Si Vigilar y castigar, publicado en 1975, es todavía hoy el libro de Michel Foucault que mayor circulación tuvo por fuera de los ámbitos académicos, Microfísica del poder, de 1977, es el primer libro de intervenciones políticas del autor, que permitió que muchos lectores fuera de Francia accedieran a un registro de su pensamiento que solo estaba disponible en círculos especializados o en revistas de la militancia contracultural. Así, al desplegar los grandes ejes de sus trabajos históricos en clave de diálogo y discusión, desempeñó un papel decisivo en la difusión y recepción de su obra.
En conversaciones con interlocutores como Gilles Deleuze, Jacques Rancière o André Glucksmann, Foucault aborda el análisis del presente, no a modo de crónica o interpretación de acontecimientos sino en relación con sus propios intereses e inquietudes. Así, el libro comienza con un recorrido por su obra, desde Historia de la locura hasta Vigilar y castigar, en una suerte de guía conceptual de lectura. Pero aquí aparece sobre todo un Foucault metido de lleno en los debates que atravesaron a la izquierda francesa en la década de 1970, cuando las estructuras de los partidos crujieron y el comunismo entró en una crisis que sería irreversible. Foucault se pregunta qué significa ser de izquierda, y si es posible –y cómo– construir una izquierda no jerárquica, no estatista, no totalitaria. No solo articula una crítica filosa de la izquierda cuando esa posición conllevaba costos, sino que lo hace desde una perspectiva política libertaria, abierta a repensar el lugar de las masas y de la revueltaa. Reflexiona también sobre el rol de los intelectuales, que ya no están llamados a construir sistemas universales o a erigirse en portavoces esclarecidos, sino a analizar la especificidad de los mecanismos de poder, a construir poco a poco un saber estratégico atento a las luchas locales en las cárceles, los psiquiátricos, las instituciones educativas. Se trata de afinar la teoría como una caja de herramientas para captar cómo funciona la red del poder, que disciplina los cuerpos sin represión, sin violencia.
Con prólogo de Edgardo Castro, que restituye el contexto y las pistas imprescindibles para entender las posiciones en juego, esta nueva edición de Microfísica del poder recupera para los lectores una obra ya clásica de Foucault, cuyos planteos no han perdido ninguna vigencia.