Cultivar, más que erradicar la diversidad de las prácticas sexuales, es el programa de una teoría política radical de la sexualidad según Gayle Rubin. Su trabajo escapa a la voluntad permanante de imponer una buena sexualidad: heterosexual, monógama, conyugal, gratuita, intra-generacional, genital, de a dos, procreadora, sin sex toys ni uso de pornografía. Gayle Rubin, feminista y lesbiana militante, se ha convertido en el blanco de la derecha estadounidense...
Escribiendo artículos claros y decisivos, ella abrió la vía para el desarrollo de elementos de análisis específico para comprender las opresiones materiales y simbólicas padecidas por los fuera-de-la-ley del sexo, y contribuyó a la fundación de la teoría feminista, los estudios de género y la teoría queer.
Las reflexiones de Michel Foucault sobre la ética del sadomasoquismo masculino se encuentran aquí esclarecidas por quien llama "nuestra amiga Gayle Rubin".