Siglo XXI, año 2010, en San Francisco: Steve Jobs sorprende al mundo con su primera generación de tablets. Siglo III a.C., en la soleada Sicilia: un tal Arquímedes de Siracusa dice “eureka” y causa conmoción con un planetario portátil capaz de indicar la posición del Sol y de la Luna en el cielo, predecir eclipses con exactitud, funcionar como calendario e incluso informar cuándo se realizarán los próximos juegos olímpicos. ¿Cómo nos enteramos recién ahora? ¡Es que su tablet permaneció sumergida en el fondo del mar más de dos mil años!
1900, isla de Anticitera, en el mar Egeo: con el hallazgo en un barco hundido de varios fragmentos de lo que parecía un reloj antiguo lleno de engranajes, comienza a develarse uno de los grandes enigmas científicos de la humanidad. Sagaz detective, Christián Carman nos conduce por un siglo de investigaciones en que equipos científicos de todo el mundo (y entre ellos, nuestro autor) estudiaron esos fragmentos, analizaron radiografías y tomografías hasta lograr la reconstrucción del mecanismo de Anticitera desarrollado quizá por el mismísimo Arquímedes.
Treinta ruedas dentadas se ponen en movimiento para revelar un misterio que atrapó a varias generaciones de historiadores y científicos y que dio lugar a todo tipo de especulaciones. La tablet de Arquímedes propone un viaje apasionante al pasado que cambiará todas nuestras percepciones sobre la ciencia de la Antigüedad.