniversario de su muerte en Alemania, que se cumple mañana.
"Esforzarse y luchar contra algo que se resiste es la necesidad más esencial de la naturaleza humana", pensaba este genial filósofo que en "El arte de ser feliz" -otro título del lanzamiento- invita a lograr la felicidad mediante el ingenio y la prudencia práctica.
El sello editorial publica también la biografía de Volker Spierling (Frankfurt, 1947) uno de los mayores expertos mundiales en Schopenhauer, y un libro de Manuel Suances Marcos que explora la concepción religiosa del filósofo alemán.
"Schopenhauer nos enseña que sentir la desgracia ajena es algo estructural del ser humano, una parte esencial de la naturaleza en su máximo esplendor que es el hombre", explica a EFE Suances, pues "estamos constituidos -dice- en el daño, previo a la felicidad que llega después".
A partir de este mensaje ético "fundamental", Schopenhauer "dignifica la existencia", añade Suances, profesor de Historia de la Filosofía moderna y contemporánea de la UNED, pues coloca a la compasión como "el norte de la verdadera actuación humana".
"Que antes que seres felices seamos seres dolientes es una realidad clave que nos hermana radicalmente -subraya-, algo que el filósofo alemán, buen conocedor del budismo, vio desde su profundo pesimismo ante lo absurdo del mundo y del ser concebido como voluntad ciega e insaciable".
"La compasión aparece cuando superamos, por el conocimiento, ese general egoísmo innato", señala Suances, y desde ese sentimiento de identificación con el dolor se explaya toda la moral. Por eso, a su juicio, Schopenhauer tiene mucho que decir en nuestra época.
Senilia contiene los pensamientos y meditaciones cotidianas de los últimos días de vida de Schopenhauer, anotaciones del día a día que dejó en páginas de reflexiones, recuerdos, consideraciones científicas, observaciones psicológicas, improperios e invectivas, esbozos y planes, reglas de buenos modales y máximas para la vida.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) es uno de los filósofos más representativos del idealismo alemán. De padre comerciante y madre escritora, ya de joven entró en contacto con personalidades como Goethe y Wieland. Su trayectoria como profesor universitario estuvo marcada por su confrontación con Hegel, quien gozaba de gran popularidad. Su influencia fue decisiva en Nietzsche y abrió camino a Freud y al psicoanálisis.
Después de varios viajes a Italia y de intentos poco fructíferos para enseñar en la Universidad de Berlín, el filósofo acabó en Frankfurt los últimos 28 años de su vida.
El arte de ser feliz es una auténtica joya con 50 reglas para la vida, pero que se excluyó de su legado filosófico por venir de un pensador que partía de una concepción pesimista, si bien Schopenhauer muestra la compatibilidad del pesimismo metafísico con el poder llevar una vida feliz.
El libro reúne sentencias y máximas que el pensador de El mundo como voluntad y representación empezó a recopilar en 1822.
"Ustedes piensan que todas las cosas del mundo estarían ahí incluso cuando nadie las viera ni se las pudiera representar", se dirigía Schopenhauer a sus estudiantes cuando procuraba explicarles que no hay mundo fuera de la representación (que el mundo está en la cabeza del que lo imagina) y que el ser de las cosas consiste en "la forma de su representación".
Resumidas, esas palabras sintetizan el pensamiento del gran filósofo que Spierling desgrana en su biografía, desentrañando el fundamento pesimista a lo largo de toda su obra.
Para Manuel Suances, autor de "Arthur Schopenhauer. Religión y metafísica de la voluntad", el hecho de que el pensador pasara a la historia como el maestro del pesimismo no ha ayudado a ver que su teoría del conocimiento resulta genial.
A la hora de responder a los grandes problemas como el mal, el dolor, la libertad humana o la inmortalidad, Schopenhauer se centró en la metafísica y la religión. Buscaba dibujar un mensaje ético válido para el hombre en su devenir. Según Suances, vio en el budismo a "un magnífico aliado", y eso explica su influencia en la filosofía, la cultura y la concepción de la vida en todo el mundo.