Este libro se inscribe en el problemático proyecto de repensar la relación entre filosofía y política fuera del horizonte disciplinario de la “filosofía política”, en todas sus acepciones, escuelas, tradiciones. E incluso fuera de la misma modalidad de la “relación” –si con esta expresión se alude a una relación entre dos términos separados y recíprocamente funcionales–. De cualquier manera que haya sido entendida –o como subordinación de la filosofía a las exigencias de una cierta política o como adecuación de la política a las pretensiones de una cierta filosofía– tal relación aparece hoy literalmente exhausta. Pero tal agotamiento, lejos de cerrar el problema, abre más bien una interrogación más radical sobre el aspecto político de la misma filosofía.
A comienzos de la década de 1920, Walter Benjamin escribía que el método de la acción política mundial era el nihilismo. A casi noventa años de esta proposición enigmática, la cuestión que ella inaugura aún permanece irresuelta. ¿Qué es aquello decisivo para nuestro tiempo y que permanece custodiado en un pliegue entre nihilismo y política? ¿Qué clase de política puede responder a las preguntas que el nihilismo, tonalidad dominante de nuestra época, formula? En el complejo horizonte donde se cruzan los lenguajes de la política, la teología y la filosofía, este libro intenta dar una respuesta no canónica a estos interrogantes. Cada una de las secciones de Nihilismo y política está inaugurada por importantes textos de Jean-Luc Nancy, Leo Strauss y Jacob Taubes.