Queridos amigos: es un lugar común que en esta época del año se publiquen encuestas con los mejores textos del período. Pero a veces, "mejores" oculta un "más vendidos", "más oportunos" y otras yerbas...
Me han preguntado ya dos o tres veces en el mes, cuál creía yo que era el mejor libro del año. La verdad, no lo sé. Pero sí sé que hay uno que fue el que más me gustó, me impactó, me sacudió... Se trata de "La barca silenciosa" de Pascal Quignard, publicado por El Cuenco de Plata.
Quignard es un autor único, y hay que acostumbrarse a su estilo -digo, tal vez no sea un autor "para todos". No obstante, sus referencias eruditas, su conocimiento de la Roma antigua, su latín, no imposibilitan leerlo y disfrutarlo. En "La barca...", a mí se me armó un trípode de lectura muy interesante: ateísmo, muerte-suicidio y libertad. Uno podrá o no estar de acuerdo, pero las articulaciones que se traman entre estos tópicos a lo largo de la obra son realmente sensacionales. Y más de una vez, luego de leer alguno de esos capítulos breves pero impactantes, me quedé un buen rato en blanco, como intentando recuperarme de un golpe fuerte, tratando de recomponer mi Yo y mis puntos de referencia. En síntesis: creo que se trata de una experiencia de lectura, con todas las letras.
He leído otras obras exquisitas este año porque, por suerte, hay buenos autores y editoriales dispuestos a publicarlos. Todas están en el blog. Pero quería hacer una mención especial a "La barca..." para que quienes no conocen a Quignard, se le animen...
Feliz Navidad, amigos, hasta siempre!
PP.