La ley de la madre proviene de las palabras maternas cargadas de placer y de sufrimiento que se imprimen en el inconsciente del niño, desde su más tierna infancia. Como la lengua materna, esta ley está constituida por equívocos que constituyen los cimientos de una cierta ambigüedad sexual y que modelan fantasías y síntomas. Se trata, entonces, de saber si es posible salir (y ¿cómo?) de esta sujeción, tanto a la ley de la madre como a la ambigüedad sexual que ella secreta, para alcanzar aquello que llamamos identidad sexual.
En esta obra se estudia cómo un niño puede separarse de su madre y sustraerse de su ley, la cual lo encadena a veces de por vida y, en cualquier caso, lo marca de forma decisiva.
El sinthome – aquella última concepción del síntoma mediante la cual Lacan quería suplantar el Edipo – es frecuentemente desconocido. Pero en la medida en que se lo aclara con precisión, gracias al ejemplo clínico y al comentario teórico, es posible percibir su poder y su enorme alcance práctico.
El sinthome puede separar al niño de su madre, eventualmente sin el padre, y a veces mejor que éste. Además, es una respuesta posible a la ambigüedad sexual. Por ello el subtítulo de este libro: Ensayo sobre el sinthome sexual.
Gracias a este punto de vista innovador, se puede evitar una buena cantidad de prejuicios morales y políticos que parasitan ciertas controvertidas cuestiones sociales que se han instalado en los albores del siglo XXI. Asuntos relativos a las legislaciones sobre el matrimonio, la filiación o la adopción, pero también vinculados con el estatus de la "salud mental" e, incluso, con los límites de la propiedad reivindicada sobre el propio cuerpo.