Jacques-Alain Miller acaba de cerrar ruidosamente la puerta de la editorial du Seuil, en la que editaba las obras de Jacques Lacan y establecía el texto de los Seminarios desde hace 45 años. En los últimos días, la cosa ardió entre Jacques-Alain Miller y Olivier Bétourné, Director Ejecutivo de Seuil. La tensión fue en ascenso hasta que el 6 de septiembre, por la tarde, leyó en público en el curso de una reunión en el Hotel Pullman Montparnasse una carta bastante abierta dirigida a Olivier Bétourné, patrón de Seuil y compañero de Élisabeth Roudinesco, biógrafa de Lacan:
« Siempre estuve allí, Olivier, y terminé la serie de veinticinco libros del Seminario de Jacques Lacan. Ví pasar varios Directores Ejecutivos, Olivier, desde el exquisito Paul Flamand, tan respetuoso de la grandeza de Lacan. Ciertamente, los he apreciado; a otros menos, pero eso no era lo esencial: todos sin excepción respetaron la tarea a la que yo estaba comprometido. Usted, Olivier, jamás obtendrá un seminario de mí. Nada. Nada de Lacan. Nada de mi. Nada de nadie (…). Usted tejió alrededor mío una cesta de silencio. Todos los libreros de Francia se sintieron persuadidos de que yo era inhallable, de que hacía falta que abandonaran toda idea de invitarme”.
400 personas aplaudieron de pie el texto de la carta, entre ellos Philippe Sollers…
“Usted trajo la vergüenza a esta casa editorial, Olivier, y yo me voy. Esta es mi reverencia, Olivier. Me llevo conmigo esos diez seminarios de los que nueve están terminados, y el último lo estará dentro de poco, cuando me desembarace de sus torpezas, Olivier, y las consecuencias de aquellas. Usted no tiene ningún derecho sobre esos seminarios, y no podrían ser publicados por un hombre como Usted. La colección del Campo Freudiano se detiene. Ella debía su nombre a Lacan. Usted no ha logrado asesinarla. Yo no retomaré el título. Como responsable del derecho moral de Lacan sobre su obra, le prohíbo bajo pena de acciones legales, utilizarlo. Se lo dejo a la Historia”.
Interrogado el mediodía del día 7 por el enviado especial de la publicación “República de los libros”, el Director Ejecutivo de Seuil, Olivier Bétourné, quien conocía a Miller desde 1984, cuando era aún secretario general de la casa editorial, tomó las cosas con calma:
“Contrariamente a lo que dijo por todas partes, nosotros no estamos en posesión de los Seminarios. Piense Usted que si ese fuera el caso... ¡los publicaríamos! Este asunto es pueril y carente de razón. La actitud de Jacques-Alain Miller oscila entre el delirio de persecución y el berrinche de un estudiante. En lo que respecta al efecto del anuncio, está logrado. Acerca del resto, pasando de Seuil a La Martinière, no hace más que bajar del 6º piso al 4º del mismo edificio del mismo grupo editorial”
Más allá de la presión para que Miller concluya con la tarea de la publicación de los seminarios, él ha planteado que cada edición requería de cierto tiempo, lo que conjugado con la inestabilidad de Seuil, lo forzó a diferir la publicación. Es algo de lo que hoy se felicita: “¿Los Seminarios no están en manos de Seuil? Mejor aún. Pero ellos existen, están bien guardados, terminados, salvo El Deseo... Y aparecerán ».
Miller publicará desde ahora las obras Lacan en Hervé de la Martinière.