domingo, 30 de noviembre de 2014

sábado, 29 de noviembre de 2014

Adrián Paenza. "Todo lo que usted debería saber sobre encuestas y no se le había ocurrido preguntar" (Página 12, 9/11/14)


La irrupción de las redes sociales en el paisaje que compone nuestra vida cotidiana, le agrega –a la clase política y en particular al gobierno– una herramienta básica para sondear a la opinión pública. Saber qué le/nos duele, nos importa, nos interesa, determinar qué es lo que está pasando en “el llano”, conocer hacia dónde está mirando “el pueblo” tendría que tener una incidencia muy fuerte sobre los integrantes del Poder Ejecutivo y también los legisladores. Si bien falta poco para que haya formas de expresarnos de manera directa, en tiempo real y en forma masiva, todavía es necesario apelar a una herramienta clásica y básica: las encuestas.

Históricamente el problema a resolver es el siguiente: si somos 40 millones de habitantes, ¿cómo hacer para averiguar lo que pensamos todos preguntándole solamente a un grupo reducido de personas?

Todos los que vivimos en esta primera parte del siglo XXI sabemos cómo funciona una encuesta, pero lo que también tengo claro es que lo que no sabemos es por qué funcionan. Es decir: ¿cómo puede alguien arrogarse el derecho a decir que conoce lo que piensa “la gente” si solamente consultó a un grupo pequeño? ¿En qué se basan quienes hacen las evaluaciones para poder decidir?

Pareciera que no nos queda más remedio que creer, casi como si fuera una religión. “Alguien” dice que conociendo la opinión de un poco más de mil personas es suficiente para saber lo que pensamos todos, y los demás le creemos. Pero, ¿es realmente así? ¿Cómo se hace una encuesta y por qué funciona? O mejor dicho, ¿por qué debería funcionar?

Lo extraordinario es que la respuesta la provee –una vez más– la ciencia. En este caso, la matemática. De hecho, en forma sistemática estamos bombardeados por encuestas que nos radiografían y que sirven para decirnos en forma periódica qué es lo que pensamos, qué es lo que nos gusta, qué es lo que queremos, qué nos quita el sueño, qué querríamos tener, qué fantaseamos, dónde querríamos ir, qué trabajos querríamos tener, qué comida nos gusta comer, qué es lo que creemos que necesitamos, etc, etc. Todo se reduce entonces a encuestar. O a encuestarnos, si usted prefiere.

Empiezo por el lugar obvio: siempre hay una forma de poder saber lo que piensa un grupo grande de personas: ¡preguntarles a todas! Esto es lo que uno hace el día de una elección o de un plebiscito. Pero claro, esta solución tiene un problema (muy grande): es muy costosa. Hay que parar el país durante todo un día, hay que involucrar forzosamente a una buena parte de la población para que hagan de “jueces/jurados”, hay que imprimir una cantidad enorme de “boletas”, renovar credibilidades (DNI, libretas de enrolamiento, cívicas, o todas las variantes que usted pueda incluir acá), invadir escuelas, iglesias, clubes, parroquias, etc., etc., etc. Y como dije al principio, tiene un costo descomunal.

Lo hacemos periódicamente para renovar parte del Congreso o para elegir presidente o gobernadores, pero sin embargo, no lo hacemos para pulsar la opinión de la población en temas ríspidos, controversiales y de difícil solución (aborto, eutanasia, legalización de ciertas drogas para uso personal por poner algunos ejemplos puntuales) u otros que serían más pedestres pero relevantes para ciertos subgrupos de pobladores en distintas regiones del país. El último plebiscito que yo recuerdo tuvo que ver con el que casi termina en un conflicto bélico con Chile.

Como es fácil advertir entonces, hay momentos en los que es necesario “saber” qué piensa la población, sólo que no es posible ni sustentable estar haciendo una compulsa popular frente a todo tema que necesitamos evaluar. Sería casi como vivir en un estado de asamblea permanente. ¿Qué hacer? Históricamente, la solución pasa por organizar una encuesta. Es decir, se pretende diseñar un método que permita consultar un grupo reducidísimo de personas y en función de los resultados que se obtengan, extrapolar los porcentajes e imaginar entonces que uno sabe lo que piensa la población toda, y obrar en consecuencia.

En todo lo que siga voy a hablar como si los encuestadores y organizaciones que se dedican a encuestar en el país no tuvieran ni nombre ni apellido. Voy a hablar desde el punto de vista de la matemática, pero con una observación: no es mi especialidad.[1]

Las primeras dudas

Empiezo con algunas preguntas. Voy a suponer que la idea es pulsar la opinión de los argentinos sobre un determinado tema, no importa cuál.

a) ¿Es posible preguntarle a un grupo de dos mil personas lo que piensa sobre algo e inferir –rigurosamente– lo que sucedería si le preguntáramos a los 40 millones? ¿Es serio eso? Más aún: ¿es científico?

Sí. Si la encuesta está bien hecha, en forma rigurosa, cumpliendo con los requisitos indispensables (de los que voy a hablar un poco más abajo) no sólo se puede inferir lo que piensa un universo de 40 millones de personas sobre un determinado tema sino que incluso se puede calcular (o estimar) el error que se comete. La matemática ofrece esas herramientas.

b) ¿Se obtiene una respuesta perfecta?

No, no es perfecta pero es muy aproximada. Es tan aproximada que uno puede incluso calcular a lo sumo cuán lejos va a estar de la respuesta “real”, o sea, la que se obtendría si se consultara a todas las personas.

c) ¿Cualquier grupo de dos mil personas sirve?

No, no cualquiera. El grupo tiene que ser elegido “al azar”. Y ése es un tema NO menor. Aunque parezca trivial, no es tan sencillo “elegir al azar”.

d) ¿Tienen que ser dos mil personas exactamente? ¿No pueden ser menos? O al revés: ¿no convendría que fueran más?

Depende del “error” con el que usted quiera hacer su cálculo. Cuanto menor sea el número de personas que integren “la muestra”, mayor será el error que se cometa. Sin embargo, si bien es cierto que cuantas más personas usted encueste menor será el error cometido, llega un cierto punto “casi de saturación” en donde por más que uno incremente mucho el número de personas que integran la muestra, las ventajas son muy pequeñas.

De hecho, con 1100 personas, los datos que se obtienen son muy buenos y permiten tener –en la mayoría de los casos– una idea bastante fina de lo que pasa con el universo total. El error se estima en más o menos un 3 por ciento del valor real.

e) ¿Las 1100 personas dependen de que los argentinos seamos 40 millones? ¿Y si fuéramos más? O sea, si una encuesta se hiciera en Alemania (80 millones) o en China (1354 millones), hace falta encuestar a más personas? ¿Y si fuera en Cuba (11 millones) o en Uruguay (un poco más de 3 millones) alcanzarían menos?

No, y esto es verdaderamente antiintuitivo y extraordinario al mismo tiempo. La muestra de 1100 personas es independiente del número que conformen el universo total. Da lo mismo que sean 40 millones, 400 millones o 4000 millones. Si me puedo permitir le sugiero que no siga leyendo tan rápido sin dedicarle un instante a pensar lo que acaba de leer: ¡no importa cuál sea la población total, si uno elige “al azar” 1100 personas, el valor obtenido sobre el tema que a usted le interesa encuestar será una aproximación en más o menos 3 por ciento del valor que le daría si usted les hubiera preguntado a todos!

f) ¿Qué particularidad tienen que tener las 1100 personas? ¿Cómo se eligen?

Como decía más arriba, éste es un dato clave y crucial. La elección de las 1100 personas TIENE QUE SER AL AZAR. Los humanos tenemos muchas dificultades para entender bien lo que significa “al azar”. De hecho, hay mucha literatura escrita explicando la dificultad que hay en generar “números al azar”, aunque parezca una trivialidad.[2]

Hay múltiples ejemplos de desviaciones brutales que se produjeron porque las muestras no cumplieron con esta regla básica.[3]

El margen de error

Ahora sí, algunas reflexiones. Estoy seguro de que usted escuchó hablar de “margen de error”. ¿Qué quiere decir esto? Confronte lo que sigue con la idea que usted tiene sobre el “error”.

