Desde el punto de vista del psicoanálisis, se trata de cernir el alcance
de dicho objeto como núcleo de resistencia a la simbolización. Sin embargo, ¿cómo promover una transmutación en esta posición subjetiva que se presenta de un modo tan refractario? ¿Cómo intervenir en función de la transferencia, si este operador del psicoanálisis fue pensado a partir de la lógica de la neurosis?
Lyda González Flórez se propone avanzar en la clínica del autismo a partir de pensar esta posición de un modo que no destaque el déficit (lo que “no hay”), sino su singularidad positiva. La pregunta de un clínico no puede ser si existe, o no, transferencia en el autismo, sino de qué modo debemos repensar dicho operador conceptual para que pueda ampliarse más allá de la condición del tratamiento en que fue pensado por Freud.
Luciano Lutereau