Replanteando desde consideraciones metapsicológicas el hacer creativo, establece un diálogo en el que el psicoanálisis ofrece su saber acerca de los procesos psíquicos implicados en ese hacer y el arte la posibilidad connotativa de su lenguaje, desprendiéndose nuevas conceptualizaciones, que buscan ampliar los recursos psicoterapéuticos.
Transmitiendo la profundidad que a su hacer profesional brindó el acercamiento al lenguaje visual, remite a vicisitudes experienciadas por algunos de sus pacientes en sus encuentros con la creación plástica durante su transcurrir psicoterapéutico y a las verbalizaciones a las que ellas abrieron paso, en situaciones de trabajo tanto individual como familiar y grupal.
Dando cuenta de procesos mediante los cuales contenidos interiores, al deslizarse por senderos distintos de la palabra, pudieron volver a encontrarse con ella, resignificándose. Así al propiciarse nuevos entramados de significantes con significados y al atraer el narcisismo al propio producir y a la propia producción, abren a conjunciones subjetivantes.
Laborando tanto la creatividad como el psicoanálisis en pos de la Pulsión de vida, no es extraño el encuentro de ambos dentro del consultorio psicoanalítico, invitándonos a desarrollar sus articulaciones.
A ellas estará dedicada esta obra, que abre expectativas no solo a los psicoanalistas sino también a todos aquellos que se hallan comprometidos en el área de la salud y la educación.