En principio (y digo en principio porque no es todo lo que esto dice), cuando a uno le hablan de margen de error en realidad lo que le están diciendo es lo siguiente: es un número que mide la “tolerancia” que usted se permite aceptar, entre el valor “real” (si usted pudiera consultar a toda la población) y el valor que resulta luego de haber realizado la encuesta.

Por ejemplo: supongamos que uno quisiera saber si los argentinos estamos a favor o no de la legalización de la marihuana para uso personal y los resultados que se obtuvieran al encuestar a 1100 personas fueron que un 75 por ciento opina que sí y un 25 por ciento opina que no.

El hecho que se hayan encuestado a 1100 personas al azar significa que el resultado obtenido tiene un “margen de error” de un más/menos 3 por ciento. Pero, un momento: acá quiero hacer una pausa para una reflexión que creo importante.

De acuerdo con lo que escucho habitualmente, la conclusión que saca una persona cuando escucha o lee estos datos, es que el verdadero valor (si consultáramos a todos los argentinos) de los que están a favor de la legalización de la marihuana para uso personal es un número que “cae” entre un 72 por ciento y 78 por ciento[4]. Esto es correcto en principio, pero con un asterisco, que no es menor. Y présteme atención porque esto también es algo que no siempre aparece en el momento de revelar el resultado de una encuesta.

Hace falta agregar que esto pasaría un 95 por ciento de las veces.

Esto –creo– es una novedad. ¿Cómo un 95 por ciento de las veces? En general, uno no escucha nunca hablar de este hecho. Me explico: un 95 por ciento de las veces el resultado obtenido por la encuesta caería en el intervalo (72 por ciento a 78 por ciento), pero NO SIEMPRE. Es decir, si uno hiciera la encuesta 100 veces y le preguntara a 100 muestras de 1100 personas diferentes cada vez, entonces el valor caería entre 72 por ciento y 78 por ciento en 95 de las 100 encuestas... ¡pero no necesariamente en todas!

Y esto tiene que ver con el potencial “error en la muestra”. Parece otro tema menor, pero no lo es. Si bien las muestras son tomadas al azar, aún así hay un margen de error en la muestra. Uno está tentado de ignorarlo, y posiblemente se lo pueda permitir, pero es necesario observarlo, aunque sea un poco más engorroso de entender. En la vida cotidiana, y sobre todo en los medios de comunicación, se tiende a ignorar o minimizar este hecho que al menos requiere ser descripto alguna vez. Uno está más o menos tranquilo de que los resultados van a estar bien, porque en 95 de 100 casos “va a dar lo que debe”, pero, al mismo tiempo, es bueno saber que hay cinco casos de esos cien, en donde “puede que no”. Y lo notable es que la matemática ¡también mide este tipo de error!

De hecho, si uno quisiera ser riguroso y tratar de “eliminar” los errores tanto como le sea posible, lo que conviene hacer entonces es repetir las encuestas varias veces con diferentes grupos de personas y luego, hacer un “promedio” con esos resultados.[5]

La cuestión del número

Ahora, quiero volver “al número” de personas que integran la muestra. Si fuera todo tan fácil, yo podría elegir un subgrupo de diez personas y listo. Les pregunto a ellos, me fijo en el resultado y se terminó la historia. Lo que quiero plantear con esta idea, es que ninguno de los dos extremos es aceptable: ni preguntarle a diez ni preguntarle a 40 millones. Entonces, ¿qué hacer? Uno comienza a aumentar el grupo de personas a encuestar y a estimar el error que comete. Está claro que diez son insuficientes, pero ¿cuántas hacen falta? ¿Cincuenta? ¿Cien? ¿Mil? ¿Diez mil? ¿Cien mil?

Si la respuesta va a ser –por ejemplo– cien mil entonces, si bien es mucho mejor que 40 millones, hay algo que “falla”. Cien mil son muchísimos todavía: tenemos que reducir el número. Y mucho. ¿Cuántos entonces? ¿Cincuenta mil? No. ¿Diez mil? Ahora ya no sé. ¿Serán necesarios diez mil? Si bien yo querría seguir bajando, diez mil es un número bastante más manejable. Sigue siendo un número grande pero no imposible. Yo podría seleccionar al azar diez mil personas y preguntarles a ellas... pero, ¿estará bien? ¿Serán suficientes diez mil para poder inferir lo que queremos?

¿Qué tendrá la matemática para decir? ¿En qué lugar uno podría –o debería– hacer el corte? ¿No se podrá disminuir más? ¿Y si lo reducimos, cuánto nos estamos perdiendo? O mejor dicho: ¿cuánto estamos dispuestos a sacrificar? ¿Cuánto nos empezamos a alejar de la realidad?

Y acá voy a parar y la/lo voy a invitar a mirar la Figura 1 que sigue y más abajo voy a “intentar” dar una explicación sobre cómo interpretarlo y hacer algunas observaciones importantes sobre el origen del cuadro y los cuidados que hay que tener.



En principio, fíjese en las dos columnas. En la de la izquierda, se lee: “Tamaño de la Muestra”. En la segunda, “Margen de error de la Muestra”. ¿Cómo entender esto? Me explico.

La parte izquierda no ofrece problemas: mide cuántas personas fueron consultadas. A su vez, la columna de la derecha, mide el “error” –en porcentaje– que se comete (en más o en menos). Fíjese como al pasar de 50 a 400, el error disminuye de un +/-14 por ciento a un +/-6 por ciento. Más aún, si uno encuesta a 1.100 personas, el error ahora se reduce a un +/3 por ciento. Por último, para tener un error de +/-1 por ciento hacen falta ahora encuestar a 5000 personas.[6]

Por lo tanto, el error que uno se permita tolerar indicará el tamaño de la muestra que uno tendrá que elegir.

Final

Las encuestas no sólo son necesarias sino que se han transformado en imprescindibles si uno quiere tener el pulso actualizado sobre lo que está sucediendo con la sociedad a la que “afecta” con sus decisiones. Es imposible hacer plebiscitos constantes, las redes sociales dan una información tremenda en términos cuantitativos y también cualitativos, los medios de comunicación masivos intentan instalar los “temas” que deberían figurar en las agendas de los gobernantes, pero son esas propias redes sociales las que exhiben sin filtro lo que le importa a “la gente” o nos importa a los que habitamos un país. Pero saber hacer una encuesta, hacerla honestamente, elegir muestras verdaderamente al azar, medir los datos en forma confiable y sobre todo, establecer un “vínculo” entre lo observado y las decisiones futuras, sólo hablan de cómo un gobierno ahora se puede tildar no sólo de “moderno” sino también de “sensible”. No son más las “tapas” de los diarios los que indican el camino. Somos nosotros mismos. Eso sí: hace falta “escucharnos”.

Notas:

[1] Si bien no es mi especialidad, alguna vez, allá a lo lejos y hace tiempo, fui el profesor responsable durante algunos años de la materia Probabilidades y Estadísticas en el Departamento de Matemática de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

[2] No se conocen formas de generar números al azar ni siquiera usando computadoras. El problema es que toda computadora “corre” un programa. Si uno descubre cuál es el programa que está generando los números, entonces puede “anticipar” lo que va a salir. El tema es precioso pero muy largo y ha dado lugar a muchísimo material escrito. De hecho, los números que se pueden generar se llaman al “seudo-azar”.

[3] Hace poco más de un año, el 6 de enero del 2013, apareció en Página/12 un artículo muy sugerente al respecto. Se puede ver también acá: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-211281-2013-01-06.html

[4] ya que 75% - 3% = 72%, lo que daría el extremo inferior del intervalo y 75% + 3% = 78%, que daría el extremo superior del intervalo.

[5] Ver la historia de Nate Silver en nota aparte.

[6] El error de la muestra se calcula como la inversa de la raíz cuadrada del número de personas que la componen. De allí surge la “tabla” que aparece en la figura 1.

jueves, 27 de noviembre de 2014

AA.VV. "Imprevistos de lo real" (Grama, 2014)



Eric Laurent, Miquel Bassols, Christine Angot, Guillermo Belaga, Aníbal Leserre, Graciela Musachi, Ana Simonetti, Leonardo Gorostiza, Liliana Cazenave, Iván Ruiz Acero, Silvia Elena Tendlarz, Marcela Errecondo, Elizabeth Escayola Freixas, Claudia Lijstenstein, Marita Manzotti, Gustavo Slatopolsky y Gracia Viscasillas.
Entrevistas: Alicia Dujovne Ortiz, Diego Croci, Damián Tabarobsky y Lizbeth Ahumada Yanet.
180 páginas

Del lado femenino de la sexuación, la creencia en La mujer puede tomar la forma de querer ser la "única" en la vida amorosa del hombre. Una "sola" que quiere estar "sola" en la vida de un hombre. Más allá de la exigencia de unicidad de la que testimonian los celos femeninos, la "sola" puede tomar diversas formas: ella "sola" es quien puede entenderlo, solo ella sabe lo que él quiere realmente, "sola" para poder dárselo, para soportar todas sus imperfecciones, su castración, etc.

