Para estar juntos, los hombres necesitan acordar un sentido
compartido de la vida. El Derecho es el Texto donde se escriben nuestras
creencias básicas: creencia en una significación del ser humano, en el imperio
de las leyes o en la fuerza de la palabra dada. Lejos de expresar una Verdad
revelada por Dios o descubierta por la ciencia, el Derecho es una herramienta
capaz de servir para fines diversos y cambiantes, pero sobre todo es una
técnica de la Prohibición, que interpone en las relaciones de cada uno con el
prójimo y con el mundo un sentido común que lo supera y lo obliga. En efecto,
sólo si asumimos la existencia de un orden es posible atribuir un sentido
–incluso contestatario- a nuestras acciones.
En este original trabajo, el especialista en derecho Alain
Supiot examina la relación de la sociedad con el discurso legal. Argumenta que
la religión y el Estado ya no aseguran los valores fundamentales, y analiza el
papel del derecho, de la ley, de la justicia y de la aspiración a la justicia
como estructurantes de los lazos sociales. Con una mirada antropológica,
observa el derecho y la evolución de las leyes como un recurso por el cual, a
través del sometimiento colectivo a un orden, los hombres construyen un sentido
(compartido, además) para su propia vida.
Su exploración del homo juridicus –el individuo constituido
a través de una densa red de contratos y leyes– está llamada a convertirse en
una obra clásica de la teoría social.