¿Música y matemática? ¿Qué tienen que ver? Mucho, tal vez todo, como explica el matemático y guitarrista Pablo Amster en este concierto para números, frecuencias, relaciones aritméticas y muchas otras sorpresas.
Si ya los griegos, con mil distintos tonos de barba, descubrieron su propia música de las esferas, no es menos cierto que las octavas, las quintas, las terceras y todos los demás intervalos son, en el fondo, relaciones numéricas que pueden llevarnos al deleite o a taparnos los oídos.
Amster nos pasea por las notas y las fracciones con fascinación y seguridad, recorriendo el mundo en una cuerda de guitarra y terminando nada menos que en el tango, cuna de compadritos, lógicos y geómetras. Después de ¡Matemática, maestro!, ya nada será lo mismo: ni un bolero, una milonga, una sinfonía o un teorema. ¡Y que vivan las octavas! (esas que matemáticamente tienen doce partes, y no ocho…).