ÍNDICE

Editorial
La gota de café, por Claudia Lázaro

I. Conferencias

Los real en un análisis, Eric Laurent
El amor, más allá del Edipo y lo real, Miquel Bassols Puig

II. Imprevistos de lo real

Psicoanálisis, Christine Angot
Cuestiones de resonancia, Entrevista a Alicia Dujovne Ortiz
Pedazos de real desordenados, Entrevista al Dr. Diego Croci
La literatura a martillazos, Entrevista a Damián Tabarovsky
Relectura del pase desde la perspectiva del inconsciente realm Guillermo Belaga
Imprevistos de la escritura. Retornos, Entrevista a Aníbal Leserre
Imprevistos de la teoría. ¿De la nada? 1, Entrevista a Graciela Musachi
Imprevistos en la vida de la Escuela"Decisión, consenso, ocasión" 1m Entrevista a Ana Simonetti
Imprevistos de la política de la amp. "Dos y dos son cinco o la dignidad de la invención" 1, Entrevista a Leonardo Gorostiza

III. Autismo

"Ennoblecer el enigma", Entrevista aLizbeth Ahumada Yanet
Los sujetos autistas en la presentación de enfermos, Liliana Cazenave
Otras voces, Entrevista a Iván Ruiz Acero
Un lazo transferencial sutil, Entrevista a Silvia Elena Tendlarz
Las palabras, un goce intrusivo y traumático, Entrevista a Marcela Errecondo
He ido al punto rojo, Entrevista aElizabeth Escayola Freixa
Tratamiento del autismo: entre la regulación y la sorpresa, Entrevista a Claudia Lijtinstens
La lógica de una cita con lo imprevisto, Entrevista a Marita Manzotti
Hacer resonar el vacío, Entrevista a GustavoSlatopolsky
Instantes de frontera, Entrevista a Gracia Viscasillas

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Michel Foucault. "Del gobierno de los vivos". Curso en el Collège de France (1979‑1980) (FCE, 2014)



Del gobierno de los vivos es un curso bisagra: constituye la primera de las indagaciones que Michel Foucault lleva a cabo en el campo de la ética en el Collège de France. "¿Cómo es posible que, en la cultura occidental cristiana, el gobierno de los hombres exija de parte de quienes son dirigidos, además de los actos de obediencia y sumisión, ‘actos de verdad’ que tienen la particularidad de requerir que el sujeto no solo diga la verdad, sino que la diga acerca de sí mismo, de sus faltas, de sus deseos, del estado de su alma?", se pregunta. Este interrogante lo lleva de una relectura del Edipo rey de Sófocles al análisis de los "actos de verdad" propios del cristianismo primitivo, a través de las prácticas del bautismo, la penitencia y la dirección de conciencia. Así, se ocupa de los actos mediante los cuales se convoca al creyente a manifestar la verdad de lo que él mismo es, en cuanto ser indefinidamente falible. Desde la expresión pública de su condición de pecador en el ritual de la penitencia hasta la verbalización minuciosa de sus pensamientos más íntimos en el examen de conciencia, lo que vemos perfilarse es la organización de una economía pastoral centrada en la confesión. En este curso, dictado en el primer trimestre de 1980, Michel Foucault prosigue con la historia de los "regímenes de verdad" que atraviesa toda su enseñanza en el Collège de France, pero somete dicho recorrido a un viraje fundamental. La exploración, iniciada en el campo de lo jurídico y lo judicial, había seguido en el campo político, con la temática de las relaciones de poder-saber y, luego, de la gubernamentalidad. Aquí se extiende al campo de las prácticas y las técnicas de sí, dominio de la ética que Foucault ya no abandonará.


martes, 25 de noviembre de 2014

Lothar Frenz. "El libro de los animales misteriosos" (Siruela, 2014)




¿Te has preguntado si existen, o han existido alguna vez, seres tan extraños e increíbles como los pulpos gigantes, los hombres mono, los cíclopes, los bigfoot y otros seres fabulosos? 
Existe una disciplina, llamada criptozoología, que se encarga del estudio científico de animales ya extintos, o que forman parte de la mitología y de las antiguas historias tradicionales de distintas culturas del mundo. En este magnífico libro ilustrado Lothar Frenz nos relata asombrosos descubrimientos de criaturas misteriosas y nos lleva a regiones inhabitadas por el hombre, casi inaccesibles, donde las especies animales más diversas han vivido ocultas a la ciencia. 
Exploraremos bosques, mares, montañas y ciénagas de distintos lugares del planeta que avivarán nuestra curiosidad y nuestras ganas de conocer más sobre las especies que quizá los habitan.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Néstor Bolomo. "Destitución psicoanalítica". Fragmento y política (Letra Viva, 2014)



El psicoanálisis, en tanto política, puede ser resguardo de un lugar –el del sujeto– si sabe renunciar a serlo de un saber. Desafortunadamente se mimetizó con el orden establecido, reprodujo sus jerarquías y sus vanidades, cultivó sus imposturas; no sedujo, apenas supo sugestionar, y adormeció sí, con eficacia, a los que aspiraban a transcurrir sin sobresaltos en las efusiones de una transferencia ramplona y en la tranquilidad del saber. Encontrarse para hablar –y entonces, inevitablemente, exponerse a la eventualidad de escuchar– es, como en la sesión analítica, la apuesta discreta del psicoanálisis. Todo lo que se le agrega le resta. Los “dispositivos” que procuran consolidarlo precisamente lo consolidan y enseguida lo quiebran. La planificación que procura ordenar su marcha, “dirigirla”, lo desvía o lo detiene. Las intenciones de fortalecerlo lo debilitan. Esa precariedad, esa lucidez y esa vigilia en el filo de la angustia –como las del acto estético o poético– es también una política.


sábado, 22 de noviembre de 2014

Pura Cancina y otros. "El puzzle de un padre". La fábrica del caso Sibylle (Letra Viva, 2014)



Nacida el 26 de noviembre de 1940, Sibylle Lacan, segunda hija surgida del matrimonio de Jacques Lacan con Marie Louise Blondin (1906-1983), se dio muerte en París, en su domicilio, en la noche del 7 al 8 de noviembre del 2013. Tomaba numerosos medicamentos.

Traductora del español, del inglés y del ruso, en 1994 publicó Un padre (Gallimard), libro traducido a una quincena de lenguas, y en el cual relataba , con emoción, talento y ternura, sus complejas relaciones con su padre: «Cuando nací, mi padre ya no estaba allí. Podría igualmente decir, cuando fui concebida, el estaba ya en otro lugar, no vivía ya verdaderamente con mi madre. Un encuentro en el campo, entre marido y mujer, cuando todo estaba terminado, es el origen de mi nacimiento. Soy el fruto de la desesperación, algunos dirán del deseo, pero yo no lo creo.»

Ser hija de la desesperación no impedía a Sibylle amar apasionadamente la vida y estar a la escucha de sus amigos: una escucha exigente.

