En estas lecciones —de acuerdo con una evocación freudiana— Rafael Casajús expone el valor clínico de la noción de goce. De esta manera, realiza el designio lacaniano de renunciar al concepto cerrado sobre sí mismo, transparente en su definición, pero inútil en la práctica. Por el contrario, Casajús enseña el modo en que esta categoría nombra mucho más una operación sobre la experiencia, cuando esta última incluye la posición del analista como una variable fundamental. Con un estilo claro y sin dogmatismos, Casajús se aleja de las frases grandilocuentes, de la comunicación solemne, para conseguir una transmisión de esos pequeños detalles que, al revelarse como apoyo de la estructura, ponen en acto la fibra íntima de la clínica psicoanalítica.
Luciano Lutereau