El libro concluye con un epílogo en el que el autor nos expone cómo la Viena de 1900 contribuyó a la unificación del conocimiento de la ciencia y el arte y señala el camino de algunas otras unificaciones que pueden producirse en el futuro. “La era de la introspección es producto de mi consiguiente fascinación con la historia intelectual de Viena entre 1890 y 1918, así como de mi interés por el arte modernista austriaco, el psicoanálisis, la historia del arte y la ciencia del cerebro, que es la obra de mi vida. En este libro, analizo el diálogo entre arte y ciencia, aún en curso, que se originó en la Viena de fin de siglo, y documento sus tres fases fundamentales.
La primera fase surgió como un intercambio de intuiciones sobre los procesos mentales inconscientes entre los artistas modernistas y miembros de la Escuela de Medicina de Viena.
La segunda fase prosiguió como una interacción entre el arte y una psicología cognitiva del arte, introducida por la Escuela de Historia del Arte de Viena en la década de 1930.
La tercera fase, que se inició hace dos décadas, vio interactuar a esa psicología cognitiva con la biología para sentar las bases de una neuroestética emocional: la comprensión de nuestras reacciones perceptivas, emocionales y empáticas a las obra de arte”.