Ignacio Iglesias Colillas responde a uno de los extravíos
más urgentes del psicoanálisis de nuestro tiempo: la
cuestión de la interpretación que, cuando pierde asidero
clínico, se dilapida en un misticismo que, eventualmente,
tiene pretensiones de poesía.
Este libro tiene el valor extraordinario de hacer de la
clínica un uso estricto, al poner en tensión la experiencia
con el concepto, y al exigir de la formalización que
no se degrade en especulación o discurso inspirado.
En resumidas cuentas, tiene el lector en sus manos un
ensayo de epistemología psicoanalítica, no sólo porque
interroga los fundamentos del discurso analítico, sino
porque logra cernir las condiciones de la praxis en que
se sostiene.