Título original: On transference.
martes, 31 de mayo de 2011
Donald Winnicott. "Variedades clínicas de la transferencia" (1956)
Título original: On transference.
lunes, 30 de mayo de 2011
Michel Pastoureau. "Noir. Histoire d'une coleur" (Seuil-Points, 2011)
Color de las tinieblas, de la muerte y del infierno, el negro no ha sido siempre un color negativo. A lo largo de su larga historia, también fue asociado a la fertilidad, a la dignidad, a la autoridad... Y luego de algunos decenios encarnó la elegancia y la modernidad.
UNLP - Jornada de Victimología - 11 de junio de 2011
Esperamos contar con su presencia.
Cordialmente,
domingo, 29 de mayo de 2011
El video del domingo. Nacho Vegas. "La gran broma final"
El gran Nacho ha vuelto, coño!
Dedicado a los que se están bancando la gran broma final en España...
sábado, 28 de mayo de 2011
AA.VV. "La intimidad (un problema del psicoanálisis)". Psicolibro ediciones, 2011
viernes, 27 de mayo de 2011
jueves, 26 de mayo de 2011
miércoles, 25 de mayo de 2011
Marta Goldenberg. "Eso que es más fuerte que yo. Escritos de psicoanálisis de la orientación lacaniana" (Grama, 2011)
"…el psicoanálisis, en la vía de Freud y de Lacan, enseña que ese núcleo, hecho de padecimiento pero también de goce, es el carozo del síntoma que aqueja a todo ser hablante. Así, no hay –estrictamente hablando– sujeto sin síntoma. Dicho de otro modo, no existe un sujeto totalmente transparente a sí mismo (ideal de la conciencia de sí autorreflexiva) que carezca de esa opacidad inherente al ser hablante que llamamos síntoma. En esta línea (…), este libro de Marta Goldenberg reúne veinte artículos que, desde diversos ángulos y acentos, se orientan a partir de la instancia central del síntoma. Como ella misma lo señala: ‘¿Cuál sería nuestra brújula sino el síntoma? El síntoma es lo que permanece, el sentido varía’. (…)Pero además, en estas páginas también se sugiere que en dicho giro, se produjo algo que muestra cómo –a diferencia del escorpión de la fábula que no puede dejar de comportarse según su naturaleza, como si no tuviera elección- para un ser hablante que apueste decididamente a la aventura que es un psicoanálisis es posible llegar a tener con "eso que es mas fuerte que yo" otro tipo de lazo. Un lazo esclarecido con el síntoma a partir de –la misma autora lo dice– lograr alterar el funcionamiento sintomático, separando al sujeto de la satisfacción que va hacia lo peor y haciendo perder –vía el deseo– la cresta de goce mortificante del síntoma para poder hacer de la vida algo más vivible. Y eso, de lo cual Marta Goldenberg –de manera sutil, austera y no por eso menos conmovedora– da cuenta en el último texto de esta recopilación, es precisamente del orden de una elección, una elección por la vida".
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martes, 24 de mayo de 2011
Michelle Perrot. "Historia de las alcobas" (Siruela, 2011)
Este ensayo, que da comienzo de una forma majestuosa en la cámara de Luis XIV, nos lleva desde la Antigüedad a nuestros días y desde la habitación de los niños o de las jovencitas hasta la angosta realidad de las celdas, pasando por el dormitorio de una dama, el harén oriental, la alcoba de una doncella o el pequeño salón de recibir de la cortesana más refinada...
