Este libro aparece en un momento oportuno: un momento en que el psicoanálisis que no retrocede ante los niños necesita, increíblemente, más psicoanálisis. Y justamente por eso Jaime Fernández Miranda nos invita a un recorrido de total actualidad y eminentemente clínico, cuyos ejes centrales resultan abordados siempre partiendo de una posición racional y reflexiva: la diferencia clínica entre la ansiedad y la angustia en los niños que llegan a consulta; una revisión de lo melancólico como un paradigma desatendido cuando las categorías de neurosis y psicosis resultan insuficientes para orientar la posición del psicoanalista; la voz como un orientador clínico para trazar el diagnósAtico diferencial de la esquizofrenia infantil y el autismo… Todos estos problemas, abordados con sencillez y contundencia, desembocan en un ensayo que aborda la necesidad –entendida no solo lógicamente, sino también desde el punto de vista ético– de una psicopatología psicoanalítica. En la segunda parte del libro, su autor revisita la idea del posescuelismo como un modo de respuesta a la situación actual del psicoanálisis en su medio, pero también en el mundo todo: una situación donde las diferencias políticas han aplastado los problemas teórico-clínicos.
A hombros de gigantes, apoyándose en sus maestros y maestras para poder mirar un poco más allá, Jaime nos desafía a enfrentar la actualidad de la clínica psicoanalítica con niños sin esconderse en el principio de autoridad, ni en los preceptos de escuela alguna, por eso se trata de un libro tan fresco y dinámico. Su autor habita la frontera móvil de la conquista psicoanalítica, esa frontera donde los psicoanalistas que no retroceden ante los niños defienden las conquistas con argumentos, reflexiones y muestras de su quehacer clínico.
Eso es posible: la prueba está en este libro y la oportunidad en cada uno de sus futuros lectores…