Élisabeth Roudinesco

viernes, 21 de noviembre de 2014

Ernesto Laclau. "Los fundamentos retóricos de la sociedad" (FCE, 2014)




El presente volumen reúne un conjunto de ensayos en los cuales Ernesto Laclau desarrolla su perspectiva teórico-política de los últimos quince años. Todos ellos retoman su tesis central relativa al carácter hegemónico del vínculo social y a la centralidad ontológica de lo político.
Laclau reflexiona sobre la retórica del lenguaje político y el rol de las lógicas hegemónicas en los espacios políticos a partir de teóricos como Antonio Gramsci, Louis Althusser y Georges Sorel, así como del posmarxismo y del postestructuralismo. ¿Cómo pensar la ideología luego de su supuesta muerte? ¿Qué juegos de lenguaje se abren a la política y a la ética? ¿Qué importancia tiene la hegemonía en los escenarios políticos? Para responder a estas y otras cuestiones, Laclau presenta y pone a prueba varios conceptos fundamentales de su obra, tales como hegemonía, equivalencia, significantes vacíos y flotantes, contigüidad y analogía.
Si bien los ensayos reunidos en Los fundamentos retóricos de la sociedad responden a coyunturas y contextos diversos, todos son contribuciones a la construcción de una ontología política capaz de responder a los desafíos de la situación —posmarxista y postestructuralista— que vivimos en el presente. Sostiene Laclau en el prefacio: "Avanzar paralelamente en las direcciones de la autonomía y de la hegemonía es el verdadero desafío para aquellos que luchan por un futuro democrático que dé un real significado al —con frecuencia advocado— ‘socialismo del siglo XXI’".

jueves, 20 de noviembre de 2014

Ana Viganó (comp). "(H)etéreas". Las mujeres, lo femenino y su indecible" (Grama, 2014)




ÍNDICE

Presentación
Ana Viganó

La mujer no existe
Delirio de todos, invención de cada uno

El Uno-no-todo y la sesión analítica
Ana Viganó
Un trozo de real
Elisa Alvarenga
La mujer, amiga del síntoma
Gustavo Stiglitz
La experiencia de lo femenino
Clara María Holguín
Lo hétero, el superyó, lo femenino, el estrago

El goce femenino no es el superyoico
Luis Darío Salamone
Del sinthome como héteros
Ana Ruth Najles
Un real y el estrago
María Cristina Aguirre, Alicia Arenas, Piedad Ortega de Spurrier, Beatriz Palacio
Algunas reflexiones sobre feminicidio
Mónica Pelliza
Cuerpo de mujer

Cuerpo de mujer
Ana Viganó
Cuerpo de mujer. El imaginario-real del cuerpo de mujer
Fátima Sarmento
El cuerpo de mujer y sus goces
Nieves Soria Dafunchio
Histeria y feminidad

La histeria, hoy
Marina Recalde
Nuevos picos de oro
Fernando Vitale
Algunas puntuaciones sobre la histeria rígida
Ana Viganó
Clásicas, modernas y contemporáneas
Fernando Schutt
Conexiones I: Clínica

Lacan, las matemáticas y el goce femenino
Viviana Berger
Lo femenino: entre centro y ausencia
Patricia Tagle Barton
Conexiones II: Arte

Cuerpo y obra de una mujer
Elsa Maluenda
El art-performance en Marina Abramovic. De lo real a una ficción posible
Virginia Notenson
Dejarse escribir
María Auxiliadora Rodríguez
Abanicos, entre secretos y sedas
Elvira Dianno

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Diego Golombek. "Las neuronas de Dios". Una neurociencia de la religión, la espiritualidad y la luz al final del túnel (Siglo Veintiuno-ciencia que ladra, 2014)




Muchos pensarán que este es un libro más sobre el eterno enfrentamiento entre la ciencia y la religión, entre la fuerza de la razón y la fuerza de la fe. Nada de eso. Diego Golombek propone una mirada mucho más novedosa e interesante. Por primera vez, las ciencias naturales pueden estudiar la religión en lugar de burlarse de ella; por primera vez, la ciencia puede responder una pregunta inquietante: ¿por qué, en pleno siglo XXI, seguimos creyendo en algo o alguien superior, llámese Dios, meditación trascendental, espiritualidad o sentido de la vida? ¿De dónde surge esta necesidad, antigua como nuestra especie, que en algún momento de nuestras vidas nos lleva a preguntarnos por lo que habrá “después” o lo que está “más allá”? ¿Viene “de fábrica” o es un producto de la cultura?

En su viaje al corazón de las creencias, Diego Golombek pasa revista a un sinfín de experimentos que muestran cómo actúan las neuronas de monjas rezadoras, budistas meditadores, pentecostales o iluminados con LSD, peyote, ayahuasca y hongos alucinógenos varios. Sin olvidar a las personas que han atravesado experiencias límite, como trances epilépticos o la vivencia de la propia muerte con la misteriosa luz al final del túnel. Los resultados permiten identificar circuitos neuronales que están en la base de visiones y experiencias místicas. Y hay más: los estudios revelan también que la religión tiene un efecto ansiolítico, estimula la empatía con los demás y los lazos comunitarios, y aporta mayor seguridad personal.

Con sentido del humor y una claridad a toda prueba, Diego Golombek llega a poner sobre la mesa del laboratorio su propio mapa genético y sus experiencias personales para marcar los hitos de un recorrido imperdible, ¡nada menos que la búsqueda de Dios en los pliegues del cerebro humano!

martes, 18 de noviembre de 2014

Psicoanálisis y el hospital, número 46. "La angustia"



Sumario

Editorial
La angustia 

Angustia y acto analitico

Edipo angustiado
Fabian A. Naparstek 

La interpretacion  y la angustia
Daniel Paola 

Algunas consideraciones sobre la angustia en el acto analitico
Claudio Glasman 

Y… la angustia tiene mala prensa
Gabriela Insua 

Sobre la clinica de lo Unheimlich
Marina Angelica Portuese 

De la inhibicion a la angustia senal
Laura Gobbato 

“Eclipsado”. Sobre la confusion panica en un caso ‘dificil de clasificar’
Soledad Garavaglia 

Maniobras posibles en la transferencia: de la desesperacion a la angustia
Amalia Racciatti 

Lo que angustia en las psicosis y lo que angustia al psicotico
Ana Schkolnik 

Angustia y recidiva en el acto sintomatico
Tomas Grieco 

El afecto que no engana

Angustia y subjetividad hoy
Ricardo Mauro 

Orfandad
Mario Pujo 

La angustia y los sintomas actuales
Deborah Fleischer

Nuevos comienzos
Alexander Cruz-Aponasenko 

Una lectura del texto “Lo siniestro” de Freud
Horacio G. Martinez 

La angustia y el acontecimiento traumatico
Rocio Carreno Balinotti 

La maldad que angustia
Roberto P. Neuburger 

La angustia y la falla en ser
David Moscovich - Gabriela Luzzi  

Ninos angustiados

Una forma de angustia en los ninos
Maria Cecilia Anton 

“La soledad, el silencio, la oscuridad…” generadores de la angustia de los ninos
Silvina Gamsie

Maldito bullying
Maria Marta Rodriguez 

Los pequenos dictadores
Alexander Cruz-Aponasenko

Fobias y miedos en la infancia
Belen Tarulli 

Los miedos.  Un compas necesario en la composicion de la constitucion subjetiva?
Maria Gabriela Mundinano

La angustia en la clinica con ninos. Lecturas del goce del Otro en la infancia
Eduardo S. Sullivan 

De lo imprevisto de una escena. Acerca de la captura de un nino en la fantasmatica parental
Maria Florencia Santos 

lunes, 17 de noviembre de 2014

Walter García. "Para un-a escucha diferente", a propósito del libro "A la escucha" de Jean-Luc Nancy



Para un-a escucha diferente

Walter García



“No hay manera de salir de nuestras onomatopeyas originales.  Hay pues, que entrar en ellas…”(Francis Ponge)