Por sus páginas fluyen sutilmente la mística (y a veces el erotismo) de los conventos para muchachas, el imaginario de los cuentos infantiles y sus maravillosas camas con dosel, el exquisito trastorno de los sentidos al entrar en una alcoba con el ser amado...
lunes, 23 de mayo de 2011
Alicia Lowenstein. "Controversias acerca de la fobia" (Letra Viva, 2011)
domingo, 22 de mayo de 2011
sábado, 21 de mayo de 2011
Daniel Paola. "Inconsciente, sentido y forclusión" (Letra Viva, 2011)
viernes, 20 de mayo de 2011
Norberto Rabinovich. "El inconsciente lacaniano" (Letra Viva, 2011)
jueves, 19 de mayo de 2011
Charles Melman. "Problemas planteados al psicoanálisis" (Paidós, 2011)
miércoles, 18 de mayo de 2011
Jacques-Alain Miller y otros. "Cuando el Otro es malo..." (Paidós, 2011)
martes, 17 de mayo de 2011
Jean Allouch. "El amor Lacan" (El cuenco de Plata-Ediciones Literales, 2011)
lunes, 16 de mayo de 2011
domingo, 15 de mayo de 2011
sábado, 14 de mayo de 2011
viernes, 13 de mayo de 2011
jueves, 12 de mayo de 2011
Seminario XX, "Aún / Otra vez". Clase del 10 de abril de 1973 completa en versión de Ricardo Rodríguez Ponte
miércoles, 11 de mayo de 2011
MI hallazo de la Feria del Libro. VICTOR KLEMPERER. "LTI. La lengua del Tercer Reich. Apuntes de un filólogo" (Ed. Minúscula, Barcelona)
martes, 10 de mayo de 2011
Jacques Derrida. "La bestia y el soberano", Volumen II (2002-2003). Ed. Manantial
Seminario La bestia y el soberano
Volumen II (2002 · 2003)
Edición establecida por Michel Lisse, Marie-Louise Mallet y Ginette Michaud
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Traductores: Cristina De Peretti y Delmiro Rocha | Colección Bordes
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Como se sabe, Jacques Derrida dedicó una gran parte de su vida a la enseñanza: en la Sorbona en primer lugar, después, durante unos veinte años, en la École normale supérieure de la calle Ulm y, finalmente, desde 1984 hasta su muerte, en la École des hautes études en sciences sociales, así como en distintas universidades en el mundo entero (en Estados Unidos con regularidad). A partir de 1991, en la EHSS, con el título general «Cuestiones de responsabilidad», abordó sucesivamente las cuestiones del secreto, del testimonio, de la hostilidad y la hospitalidad, del perjurio y del perdón, de la pena de muerte. Finalmente, de 2001 a 2003, impartió lo que debía ser no la conclusión pero sí la última etapa de este seminario, con el título «La bestia y el soberano».
En 2002-2003, Jacques Derrida proseguía sus investigaciones de los años anteriores en torno a la soberanía del Estado-nación así como de su fundamento onto-teológico-político, ingente reflexión referida en adelante a las grandes cuestiones de la vida animal ―la del hombre «animal político», decía Aristóteles, y la de las «bestias»― y del tratamiento, del sometimiento de la bestia por el «hombre».
Este trabajo encontró su punto de inflexión, el año siguiente, en una paciente lectura de dos textos que él mismo califica de ser «tan heterogéneos como es posible»: la obra de ficción de Daniel Defoe,Robinson Crusoe, por un lado, y el seminario impartido por Martin Heidegger en 1929-1930 (Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo-finitud-soledad) por el otro. Jacques Derrida describía en estos términos, en el Annuaire de l’EHESS 2002-2003, las principales líneas de fuerza de la reflexión que así emprendió:
Estas lecturas, tan pronto cruzadas, tan pronto paralelas, apuntaban a un núcleo común: la historia (especialmente la historia política del concepto de soberanía e inclusive, de un modo inseparable, la del hombre sobre el animal) en la Inglaterra precolonial de Defoe (con su trasfondo religioso estudiado enRobinson Crusoe) y a través de las numerosas, distintas y apasionantes lecturas de Robinson Crusoea lo largo de los siglos (Rousseau sobre todo, Kant, Marx y numerosos economistas políticos del siglo xix, pero también Joyce, V. Woolf, Lacan, Deleuze, etc.) y en la Alemania moderna de Heidegger (el comienzo de los años 1930).
