Santiago Ragonesi explora tres vertientes de la relación entre hermanos: celos, culpa y trauma. El carácter clínico de su trabajo queda suficientemente esclarecido en la medida en que no reduce la relación fraterna a un solo principio (el edípico), sino que explora su complejidad en la experiencia. Si, de acuerdo con la definición de Lacan en la “Apertura de la sección clínica”, el trabajo del clínico se dirime en realizar “distinciones que importan”, este ensayo se corresponde con esta orientación primigenia.
Que su inspiración haya estado en una tesis de maestría es un rasgo anecdótico, dado que sus efectos sobrepasan lo que se espera en el canon académico. En todo caso, dicha circunstancia ha sido la ocasión de confirmar que el “tesista” no se identifica con la posición de “astudé” –de la que habla Lacan en el seminario 17–, sino que reconduce su pregunta de investigación a su práctica como analista y a su condición de analizante.
Luciano Lutereau