Desde los inicios de la vida, el mito, hasta sus últimos segundos…
Desde el primer llanto que reclama un nombre - el caos naciente y los incansables gemidos vivientes -  hasta el último suspiro, estamos a la escucha.  ¿A la escucha de que?  Uno podría fácilmente arriesgar: sonidos, silencios, música, voces, palabras de aliento, una voz familiar, y tantas otras cosas... 
Jean Luc Nancy en su libro “A la escucha” se aventura un poco mas y se interroga ¿Será la escucha misma sonora?
Allí es donde pone en el banquillo a los suyos y a los otros; y lee con odio, como dirá Lacan de su obra, para interrogar la ortodoxia de las ciencias humanas.  Oximoron que ensordece hasta el más agudo interprete.
Su obra esta compuesta por 2 actos, un interludio de música muda y una resolución majestuosa.
A partir de un concierto orquestado y monocorde este filósofo francés se mece entre la sonoridad de la imagen y la figura del sonido.  Depura los ruidos y acaricia los silencios, siempre confrontando lo imposible en el horizonte.
Inicia su (es)canción con el acorde-verbo francés entendre formado por la triada oír, escuchar y entender.  A partir de allí la sonata en sus letras pretende de manera intempestiva arrebatar la forma, darle una nueva amplitud, espesor y vibración a nuestra lectura.  El autor construye un nuevo espacio donde se propaga el sonido, ese sonido que va dejando una marca; que suena y a su vez es resonancia; que aparece y se desvanece en su presencia
En-causa el acontecimientos sonoro para hacerlo presencia y aprovechar el ataque que este comporta; ataque de carácter sorpresivo y espabilador. 
Aquel que se deje llevar por la lectura sabrá de lo que aquí se habla.
Nancy le da eco a nuestros cuerpos desde el vientre, caverna donde comenzamos y quizás terminamos por escuchar. 
Evoca, llama (appel) y empuja desde el silencio, entendiendo este último como una disposición de resonancia, hacia el sentido y el corte. 
Invita a recorrer el silencio del sentido, a cortar el mensaje - y poder decir algo de eso que es-canción! -  a través de un sendero de palabras y de órganos.  A partir de un cuerpo hecho de esas mismas palabras pero también de otra cosa.
Su propuesta es que nos escuchemos en nuestra piel tensa que reposa sobre una camara de eco. Superficie que el otro golpea o puntúa, haciendo que (re)sonemos según nuestro timbre, siguiendo nuestro ritmo y marcando nuestro acento.
La mayoría de las veces, como seres que somos, escuchamos un discurso emitido por alguien; un signo; un silencio dejado por algo; o bien escuchamos musica.  Pero realmente qué significa "estar a la escucha".
Jean Luc Nancy nos ofrece una multivocidad hecha reflexion:
Estar a la escucha es “estar tendido hacia un sentido posible, no inmediatamente accesible.”. Transitar el camino donde el sonido y el sentido se mezclan.  Ahí donde "resuenan uno en otro o uno por otro".  Tender a la escucha es "siempre estar a orillas del sentido o en un sentido de borde y extremidad".  Espiar para encontrarse en el desencuentro entre el logos y el sentido, y de este modo delimitar topográficamente ese lugar propio y ajeno.  Lo intimo y lo exterior, lo propio y lo ajeno, lo extimo.  Por este sendero nos abrimos al orden del sonido y el silencio que se encuentra en constante movimiento.  Mundo que pasa, vuelve, se extiende y nos penetra de afuera hacia adentro y de adentro hacia fuera.  En síntesis el acto de oír va más allá de la coherencia de la cadena verbal, para ubicarnos en otro registro, el de la vibración.   
Jean Luc Nancy plantea que prestándose a la escucha uno puede acceder al si mismo, pero no como cotidianamente se comprende, sino de una forma novedosa.  Es un“estar al acecho de un sujeto.”  Un sujeto que se emite y se envía de alguna manera en si mismo.  Un sujeto diapasón que en palabras de Nancy seria "la forma, la estructura y el movimiento de una remisión infinita porque remite a aquello que no es nada fuera de la remisión."  Y que en consonancia con Schelling[1] lo definiríamos como un sujeto involucrado en el arte de los verbos. 
Finalizando ya su obra, este escritor juega astutamente con el decir, la escucha, la escritura y la música.  A partir de una cita de Francis Ponge* nos habla de la dicción como aquel “eco del texto en el cual éste se hace y se escribe, se abre a su propio sentido, así como a la pluralidad de sentidos posibles.” La dicción es la propia escucha, la archimusica de aquello que se escribe, que se lee, que se toca y se dice.  Pero también de aquello que no esta dicho o ya codificado.  Aquí el autor rompe nuevamente la relación significante para ir mas allá diciendo “Quizás no escuchemos jamás otra cosa que lo no codificado. Lo que no esta aun encuadrado en un sistema de remisiones significantes, y no entendamos sino lo ya codificado que decodificamos.”
En la dicción se trata de la unión y diferenciación de dos cosas: ritmo y timbre.  Elementos que configuran y perfilan la constitución matricial de la resonancia cuando esta adopta la condición de fraseado o del sentido musical.
El timbre es definido como el correlato primario de la escucha.  Sin hacer de él un ideal nos va a decir que es la escucha misma la que se abre en el timbre; y a su vez el timbre es el que resuena en la escucha.
El ritmo, por otro lado, es propuesto como una figura iniciada y que inicia a su vez un tiempo en el movimiento - y la fluidez - que sacude a los cuerpos.  Ya la superficie corporal, como membrana sensoperceptiva, actúa ante estímulos sonoros en la vida intrauterina.  En ese entonces es donde el ritmo toma como parámetro un golpeteo perseverante, una constante binaria, un compás de dos comprometido en el órgano del amor. 
No ahondaremos, en el presente trabajo, sobre los giros que realiza el autor en relación a estos elementos.  Solo nos remitimos a ellos, de una manera muy escueta, tomando algunas acepciones para intentar no dejar por fuera cuestiones de importancia, y que harán a futuras investigaciones.
Jean Luc Nancy, a lo largo de “A la escucha”  juega con las homofonías y coquetea con la música.  Acalla el ruido interpretando los ruidos.  Y armoniza una lectura posible, poniendo melodía a sus letras para que cada quien, a su ritmo y en su tono, recorra su cadencia.

Bibliografía
·         Berardozzi J., Musica en la estructura, Esto lo estoy tocando mañana, Ediciones Grama, Buenos aires 2011.
·         Frydman P. y otros, Psicoanálisis y música, Esto lo estoy tocando mañana, Ediciones Grama, Buenos aires 2011.
·         Nancy JL., A la escucha, Edición Amorrortu/editores, Buenos Aires 2007.



[1] Schelling dice que todo arte es una penetración del verbo divino en la finitud del mundo. Y en la música lo viviente adentrado en la muerte - el verbo pronunciado dentro de lo finito - es aun perceptible como sonido.

* Francis Jean Gaston Alfred Ponge. Ensayista y poeta francés que en muchas ocasiones, combinó ambas experiencias -el ensayo y el poema- para unirlas en una sola forma artística

Cita: “No solo cualquier poema sino cualquier texto – sea cual fuere – comporta (en el sentido pleno de esta palabra), comporta, digo, su dicción. / Por mi parte.  si me examino cuando escribo -, nunca se me da por escribir la mas mínima frase sin que mi escritura este acompañada de una dicción y una escucha mentales y, mas, ni siquiera sin que este precedida por ellas (aunque de muy cerca, sin duda)”

viernes, 14 de noviembre de 2014

Actividades del Foro Mediterráneo del Campo Lacaniano en Códoba, Argentina, con la presencia de Marcelo Mazzuca



 FORO ABIERTO viernes 21 a las 19 hs 
en el salón de la Asociación de Magistrados


en el marco de "curso de actualización" en la Facultad de Psicología 
de la Universidad Nacional de Córdoba

"Vigencia y función del síntoma histérico en la Clínica Psicoanalítica"
dictado por Marcelo Mazzuca 
a quien tenemos el gusto de recibir en nuestra ciudad.
los días viernes 21 y Sábado 22 de Noviembre



martes, 11 de noviembre de 2014

Martin Smud. "Generación Play". La multiplicación de pantallas y controles (Letra Viva-Episteme, 2014)




El nuevo libro de Martín Smud ahonda en los fenómenos que están ocurriendo hoy en la vida social a partir de la irrupción de las nuevas tecnologías. La observación de la vida cotidiana desencadena un pensamiento propio donde confluye la formación desde el psicoanálisis, la psicología social pero también el arte, la historia. Se nutre de un arsenal complejo que finalmente confluye en una mirada personal, una conciencia crítica, una escritura transdiciplinaria y un lirismo poético. [...]

Así el libro comienza con el asombro frente a un paciente que juega a la guerra en la computadora de su consultorio y el autor escucha un discurso venido del juego: “Si usted está tranquilo en su casa es porque un marine está luchando en algún lugar del planeta”. Es un texto paradigmático, por un lado es la voz cruel del imperialismo y por otro la justificación de la violencia declamando la paz. La muestra atroz de cómo la ideología prepotente del imperialismo se inmiscuye en esos “inocentes” juegos infantiles. Esa “sorpresa” lo lleva a investigar acerca del qué hay detrás de la superficie de las pantallas y cómo comprender las escenas de violencia a través de la historia.

