La razón nunca fue para Fiódor M. Dostoievski el principio rector de la historia; por el contrario, le parecía imprescindible acabar con su hegemonía sobre el pensamiento humano.
Los cuentos de Dostoievski ilustran el desarrollo de esta idea durante todo su periodo creativo, desde sus inicios como escritor en 1845 hasta que comenzó la redacción deLos hermanos Karamazov (1877). Con la misma grandeza que en sus novelas, aunque con mayor agudeza, aparecen aquí los temas recurrentes de su obra: el delirio de la avaricia ("El señor Projarchin"), la generosidad del pueblo ruso ("El ladrón honrado") o los estafadores estafados ("Novela en nueve cartas"). Los cuentos reunidos en este volumen ofrecen una imagen reveladora del pensamiento de un escritor que entendía el conflicto y la guerra como las grandes rebeliones del hombre contra la razón.