El Fondo de Cultura Económica anuncia la próxima aparición, en julio, del libro que desencadenó una serie de acontecimientos de los que oportunamente hablamos (ver aquí). La demanda de Judith Lacan contra Élisabeth Roudinesco y la pelea de Miller con la editorial Seuil, el retiro del seminario de esa editorial, y el bochornoso modo de recordar el 30º aniversario del fallecimiento de Lacan...
Creo yo que el libro no era para tanto (tuve ocasión de leerlo en su edición francesa). Roudinesco recoge pequeñas anécdotas, casi chismes, que quedaron afuera de su biografía de Lacan. Los presenta de un modo tal que Lacan queda situado como el outsider del psicoanálisis: un héroe que enfrentó a todos y a todo. A mi criterio, una exageración... Entre todos esos detalles, algunos muy menores, la historiadora escribió que la familia le negó las exequias católicas que Lacan había pedido. La respuesta fue totalmente escandalosa, y el juicio que los Miller le ganaron a Élisabeth Roudinesco fue tan solo para avergonzarla: le reclamaron un Euro en compensación económica (pero igual, ella tuvo que pagar las tasas y a los abogados...).
Se trata de un libro que hay que leer y que nos llega tarde, muy tarde...
A continuación, el texto de contratapa:
Lacan fue el protagonista de una de las aventuras
intelectuales más importantes del siglo XX. Más de treinta años después de su
muerte no deja de provocar asombro. Demonio para algunos, ídolo para otros, el
hombre y su obra siguen siendo objeto de las interpretaciones más extravagantes.
Hoy, cuando asistimos al desvanecimiento progresivo de la época
"heroica" del psicoanálisis y a la eclosión de las psicoterapias,
recordar lo que fue la gesta lacaniana es volver a vivir esa aventura
intelectual que ocupó un lugar central en nuestra modernidad, y cuya herencia,
digan lo que digan, sigue siendo fecunda: libertad de palabra y de costumbres;
auge de todas las emancipaciones (las mujeres, las minorías, los homosexuales);
esperanza de cambiar la vida, la familia, la locura, la escuela, el deseo;
rechazo por la norma; placer por la transgresión.
Élisabeth Roudinesco evoca libremente algunos episodios
sobresalientes de una vida y una obra con las que toda una generación estuvo
involucrada y recorre senderos desconocidos para revelar una cara oculta del
único maestro del psicoanálisis de Francia. Muestra otro Lacan, uno de los
márgenes, de los bordes, confrontado con sus excesos, con sus objetos, con sus
paradojas: Lacan, frente y contra todo.