Como se sabe, Jacques Derrida dedicó una gran parte de su vida a la enseñanza: en la Sorbona en primer lugar, después, durante unos veinte años, en la Ecole nórmale supérieure de la calle Ulm y, finalmente, desde 1984 hasta su muerte, en la Ecole des hautes études en sciences sociales, así como en distintas universidades en el mundo entero (en Estados Unidos con regularidad). Su seminario, desde muy pronto abierto al público, reunió un auditorio amplio y plurinacional. Aunque varios de sus libros toman como punto de partida el trabajo que allí dirigía, éste sigue siendo no obstante una parte original e inédita de su obra. Inauguramos pues, con este volumen, una ingente tarea: la publicación de esos seminarios.
A partir de 1991, en la EHSS, con el título general "Cuestiones de responsabilidad", abordó las cuestiones del secreto, del testimonio, de la hostilidad y la hospitalidad, del perjurio y del perdón, de la pena de muerte. Finalmente, de 2001 a 2003, dio lo que debía ser no la conclusión pero sí la última etapa de este seminario, con el título "La bestia y el soberano". Aquí publicamos la primera parte: 2001-2002.
En este seminario, Jacques Derrida prosigue, según sus propias palabras, una investigación acerca de la "soberanía", de "la historia política y onto-teológica de su concepto y de sus figuras"; investigación que estaba presente desde hacía tiempo en varios de sus libros, especialmente en Espectros de Marx (1993), Políticas de la amistad (1994) y Canallas (2003). Esta investigación sobre la soberanía se cruza con otro gran motivo de su reflexión: el tratamiento, tanto teórico como práctico, del animal, de lo que, con el nombre de un "propio del hombre" cada vez más problemático, se denomina de manera abusiva, en singular general, "el animal", desde los albores de la filosofía y todavía hasta nuestros días.
Partiendo de la célebre fábula de La Fontaine, El lobo y el cordero, en la que se reúne toda una larga tradición de pensamiento sobre las relaciones de la fuerza y del derecho, de la fuerza y de la justicia, de arriba abajo, con un análisis minucioso de los textos de Maquiavelo, Hobbes, Rousseau, así como de Schmitt, Lacan, Deleuze, Valéry o Celan, Jacques Derrida intenta "una especie de taxonomía de las figuras animales de lo político" y de la soberanía, explorando de este modo las lógicas que tan pronto organizan la sumisión de la bestia (y del ser vivo) a la soberanía política como tan pronto desvelan una turbadora analogía entre la bestia y el soberano, lo mismo que entre el soberano y Dios, los cuales comparten el lugar de cierta exterioridad en relación con la "ley" y el "derecho".