miércoles, 8 de abril de 2009

Angel Esteban y Ana Gallego. "De Gabo a Mario" (Espasa-Calpe, Madrid, 2009)


Los especialistas en Literatura y Filología Hispanoamericana Ana Gallego y Ángel Esteban trazan en De Gabo a Mario un retrato literario de los autores que iluminaron el "boom" de la literatura hispanoamericana."Nos interesaba bucear en esa amistad legendaria, que no surge con facilidad en el mundo de las letras, y en el hecho de que sólo durase una serie de años para cortarse bruscamente", explicó Ángel Esteban en una entrevista concedida a la agencia de noticias EFE.
Fue hace más de treinta años, el 12 de febrero de 1976, cuando un puñetazo propinado supuestamente por Vargas Llosa a García Márquez puso punto y final a una de las amistades más fructíferas de la historia de la literatura, hecho que –de todos modos- nadie pudo jamás comprobar.Ambos biógrafos sostuvieron que la disputa fue originada por una "cuestión personal", que nadie conoce debido, recordaron, al pacto de silencio que ambos autores mantienen hasta el día de hoy. "Hemos consultado muchísimos documentos, pero mientras que ellos no digan lo que pasó nadie lo sabrá", aseguran a viva voz.
Los autores se atreven a sugerir además que las "diferencias ideológicas" terminaron por minar la relación y condujeron a un distanciamiento paulatino, tras haber coincidido ambos durante los años setenta en Barcelona.Historia de una amistad y del boomLos escritores se conocieron en Venezuela, en 1967, con motivo de la entrega a Mario Vargas Llosa del Premio Rómulo Gallegos, el galardón más importante de América Latina.
A partir de entonces, el futuro Premio Nobel y el autor peruano forjaron una amistad estrecha que convirtió incluso al autor colombiano en el padrino del segundo hijo de Vargas Llosa.Fue también en justamente en ese histórico 1967 cuando se publicó Cien años de soledad, la obra cumbre de Gabriel García Márquez y novela estandarte del "boom" que incluyó además de los citados, al mexicano Carlos Fuentes y al argentino Julio Cortázar, entre muchos otros.
Por esa razón, Gallego y Esteban subrayaron que De Gabo a Mario, publicado por Espasa, no sólo relata las "raíces" de una amistad y un desencuentro, sino que pretende indagar sobre la historia del "boom".
Los autores han recurrido a entrevistas personales y a cartas manuscritas, albergadas en la universidad estadounidense de Princeton e inéditas hasta ahora, que se enviaron entre sí los miembros de aquel movimiento que llevó a las primeras planas del mundo la literatura sudamericana.Esteban destacó el protagonismo de los escritores latinoamericanos en el panorama cultural de Occidente en los años sesenta y setenta, así como su adhesión al triunfo de la Revolución cubana.El principio del finalLa relación entre García Márquez y Vargas Llosa habría encontrado su primera piedra, en 1971, a raíz del encarcelamiento del poeta cubano Heberto Padilla.Esteban recordó cómo Vargas Llosa fue "el primero" en acercarse junto a Cortázar y Carlos Fuentes, a la Revolución cubana y en apoyarla, mientras que García Márquez se mantuvo al margen.
Cuando llegó el "caso Padilla", añadió el especialista, casi todos los escritores condenaron el proceso contra el poeta cubano y "comienzan a distanciarse de la Revolución, Vargas Llosa a la cabeza. Sin embargo, García Márquez todavía hoy mantiene su adhesión"."El caso Padilla fue el principio del fin del grupo que conformó el boom", aunque, resaltó, que la amistad se mantuvo intacta hasta 1976 entre el autor colombiano y el peruano pese a las diferencias "cada vez más crecientes" respecto de Cuba", agregó Esteban.

(García Márquez con el hematoma del golpe propinado por Vargas Llosa)

No leemos solamente psicoanálisis...