TEXTO DE CONTRATAPA
Leer a Freud como si fuera una obra de arte es el propósito declarado. He aquí algo novedoso.
A través de tres textos -El malestar en la cultura, Tres ensayos de teoría sexual y Más allá del principio del placer- Leo Bersani revela la doble vertiente del movimiento freudiano: con el espíritu científico propio de la época, Freud aspira a establecer una teoría de lo sexual; al mismo teimpo su intento ilustra la imposibilidad de hacerlo. No hay teoría posible sobre la sexualidad porque lo sexual mina y corroe el pensamiento -una conciencia erotizada-.
A lo largo de estas páginas asistimos a una valorización de la movilidad, el descentramiento y la vacuidad frente al mimetismo violento de la escena fija y enmarcada, ya sea narrada o representada. En las líneas de fractura de los textos freudianos, en el movimiento incesante de una teoría no establecida, en su inestabilidad y titubeos, el autor encuentra, como verdadero hallazgo, el carácter novedoso y artístico que portan.
En contacto con Mallarmé y Beckett, entre otros, El cuerpo freudiano se continúa en una estética de la cual el psicoanalista puede, a la vez, dar cuenta. En el ir y venir de Freud a la obra de arte, el libro nos conduce a la movilidad que enuncia. Una conciencia erotizada y su correlato, la caída de la teoría, son condición a la vez de cierta práctica estética y del psicoanálisis.
Los bajorrelieves asirios, La siesta de un fauno de Mallarmé, la obra de Henry James, Saló de Pasolini, son algunos de los preciosos ejemplos que descifran estas páginas.
Publicado por primera vez en nuestro idioma, El cuerpo freudiano-Psicoanálisis y arte, nos devuelve un Freud móvil y una teoría descentrada. El lector encontrará la escritura a la vez sutil y contundente, política y estética, de uno de los pensadores más importantes de nuestro tiempo.
Susana Bercovich