Otros verán tal vez en lo que le digo, no un verdadero discurso sincero, sino una proyección sobre sí mismo de temas más o menos teóricos e ideológicos que quise formular en mis libros. Poco importa de qué manera se lea esa relación y ese parentesco del libro conmigo y de mí mismo con el libro. De todos modos, sé que mis libros estarán comprendidos por lo que diga, y yo también. Ese es el bello peligro, el peligro divertido de estas entrevistas. Entonces, dejemos aparecer ese parentesco, dejemos aparecer esa comunicación.