Calificamos a los fenómenos del cuerpo como sinthomes cuando
se instalan permanentemente, ordenando la vida del sujeto. Que los fenómenos
permanentes puedan jugar el papel de sinthomes, insta a ver una forma de
sinthome en el mismo Nombre del Padre. El razonamiento de Lacan es que si el
Nombre del Padre puede ser reemplazado por un tal “fenómeno del cuerpo”, por un
sinthome, entonces no vale más uno que el otro. Lo que interesa en este texto
es una búsqueda muy puntual: ¿cuál es la articulación significante que produce
el fenómeno del cuerpo? Ustedes buscan el tiempo anterior al cual se inscribe
el fenómeno aberrante. A veces encuentran un enunciado del sujeto, a veces un
enunciado de su interlocutor, pero siempre buscan eso. Más allá de los casos
que traen la cuestión es también saber si se puede extraer una enseñanza.
Encuentro en las psicosis lo siguiente. ¿Qué sucede con la
alienación/separación psicótica? En el lugar de la alienación está la
forclusión. En el lugar de la separación son los fenómenos del cuerpo, es decir
la pulsión no domesticada, la pulsión que no se articula fácilmente con el
objeto a. En El seminario 11 la pulsión se describe como una trayectoria
alrededor de un vacío, una falta simbólica, […] En lo que denominamos fenómenos
psicóticos del cuerpo, la pulsión emerge en lo real, le corta las piernas, le
rompe la cabeza, les atraviesa el cuerpo. Dicho de otro modo, propongo
reconocer en los fenómenos del cuerpo la pulsión que pasó a lo real.