Componen este volumen cuatro libros. El primero de ellos, Cuento Azul, aúna tres relatos de juventud inéditos hasta 1993 de los que destaca La primera noche, escrito a partir del primer capítulo de un proyecto de novela ideada por su progenitor. También de sus primeros años proviene la terna perteneciente a Como el agua que fluye, aunque fueron pulidos por la autora muchos años después, logrando tres historias redondas que abordan delicados temas como el incesto. Fuegos –a juicio del editor Miguel Martínez-Lage, el más unitario de todos– abre caminos a la exploración formal a través de prosas líricas en torno al amor, como enfermedad y vocación en palabras de la autora, personificado en figuras históricas o mitológicas como Fedra, Aquiles, Safo o María Magdalena. Por último, Cuentos Orientales, retoma la esencia de historias legendarias (tras este bloque nos ofrece las claves de su génesis) para convertirlas en relatos de inmensa fuerza que nos hablan de pasiones, secretos y misterios. Cómo se salvó Wang-Fo, El hombre que amó a las Nereidaso Kali decapitada son fabulosos ejemplos de cómo la autora modela temas y personajes para hacer de ellos literatura que se levanta del papel.
Yourcenar es una de las escritoras más sobresalientes del siglo XX, capaz de envolvernos con su prosa para llevarnos de la Roma Imperial al remoto Oriente pasando por la antigua Grecia, al tiempo que trae al presente historias atemporales en las que, de algún modo, el lector siempre acaba por reconocerse. No dejen que su trabajo como novelista ensombrezca sus piezas menores, que sólo son eso: más breves pero igualmente prodigiosas.