Vicente Zito Lema

lunes, 10 de noviembre de 2014

Domenico Cosenza. "Le refus dans l'anorexie" (Laboratoire Section clinique et École Pratiques et Théories du Sens, 2014).




À partir de l’enseignement de Freud et de Lacan sur la question de l’anorexie mentale, Domenico Cosenza cerne un point-clé : celui du statut du refus dans l’anorexie mentale. Il analyse rigoureusement tous les aspects fondamentaux en jeu dans la clinique de l’anorexie. Se constitue tout d’abord le cadre théorique de l’anorexie. Il étudie successivement le statut contemporain du symptôme anorexique et sa diffusion dans les sociétés modernes, les débuts de la psychothérapie de l’anorexie mentale par Hilde Bruch et Selvini Palazzoli, l’approche de la tradition pédopsychiatrique française ainsi que les contributions du groupe kleinien- bionien de la Tavistock Clinic de Londres pour finir par les réflexions sur l’anorexie mentale présentes dans l’œuvre de Lacan et dans celles des auteurs lacaniens qui se sont penchés avec pertinence sur ce problème. L’auteur s’appuie ensuite sur de nombreux cas cliniques pour articuler les points-clés d’une théorie clinique de l’anorexie et de sa cure orientée dans une perspective lacanienne. Cette analyse fait émerger en particulier le point central du refus fonctionnant sous différentes modalités et la notion d’objet rien, concepts fondamentaux d’une lecture lacanienne de l’anorexie. Ces points-clés sont développés non seulement en fonction d’une clinique différentielle mais aussi à partir des questions de l’enfance et de l’adolescence impliquées dans le déclenchement de l’anorexie.

Avec le concours de l’université Paris 8 (Laboratoire Section clinique et École Pratiques et Théories du Sens).

La solution anorexique
L’anorexie comme frontière dans le débat clinique contemporain
La question anorexique en psychanalyse entre narcissisme et dépendance
L’anorexie dans l’enseignement de Lacan
Lectures lacaniennes de l’anorexie
Les quatre fonctions du refus dans l’anorexie mentale
L’objet rien dans la clinique lacanienne de l’anorexie
L’enseignement de l’anorexie infantile
L’anorexie mentale de l’adolescence
Lignes d’orientation dans la cure de l’anorexie mentale

sábado, 8 de noviembre de 2014

Presentación del libro "De la angustia al duelo" (Ed. Noches Blancas, 2014) de Gerardo Máximo García, en la ciudad de Córdoba



El viernes 14 de Noviembre a las 20 horas se presentará el libro De la angustia al duelo del psicoanalista Gerardo Máximo García en la Asociación De Magistrados sita en Belgrano 224.
El texto aborda ese afecto esencial que es la angustia y despliega el trazado lógico que conduciría al duelo en el interior de la práctica. Interroga asimismo cómo en el registro estético puede propiciarse el lugar de la ausencia aunque esa no sea la intencionalidad del artista.
Participarán de la presentación la poeta Eugenia Cabral y el psicoanalista Eduardo Wiens.


viernes, 7 de noviembre de 2014

Bernard Lecoeur. "El hombre ebrio". Estudios sobre toxicomanía y alcoholismo (UNSAM edita, Serie Tyché, 2014)


UNSAM EDITA. Serie Tyché (en coedición con Pasaje 865), dirigida por Damasia Amadeo de Freda
ISBN 978-987-1435-77-7, 104 pp., P.V.P. $ 120.-
1ª edición, 2014

La toxicomanía y el alcoholismo son temas extensamente tratados en la literatura analítica. Sin embargo, en El hombre ebrio, Bernard Lecœur sitúa la ebriedad como un problema contemporáneo, precisamente en el entrecruzamiento de los efectos de una sociedad de consumo con el ideal de todo saber surgido del discurso de la ciencia en relación con el lazo social.

¿Qué puede hacer el psicoanálisis? Haber indicado que el alcoholismo y la toxicomanía son las nuevas formas del síntoma. Saber que el dispositivo tradicional del discurso del analista, en el que el síntoma encuentra su verdad en su desciframiento, no hace efecto en estos casos. Y más, que el síntoma no es allí metáfora sino que se trata en estos casos de un hacer que le permite al embriagado darse un nombre.

Nos encontramos frente a un libro destinado a todos aquellos lectores preocupados por estas problemáticas propias de nuestra época.


Sobre el autor
Bernard Lecœur es psicoanalista en Reims (Francia), miembro de la école de la Cause freudienne y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Enseña en la Antenne clinique de Reims y fue responsable del GRETA (Groupe de Recherches et d’études sur la Toxicomanie et l’Alcoolisme). Ha publicado numerosos artículos en revistas sobre psicoanálisis.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Actividades con Rithée Cevasco en Tucumán, Argentina.




Jueves 6 de Noviembre – 19.00 hs.

 MESA PANEL
¿Por qué la familia estaría amenazada?

Integrantes: Rithée Cevasco, Pablo Peusner, Irene Benito y Gladys Mattalia

Lo que el psicoanálisis constata, en la singularidad de su experiencia, es que el sujeto, por lo menos por un tiempo, no hace más que hablar de su familia; cualquiera sea su configuración: mono, hétero, homoparental…
¿Qué es una “familia”? Para decirlo con sencillez, no hay otra manera más contundente que la que Lacan nos enseñó: una familia aporta al cachorro humano un “deseo no anónimo”. Decir que un deseo no es anónimo conlleva lo “irreductible de la transmisión”; muy distinto del orden de las satisfacciones vitales.
Asistimos desde hace un tiempo a la separación de la sexualidad y la reproducción y ello no es sin modificaciones subversivas en el campo familiar.
¿Sabrán los psicoanalistas estar a la altura de la “subjetividad de su época” y extraer un saber de los nuevos malestares de la civilización y de las nuevas lógicas de los lazos colectivos? ¿Sabrán hacerlo sin dejarse guiar por lo que es lo “norme-mâle”, la “norma-macho”?


* Viernes 7 de Noviembre  - 09.30 a 18.00 hs
* Sábado 8 de Noviembre - 09.30 a 13.00 hs.


SEMINARIO 

 REALIDADES SEXUALES EN LA ACTUALIDAD
La sexuación inconsciente y lo real fuera del sentido

A cargo de RITHÉE CEVASCO

¿Qué nos enseña el inconsciente respecto a la sexualidad en general y, más específicamente, respecto a la sexuación,
término con el que Lacan construye la "discordancia" de los sexos, a diferencia de la anatomía y/o el género?
A esta pregunta, que hemos de proseguir en sus elaboraciones en Freud y en Lacan, una respuesta  se impone y Lacan la expresará con el enunciado de un axioma de negatividad:
La relación / proporción sexual no puede escribirse.
Por esta vía entramos en un real que se ha impuesto como inferencia de la práctica analítica y que constituirá el "real" que la orienta. Real que agujerea el campo de lo simbólico y saca a luz un resto que nunca podrá recubrir el campo de la significación y el sentido. Pero la clínica impone, a su vez, un abordaje de un real cuyas manifestaciones "enigmáticas" no cesan de escribirse. Estas manifestaciones las abordaremos por la doble vertiente de la prueba de un real fuera de sentido:  síntoma y  afectos enigmáticos. Haciendo hincapié en la angustia y sus consecuencias en la dirección de la cura en su inicio, desarrollo y fin.


* Lunes 10 de Noviembre - 19.00 hs.

ACTIVIDAD DE ESCUELA  
¿Por qué la Escuela se presenta como una experiencia "original”?

A cargo de RITHÉE CEVASCO

La idea de este espacio es replantear, una y otra vez, en qué la experiencia de la Escuela puede ser calificada como "experiencia original".
La necesidad de su verificación en los dispositivos que permiten constatar  tal originalidad respecto a otro tipo de asociación, grupo o institución analítica: el cartel y el pase.
La originalidad de la Escuela no deja de estar acompañada de un intento de sostenerse en lazos que intentan contornear el empuje a la asociación por identificación al estilo de la "masa" freudiana.
¿Qué otro tipo de identificación puede sostener un "hacer común" que se conjugue  con la singularidad del “uno por uno”?
Lo cual nos llevará a un examen de aquello que Lacan propuso muy tempranamente como una reflexión sobre la lógica colectiva.


