miércoles, 10 de marzo de 2010

PABLO PEUSNER. "Dominio Público. Acerca de la liberación de los derechos editoriales para las Obras Completas de Sigmund Freud"

Es probable que los lectores de este blog se hayan anoticiado a lo largo del verano de la entrada de las obras de Sigmund Freud en el dominio público[1], fechada en el primer día del año 2010 (cabe aclarar que la única excepción al respecto es España, donde la editorial Biblioteca Nueva conserva sus derechos hasta 2019 debido a la vigencia de la Ley de Propiedad Intelectual: a causa de una disposición de la misma, los derechos de las obras de autores fallecidos antes del 7 de diciembre de 1987 “tendrán la duración prevista en la Ley de 10 de enero de 1879”, o sea, 80 años desde la muerte del autor).

Ahora bien, esto supone que a partir de este año cualquier editorial del mundo (insisto, menos en España) puede publicar los libros de Freud –por supuesto que para ello primero debería traducirlos, puesto que los derechos de las traducciones ya realizadas tienen dueño–. De acuerdo a lo informado por las más prestigiosas editoriales francesas, París es un hervidero de proyectos en marcha: Seuil prepara una nueva versión de La interpretación de los sueños; en Flammarion trabajan con El malestar en la cultura; y la Petit Bibliothèque Payot con una nueva traducción de las Cinco lecciones sobre el psicoanálisis. Ninguna editorial prestigiosa ha anunciado un proyecto sistemático y completo como los que conocemos en nuestra lengua, ya que parece ser que cada una ha decidido comenzar por publicar textos importantes, aunque de manera aislada. Tampoco han informado quiénes estarán a cargo de dichas traducciones.

En una nota publicada en el número 114 de la revista Imago-Agenda (Letra Viva, Octubre de 2007) conté algunos detalles históricos referidos al origen de las versiones españolas de las Obras Completas de Freud. No volveré a hacerlo aquí, como han hecho casi todos los textos que retomaron esta noticia a lo largo del verano. Tan solo quisiera aprovechar la ocasión de un suceso tan extraordinario para reflexionar y abrir alguna pregunta. Y espero que a los lectores les resulte tan interesante como a mí, todo lo que puede comenzarse a pensar en un momento histórico así de particular.

A fines de febrero, conversando con Raimundo Salgado, Director Propietario de Letra Viva, soñábamos con poner en marcha un proyecto de publicación de las obras de Freud en la editorial. Sin embargo, en el marco de la conversación, ambos dejábamos constancia de que el trabajo no podría hacerse “desde cero”: justamente, porque existe toda una historia de discusiones y diversas lecturas en torno a las discrepancias entre las traducciones de “López Ballesteros” y “Etcheverry”. Pero además deberíamos considerar que tales traducciones fueron realizadas por fuera de la influencia de la obra de Jacques Lacan. Entonces, ¿resultaría oportuna una nueva traducción que tuviera en cuenta los señalamientos y lecturas que Lacan aportó acerca de casi todos los textos de Sigmund Freud? ¿Cómo sería una nueva edición que considerara el retorno a Freud lacaniano? ¿Debería ser realizada por un psicoanalista o por un grupo de psicoanalistas lacanianos? –así como existen tantas traducciones alternativas de los textos del propio Lacan–.

En el año 2003, hubo un intento. Con el título de “El giro de 1920” y el subtítulo de “Más allá del principio de placer”, un grupo de trabajo coordinado por Juan Carlos Cosentino y Carlos Escars publicaron una versión española alternativa de los capítulos 1 a 4 (y algunos párrafos del 5) del “Más allá...” (La editorial fue Imago Mundi, y el libro fue enmarcado en una serie titulada “Materiales de cátedra”). La traducción fue de Graciela Schvartz con asesoramiento de Susana Goldmann. Las divergencias con las traducciones canónicas son notables y están seriamente fundamentadas. ¿Será este el modelo de lo que vendrá? Revisando tales diferencias en las traducciones, parece que realmente hay cosas por corregir y detalles para iluminar.

Además, considerando las particularidades de las leyes españolas, si en los próximos diez años apareciera una nueva traducción de las Obras Completas, la misma no podría provenir sino de Latinoamérica. Contamos con numerosas editoriales de lengua hispana que han publicado importantísimos libros de psicoanálisis, y podría suponerse un interés para publicar al mismo Freud. ¿Qué deberían tener esas nuevas traducciones/ediciones como para que uno decidiera comprarlas y ponerse a estudiarlas como alguna vez hicimos –y seguimos haciendo– con las ediciones clásicas? En un ámbito tan politizado como es hoy el del psicoanálisis: ¿daría lo mismo quién fuera su o sus traductores?

Y además, no debe dejar de recordarse un detalle que no es menor: Freud está totalmente disponible en forma gratuita en Internet, en ambas traducciones españolas. ¿Será un buen negocio –digo, económicamente hablando– volver a publicarlo?

Todas estas preguntas nos hacíamos con Raimundo Salgado mientras soñábamos con la edición de las Obras Completas de Freud publicadas por Letra Viva. No hemos podido respondernos casi ninguna –y le recuerdo al lector que Raimundo es un testigo privilegiado del crecimiento del psicoanálisis en nuestro país, tanto como del desarrollo editorial en nuestra disciplina–. Sin embargo, luego de aquel encuentro, en el retorno a mi lugar de trabajo me interrogaba: ¿cómo tendría que ser una nueva edición argentina de las Obras Completas para yo me interesara en ella, la comprara y la estudiara? Es una pregunta que cualquiera de vosotros, estimados lectores, podría hacerse –y tal vez compartir conmigo su propia respuesta–.

(texto publicado en Imago-Agenda, de marzo de 2010)


[1] Esto es así debido a una ley que dispone que las obras de un autor entran en el dominio público el primer día del año siguiente en el que se hubieran cumplido setenta años de su muerte. Freud murió el 23 de septiembre de 1939 y, por lo tanto, los setenta años se cumplieron el mismo día del año 2009. Por ende, el primero de enero de 2010, sus obras pasaron a ser patrimonio de la humanidad (con la excepción indicada).