El término “S.K.beau” fue inventado en 1975 por Jacques Lacan para calificar la estética del escritor James Joyce. El término es retomado aquí con su sorprendente tipografía, para enmascarar y a la vez hacer surgir lo real con lo que el artista se confronta: en el corazón de lo bello, ese S.K. enigmático, fuera de sentido. Este ensayo convoca a los creadores. Ellos crean palabras o imágenes. La imagen hace ver –ella muestra en particular; la palabra designa– es portadora de universal. Hervé Castanet indica otra dirección: la imagen se construye, nos dice, a partir de una falla, de una hiancia, de una ruptura. Es porque lo visible no puede ser aprehendido en su globalidad que empuja al pintor, al fotógrafo o al cineasta a mostrar. En paralelo, para el escritor, las palabras no dicen todo. Ellas son también marcas, huellas, fallas. A título tal tocan el cuerpo. A través de los ejemplo de escritores como Ovidio, Poe, Artaud, Klossowski, Genet, Prigent, de pintores como Picasso, Ayme, Devade, Valensi, Witkin, de teóricos del arte como Constant, Jorn, Debord, y de un teólogo como Orígenes, Castanet se dedica a mostrar que ante un real especificado, un punto de real llamado aquí S.K.beau, cada artista desanuda y anuda la imagen o la palabra para forjar allí un “agujero real”.