Lugar

Hotel Catalinas Park – Av. Soldati 380 – S. M. Tucumán
  
INFORMES E INSCRIPCIÓN:

Por mail: info@epfcl-tucuman-salta.com.ar  | Tel. (0381) 3077497 – Cel. 3814189303
www.epfcl-tucuman-salta.com.ar
   
Rithée Cevasco.
Psicoanalista, ejerce en París, Barcelona y Buenos Aires. Lic. En Sociología (UBA).
Miembro Asociado e Investigadora hasta 2006 del Laboratoire de Psichanalyse et Pratiques Sociales
CNRS, Universités de Paris VII et Amiens
AME (Analista Miembro) de la Escuela de Psicoanálisis de los Foros del Campo Lacaniano.
Miembro del Forum Psicoanalitic de Barcelona.
Miembro del Colegio de Representantes de la EPFCL – España 2010-2012.
Miembro fundador de P&S (Centro de Investigaciones Psicoanálisis y Sociedad).
Miembro fundador de la Editorial S&P.
Enseña el Psicoanálisis en España, Francia, Estados Unidos y Argentina.
Autora de numerosas publicaciones sobre teoría y clínica psicoanalítica.
Autora del libro: La discordancia de los sexos, Ed. S&P (2010).
Co-autora del libro: Ser-para-el-sexo: Diálogo entre Filosofía y Psicoanálisis, Ed. S&P (2013).
Co-autora del libro: Analizando el cuerpo: La vigencia política del Psicoanálisis, Ed. S&P (2013).

martes, 4 de noviembre de 2014

AA.VV. "Usos del síntoma". Posiciones del sujeto en el deseo" (Letra Viva, 2014)



El psicoanálisis no aborda el síntoma como simple manifestación de un padecimiento que debe ser eliminado. Elegimos la expresión "usos del síntoma" para designar la función central que adquiere dicha variable tanto en la constitución subjetiva como en la experiencia analítica propiamente dicha.
En este sentido, hablar de "usos del síntoma" es algo más que designar una herramienta de la cual el analista puede hacer un uso circunstancial. De manera mucho más amplia y profunda, involucra una consideración del psicoanálisis que no puede desentenderse ni de los dispositivos que estructuran la lógica de su experiencia ni de la dimensión ética que sustenta su puesta en marcha, su sostenimiento y sus consecuencias en el nivel del deseo. 
El recorrido de este libro toma como referencia principal la última etapa de la enseñanza de Lacan, aquella donde el síntoma pasa a ser considerado un hecho necesario y una manera singular de gozar del inconsciente. Desde allí toman perspectiva y se ordena el conjunto de los capítulos y de las referencias que están presentes tanto en Freud como en Lacan. De este modo, el examen de la lógica del caso clínico, del desarrollo de los conceptos de inconsciente y transferencia, y la delimitación del acto y la posición analítica, permiten plantearnos la pregunta por el "conocimiento" y el "saber-hacer" con esa parte ineludible del ser del sujeto que es "su síntoma".

 Marcelo Mazzuca


lunes, 3 de noviembre de 2014

Ya están las fechas de las reuniones informativas para el ciclo 2015, del Colegio Clínico del Río de la Plata.



Sumate!
Es mucho más que un posgrado...

Entrevista a Rithée Cevasco acerca de las "Realidades sexuales en la actualidad". Entrevistadora: Gladys Mattalía





Esta entrevista es preparatoria a las actividades sobre LAS REALIDADES SEXUALES EN LA ACTUALIDAD, que tendrán lugar en la ciudad de Tucumán – Argentina del 5 al 10 de noviembre del cte. año en el Hotel Catalinas Park. 

GLADYS MATTALIA: ¿Cuáles son los aportes de Freud, y luego de Lacan, al conocimiento de la sexualidad humana?

RITHÉE CEVASCO: Ante todo, y contrariamente a  lo que induce a pensar cierta vulgarización del psicoanálisis, el psicoanálisis no es un pansexualismo que daría un sentido sexual a todo los que nos concierne ¡Muy por el contrario! El primer aporte de Freud es poner el acento sobre el hecho de que algo "falla" en la sexualidad.Esa falla no se refiere a los disfuncionamientos que pueden presentarse en el acto sexual: impotencia, frigidez y otras dificultades. Para el ser humano, esa "falla" es primordial. Algo en la sexualidad hace que haya siempre una hiancia entre el goce esperado y el goce obtenido. Pero, y ante todo -y es el aporte principal del psicoanálisis- nada más lejos de una "naturalidad" en la sexualidad. Nada nos determina “naturalmente” en la orientación de los objetos de nuestra satisfacción sexual. Nada orienta "naturalmente" al hombre hacia la mujer y viceversa. 
La necesariedad de la copula heterosexual en la reproducción de la especie está hoy puesta en cuestión ya que los avances de la ciencia han permitido disociar: reproducción y sexualidad. 
Tampoco nos proporcionan las leyes de lo que determina el encuentro sexuado, hetero u homosexual. 
Las elecciones sexuales son el resultado de un  largo proceso singular. Las "elecciones de sexo" responden a una lógica no predeterminada, tanto las de sus identificaciones como hombre o mujer, como las orientaciones hacia el otro o el mismo sexo. 
Toda teoría de la "naturalizacion" del acto sexual se sostiene en una reducción de la sexualidad a la necesidad de la reproducción de la especie y en una promoción de "normas sexuales" alejadas de la experiencia y de los avatares de la sexualidad que pasa no por la naturaleza sino por los desfiladeros de los significantes.
Lacan -el psicoanalista francés que se sitúa en la continuidad de Freud y  avanza en cuanto a la formalización de su pensamiento e inaugura nuevas aproximaciones en lo que concierne a la sexualidad femenina- condensara en una suerte de fórmula axiomática esta condición de la sexualidad humana: "No hay relación/proporción sexual que pueda escribirse”, entiéndase que no hay determinismo alguno que  programe el encuentro entre los hombres y las mujeres. 
Mas que la construcción de un saber positivo sobre lo que es la sexualidad -en el cual se autorizaran los sexólogos-, el psicoanálisis considera que lo importante es que, para cada una y  cada uno, hay una elección que es absolutamente singular que nos conduce a afirmar la idea de una "elección del sexo".  
Toda resolución de la sexualidades siempre de orden sintomático, una respuesta singular por la ausencia de una ley que ordene el encuentro sexual. 
Nada en el psicoanálisis conduce  a orientar su práctica por las normas establecidas. Cada sociedad, cada época, establece un reparto entre lo permitido y lo prohibido, lo normal y lo patológico que presenta una gran variedad a lo largo de la historia. 
Si el psicoanálisis es portador de un capital subversivo no lo es porque promovería un cambio a las ideologías tradicionales de la imposición de la norma heterosexual. Ni tampoco induce a una ideología  de la liberación sexual, sostenida en la creencia de que bastaría suprimir las coacciones sociales sobre la sexualidad para gozar libremente y sin trabas. La subversión freudiana de la experiencia analítica comprueba que toda elección sexual, que las vías para la satisfacción sexual, son el resultado de un largo proceso, en el cual no dejan de tener una importancia fundamental las primeras experiencias de la sexualidad infantil, los encuentros contingentes, y frecuentemente traumáticos con las primeras experiencias sexuales y los mecanismos de represión que ello genera. 
Un psicoanálisis ofrece la ocasión de trazar el recorrido de lo que en la historia de un sujeto han determinado sus elecciones sintomáticas, y más allá de toda orientación normativa, abrir el espacio de la libertad de consentir, modificar dichas elecciones, de "saber hacer" con ellas con la ganancia terapéutica de una reducción del sufrimiento que ocasionan y han ocasionado. 
La "maldición" del sexo, no es una condena al sufrimiento. Es el hecho de que "no existe relación/ proporción sexual" y supone la apertura a uncampo de innovaciones y creaciones, tanto de las soluciones sintomáticas de cada uno como de la producciones de la cultura. 
El aporte del psicoanálisis a la sexualidad,lo resumiría entonces del siguiente modo: sobre el trasfondo de una negatividad, la apertura de un amplio campo de posibilidades pudiendo cada sujeto hacerse responsable de sus elecciones y así reducir el peso de las imposiciones del discurso dominante en materia de ordenamientos de la sexualidad; para nosotros, regido aún, por la imposición aunque ya cuestionada, de la norma heterosexual y la dominación masculina.

