No hay más niño como ciudadano del futuro, cuando el
ciudadano muta en consumidor y el futuro arría sus banderas ante la
idealización del tiempo real. La escuela enfrenta el atolladero de encontrarse
ante nuevas situaciones infantiles, y vacila entre la obstinación de dirigirse
a un sujeto que ya no existe, o reemplazarlo por las clasificaciones
psiquiátricas. Este libro se propone transitar nuevas sendas, pensando un
ámbito clínico-educativo para abordar la más extrema presentación de la niñez
epocal. Se trata de la que asoma por la punta de iceberg de los fenómenos
psicóticos. Donald Winnicott ha dejado herramientas conceptúales para
analizarlos, interviniendo durante la segunda guerra mundial y la posguerra
sobre los efectos catastróficos del ataque contra la población civil. Esos
efectos impactaron en el ambiente familiar como condición primaria de la
estructuración subjetiva, precipitando fenómenos clínicos de deprivación en una
escala de epidemia. Hoy por hoy, con el absolutismo del mercado y el consecuente
arrasamiento de los vínculos, estamos ante una pandemia que actualiza aquellos
fenómenos e incorpora a los de carácter psicótico. Este trabajo los ubica en el
marco del niño postciudadano del futuro, al que también llama coloquialmente
niño postbilliken.