jueves, 14 de junio de 2012

Michel Steiner. "Freud et l'humour juif" (Editions in Press, 2012)




TEXTO DE CONTRATAPA

En 1905, cuando publica El chiste y su relación con el inconsciente, Freud no está lejos de escribir una recopilación de chistes judíos. Historias de casamenteros, de aprovechadores, historias subversivas... Freud analiza allá con evidente delectación una veintena de historias judías.
Veintitrés años más tarde, en 1928, retomará el humor en otro texto donde el término “judío” será el gran ausente. El humor es allí considerado en una perspectiva fríamente cientificista, metapsicológica. Más simplemente, a partir de esa fecha, el humor solo será inglés. ¿A qué se debe esa ruptura? Michel Steiner se vuelca a ese enigma y nos conduce formidablemente a sumergirnos en los orígenes del psicoanálisis.
¿Qué hay en común entre el humor judío y el psicoanálisis? La impertinencia del aprovechador, el cinismo del casamentero, la lógica invertida del rabino.., complican las normas de la verdad y de la moral. Al momento de la explosión de risa, las historias judías crean un mundo cuyos principios pierden su rectitud.
Como el humor judío, el psicoanálisis complica la razón subvirtiendo algunas verdades inalterables. Para Freud, la lógica del inconsciente y el humor judío son similares. Esta lógica formaliza lo que ilustran las historias. Los defensores del orden moral burgués, a su manera, no se equivocaron al calificar al psicoanálisis de “perversión judía”.