En la cultura occidental el nombre de Homero ha estado asociado a un comienzo brillante, así como a una forma de humanismo específicamente europea, distinta de las ideologías culturales de los otros continentes. Europa se siente heredera de la cultura clásica de los griegos, y ha otorgado a Homero un papel fundador de la misma. Sin embargo, a partir del siglo XIX la actividad académica somete los textos a una nueva forma de acercamiento, presidida por una imperiosa necesidad de "hacer ciencia" con ellos. En este bello libro, Juan Carlos Rodríguez regresa a la grandeza de un clásico por la verdadera vía del conocimiento: el estudio interno del texto sin limitación metodológica alguna, para tratar de entender por qué la Ilíada es un poema excepcional, que ha merecido ser tomado como un modelo literario y moral digno de respeto y admiración.