G. M.:Qué opina Ud. de la tan mentada "declinación de la función del padre".

R. C.:Bueno, es  este un tema delicado ya  que la invocación del "declive de la figura paterna" no debe confundirse con el declive de la función del Nombre del Padre. Este declive de la figura paterna  se ha transformado en doxa y debe ser, a mi entender, revisada. 
Un psicoanalista, Marcos Zafiropoulos  en su escrito sobre Lacan y las Ciencias Sociales (hay versión en castellano) ha examinado muy de cerca esta tesis enunciada por Lacan en 1938. Tesis muy temprana a lo que viene después y que se conocecomo el "retorno a Freud". 
En cierta medida, podemos afirmar que es una tesis del Lacan pre-freudiano. Lacan se inspiró para formularla en los trabajos del sociólogo Dukheim y de la ley de la evolución de la estructura de la familia: la "contracción familiar" que reduce la familia a la pareja conyugal. En todo caso es preciso recontextualizar este diagnóstico del "declive del padre" que supone todo un recorrido: la ruina del padre de la familia como algo verificado y siendo además el resorte esencial de la invención del psicoanálisis, aquello que habría orientado el deseo de Freud hacia una revalorización simbólica  del padre, y ,con Lacan, en la época de su "retorno a Freud" a una reelaboración de la función simbólica del padre con la designación del significante “Nombre-del-Padre”. Ello supone pues ya un recorrido desde la idea del "declive" en tanto función imaginaria del padre a su emplazamiento como función simbólica. Función simbólica que a la vez puede haber dado lugar a instaurar ese significante como sostén de un orden simbólico trascendental que ha conducido -y conduce- a muchos psicoanalistas, e incluso psicoanalistas lacanianos- a evaluar ese orden simbólico organizado en torno al Nombre-del-padre, como garantía de toda "normalidad".
Es frecuente hoy en día achacar a ese "declive" la razón de nuestra  decadencia occidental, con el  consiguiente  advenimiento del imperio materno, la proliferación de los llamados estados límites como síntomas de la actualidad: patologías narcisistas, toxicomanías, anorexia, bulimia, depresiones, suicidios, perturbaciones psicosomáticas… Un conjunto de patologías que reemplazarían a las perturbaciones clásicas de la sexualidad. 
Desde el lado de la sociología G. Lipovetsky -por solo citar a un autor que me parece bien conocido- pone el acento sobre el desinvestimiento generalizado de las instituciones, entre ellas la familia. Sin embargo la familia parece tener aún muchos añospor delante. 
Por otra parte, asistimos a un recrudecimiento de discursos donde emerge una figura del padre aún mas funesta,tanto en los fundamentalismos religiosos como en los frentes de guerra de finales del siglo XX e inicio del siglo XXI.
Emergencia además, de la contracara de la función del padre  pacificadora...reverso de la medalla del recurso al padre.  Lacan anunciaba en Televisión "el retorno del pasado funesto (del padre)". 
El problema es que la reconducción sin más de este diagnóstico del "declive del padre" es generalmente portador de una nostalgia del "padre según la tradición" que no deja de oponer una resistencia -a mi entender no legítima desde el psicoanálisis- a los nuevos ordenamientos de la sexualidad y a las nuevas formas de configuración de la familia.  Versión, digamos familialista del psicoanálisis ... ¡Todo un tema sin duda!
En todo caso, lo que es seguro es que desde una orientación lacaniana nada induce a esta revalorizacion y nostalgia de la figura paterna y de la familia tradicional como vía de reparación de los malestares a los que nos confronta la sociedad actual. 
Para Freud existía una asociación entre cierta estructura familiar y las condiciones edípicas de la estructuración del sujeto. Si bien Lacan reconoce la fecundidad del Edipo,  también delimita su relatividad y sus límites.  
Puede haber "declive" de cierta figura tradicional del padre, sin que eso nos precipite ni en una perversión generalizada, ni tampoco, como algunos analistas lo conciben, en una suerte de psicotización de la sociedad. 
Multiplicación de las figuras del padre, por un lado, mejor precisión de sus funciones, por el otro, Lacan no dejaráde volver sobre la cuestión del padre que, sin duda, es fundamental en la formación del sujeto y en las diversas configuraciones de sus síntomas.  

G. M.: Qué respuestas puede dar el psicoanálisis a las nuevas formas del parentesco y si podemos afirmar que la familia estaría amenazada con las actuales configuraciones familiares: monoparentalidad, homoparentalidad, coparentalidad. 

R. C.: Esta interrogación se articula con la anterior. No cabe duda que asistimos,digamos para situarnos un poco históricamente desde los años 7O, por la incidencia social tanto del deseo femenino como del deseo homosexual a modificaciones de la estructura familiar. Esas nuevas formas que usted menciona, monoparentalidad, homoparentalidad, coparentalidad. Nada prueba que ellas anuncien la desaparición de la familia organizada en torno a la pareja heterosexual. 
Las nuevas formas no afectan para nada a la orientaciónde la práctica analítica. Sólo le queda la psicoanálisis tomar acta de estas modificaciones. De ningún modo autorizarse, en nombre del psicoanálisis, a oponerse a estas modificaciones, como suele suceder y ha sucedido muy claramente en Francia, donde diversos psicoanalistas, incluso psicoanalistaslacanianos, intervinieron en el debate público en contra por ejemplo de la homoparentalidad anticipando un diagnóstico catastrófico para los hijos criados en dichos contextos de homoparentalidad, previsión no sustentada en clínica alguna que justificara sus propósitos. 
Que habrá nuevas formas de respuestas sintomáticas ante estas nuevas configuraciones, es posible y quizás previsible, pero nada nos autoriza a estas previsiones catastróficas. Como en cada época, cada uno y cada una responderá con una respuesta singular al malestar genérico de la condición humana así como a los malestares generados en tal o cual configuración histórica coyuntural y tal o cual configuración que acoge su llegada al mundo.  
Que se haya abierto, para nuestra cultura, la posibilidad de disociar reproducción de la especie y sexualidad, es sin duda algo totalmente novedoso, y de efectos insospechados. Pero siguen abiertas las potencialidades de invención de los síntomas como respuestas a estas nuevas posibilidades. 
Lo único que finalmente desde el psicoanálisis puede preocuparnos son las condiciones de deshumanización promovidas a partir de las formas extremas del capitalismo neoliberal, que impone la mercantilización de todo objeto del deseo, niños incluidos. emplazando  al nuevo ser viviente por venir dentro del cálculo de la rentabilidad mercantil. Lacan anunciaba que el discurso capitalista dominante nada quería saber de las cosas del amor, vale decir de todo aquello que constituye, por otra parte, una dimensión fundamental de nuestra humanización y que escapa a todo cálculo en términos de rentabilidad. Dimensión del amor anudada al goce sexual por la cual se mantiene la relación con la alteridad que se opone a la tendencia homogeneizante del sujeto en tanto sujeto del consumo.  
El único riesgo, y que no es menor, que corremos es la extensión sin limite de esta mercantilización extendiéndose hasta el campo más íntimo de nuestras elecciones y ello no es solo una preocupación para nosotros en tanto psicoanalistas, es una preocupación de todos y todas en tanto ciudadanos.  El riesgo no se sitúa en las modificaciones de las configuraciones familiares que, muy por el contrario, son el resultado de la importancia que han adquirido en nuestras culturas la incidencia de los  deseos femeninos y del deseo homosexual  -antes negados o excluidos- que están en el origen de las nuevas configuraciones familiares. Nada indica por otra parte que esto sea una amenaza para las soluciones mas clásicas y tradicionales de la estructura familiar. Pero es este un terreno que queda abierto y no podemos anticipar diagnóstico alguno del porvenir… El psicoanalista, familia tradicional o no, siempre tendrá que atender y prestar su escucha a la singularidad con el que cada sujeto ha resuelto e intenta resolver con sus síntomas, sus invenciones y creaciones las dificultades con que nos confrontamos para afrontar como se dice sencillamente "las cosas de la vida", el real al que nos confronta la muerte y la sexualidad.

A continuación, el programa completo de las actividades de Rithée Cevasco en la ciudad de San Miguel de Tucumán, Argentina.


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