¿Podría hablarse de una clínica de la avaricia obsesiva? ¿Qué posición para el analista ante la venganza histérica? Asimismo, el propósito de estas páginas avanza también en la vía de exponer la tensión entre el síntoma y el carácter, a expensas de la idea corriente de la sintomatización de eso que los otros reclaman como imposible de soportar.
Por último, entre los resultados no sólo se delimita el contrapunto entre formas típicas de las neurosis, sino que se anticipa un nuevo equívoco: ya no la correlación de la histeria y la obsesión con ciertos modos de satisfacción pulsional, sino el vínculo con lo femenino y lo masculino; o, mejor dicho, las mujeres y los hombres. En este punto, se abre un nuevo interrogante: ¿en qué sentido puede hablarse de formas sexuadas del carácter?