viernes, 21 de septiembre de 2012

ANTICIPO EXCLUSIVO. Frank Wedekind. "El despertar de la primavera. Tragedia infantil". (Letra Viva, 2012). Versión española de Pablo Peusner

A modo de anticipo de la pronta edición de la tragedia de Wedekind, adelantamos aquí la primera escena del primer acto de la obra. Que la disfruten y... ¡Feliz Primavera!




PRIMER ACTO

(Primera escena)

Habitación


WENDLA – Mamá, ¿por qué me hiciste tan largo el vestido?

SEÑORA BERGMANN – ¡Hoy cumples catorce años!

WENDLA –  Su hubiera sabido que ibas a hacerme un vestido tan largo, habría preferido no cumplirlos.

SEÑORA BERGMANN – El vestido no es tan largo Wendla. ¡Qué quieres! ¡No es mi culpa que cada primavera mi hija crezca cinco centímetros más! Una mujercita como tú no debe andar con un trajecito de princesa.

WENDLA – De todos modos el trajecito de princesa me queda mejor que este camisón. ¡Ay, mamá… déjamelo usar una vez más… por este verano! A los catorce, o a los quince, voy a tener tiempo de ponerme esta túnica… Guardémosla hasta el próximo cumpleaños… Ahora me pisaría el ruedo.

SEÑORA BERGMANN – No sé qué decirte… Me gustaría tenerte siempre como ahora… hija…  A tu edad otras chicas son tan torpes y pesadas… pero tú eres todo lo contrario. ¡Quién sabe cómo serás cuando las otras se conviertan en mujeres!

WENDLA – ¡Quién sabe…!  Tal vez ya no viva para entonces…

SEÑORA BERGMANN – Ay, nena, nena, ¡Cómo se te ocurren esos pensamientos!

WENDLA – ¡No… mamita…! ¡No te pongas triste…!

SEÑORA BERGMANN – (Abrazándola). ¡Mi único tesoro!

WENDLA –  Esos pensamientos me asaltan de noche, cuando no puedo dormirme. Pero no me entristecen y sé que después duermo mucho mejor. ¿Es un pecado pensar en esas cosas?

SEÑORA BERGMANN – ¡Anda, toma la túnica y cuélgala en el armario…! Y en nombre del cielo, sigue usando tu trajecito de princesa. Voy a agregarle un volado de unos cinco dedos…

WENDLA – (Colgando el traje). ¡Quisiera haber cumplido ya los veinte…!

SEÑORA BERGMANN – Pero…  ¿no vas a tener frío? Alguna vez fue un traje bastante largo, pero ahora…

WENDLA– ¡Ahora viene el verano… mamá! ¡La gripe no ataca a los chicos por las pantorrillas!
       ¿Por qué tanto miedo…? ¡A mi edad no se tiene frío, y menos en las piernas!  ¿O te parece preferible tener mucho calor, mamá? Dale gracias a Dios de que tu tesorito aún no se haya arrancado las mangas y se te aparezca al atardecer, descalza y sin medias… ¡Y cuando no tenga más remedio que ponerme la túnica, por debajo me vestiré como una sílfide…! ¡No me retes, mamita…! Nadie verá nada.