Traductora del español, del inglés y del ruso, en 1994 publicó Un padre (Gallimard), libro traducido a una quincena de lenguas, y en el cual relataba , con emoción, talento y ternura, sus complejas relaciones con su padre: «Cuando nací, mi padre ya no estaba allí. Podría igualmente decir, cuando fui concebida, el estaba ya en otro lugar, no vivía ya verdaderamente con mi madre. Un encuentro en el campo, entre marido y mujer, cuando todo estaba terminado, es el origen de mi nacimiento. Soy el fruto de la desesperación, algunos dirán del deseo, pero yo no lo creo.»
Ser hija de la desesperación no impedía a Sibylle amar apasionadamente la vida y estar a la escucha de sus amigos: una escucha exigente.
Élisabeth Roudinesco