Uno de los grandes aciertos de este libro es pluralizar la noción de melancolía. En estas páginas, la autora va más allá de una descripción estática (incluso cuando se la pueda pretender estructural) y propone una amplio espectro de posiciones melancólicas para el ser humano. En el centro de su argumentación se encuentra un esclarecimiento formidable del carácter positivo de la nada (Rien) en la enseñanza de Lacan. A despecho del estatuto negativo del ser sujeto que formula cierta tradición filosófica (Hegel, Heiddeger, Sartre), la posibilidad de la melancolía expone en qué medida esa nada puede ser elegida y afirmada
Luciano Lutereau