Los eventos de la Revolución de Mayo se sucedieron durante el transcurso de la Semana de Mayo, entre el 18 de mayo, fecha de la confirmación oficial de la caída de la Junta Suprema Central, y el 25 de mayo, fecha de asunción de la Primera Junta.
La Revolución de Mayo inició el proceso de surgimiento del Estado Argentino sin proclamación de la independencia formal, ya que la Primera Junta no reconocía la autoridad del Consejo de Regencia de España e Indias, pero aún gobernaba nominalmente en nombre del rey de España Fernando VII, quien había sido depuesto por las Abdicaciones de Bayona y su lugar ocupado por el francés José Bonaparte. Aun así, dicha manifestación de lealtad, conocida como la máscara de Fernando VII, es considerada una maniobra política que ocultaba las intenciones independentistas de los revolucionarios. La declaración de independencia de la Argentina tuvo lugar posteriormente durante el Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816.