Estos dos libros son asimismo libros sobre la soledad, sobre el presunto «estado de naturaleza», sobre la historia del concepto de Naturaleza (sobre todo en Heidegger) del que hemos comenzado a seguir el léxico tan esencial (con frecuencia asociado al de physis), tan poco puesto en evidencia y tan poco traducible de Walten (Gewalt, Umgewalt, Übergewaltigkeit, etc.) que inundará los textos de Heidegger a partir de 1935 y que designa una fuerza o una violencia archioriginarias, de «soberanía» ―como a veces se traduce― más allá de la ontoteología, es decir, de lo filosófico-político como tal.
lunes, 9 de mayo de 2011
Alberto Manguel. "Conversaciones con un amigo" (Ed. La Compañía, 2011)
Traducción de Pedro B. Rey
En 1948, cuando se anunció la proclamación del Estado de Israel, Perón quiso que Argentina nombrase a un embajador antes que ningún otro país. Alberto Manguel acababa de nacer y eligieron para el cargo a su padre, que viajó a Tel Aviv con toda la familia. Quizá haya sido un signo de lo que vendría después, una vida llena de prodigios.
Manguel no aprendió castellano hasta que volvió a Buenos Aires, a los siete años; antes, casi no tenía forma de comunicarse con sus padres. A los quince, consiguió trabajo en una librería de la que era cliente Borges, para quien se desempeñó como lector (“estaba allí para prestarle mis ojos”). En sus primeros viajes por el mundo, conoció a Roland Barthes y Severo Sarduy y hasta le vendió un cinturón a Mick Jagger. En 1971, ganó el Premio La Nación, volvió otra vez a Argentina y fue testigo de un juicio a “subversivos” durante la dictadura de Lanusse. Luego de vivir en Italia, Francia, Inglaterra y Tahití, pasó diez años en Canadá, donde se nacionalizó. Ya había cumplido cuarenta años cuando publicó su primera novela, Noticias del extranjero, que Marcello Mastroianni fantaseó con llevar al cine. Hoy vive en Francia, en un antiguo presbiterio que encontró a la venta por casualidad.
Éstas son sólo algunas de las experiencias que Manguel, con la encantadora gracia y la aguda erudición que lo caracterizan, le cuenta al editor Claude Rouquet en Conversaciones con un amigo, libro publicado en francés y nunca traducido hasta ahora al castellano. Casi podría definirse como una autobiografía en la que el autor da sus opiniones sobre la infancia, la política, el racismo, la religión, la muerte, el arte contemporáneo. La literatura aparece en todo momento y se confunde con la propia vida. Así van mezclándose los nombres de San Agustín, Borges, Condoleezza Rice, Umberto Eco, Videla, Sophie Calle, Katherine Mansfield y Sarkozy.
“En realidad, la literatura es un lugar tan concreto como la pieza en la que estamos”, dice. No por nada George Steiner lo presentó como “un don Juan de las bibliotecas” y Bernard Pívot aseguró que “Alberto Manguel es un hombre-libro”.
Alberto Manguel nació en Buenos Aires en 1948. Se ha desempeñado como traductor, editor, antólogo, crítico y escritor. Desde la Guía de lugares imaginarios que armó con Gianni Guadalupi hasta su última novela, pasando por Una historia de la lectura y la antología Aguas negras, todos sus trabajos han recibido elogios en el mundo entero. Suele destacarse su capacidad para conjugar una asombrosa erudición con un estilo franco y ameno.
domingo, 8 de mayo de 2011
sábado, 7 de mayo de 2011
viernes, 6 de mayo de 2011
PABLO PEUSNER. "El infierno de Dante, Lacan y algunos otros..."
... este término del eterno amor es colocado por Dante
expresamente a las puertas del Infierno.
Jacques Lacan
En más de una ocasión, Jacques Lacan se mostró conocedor de la obra cumbre de Dante Alighieri y no dudó en utilizar La Divina Comedia[1] como una referencia válida para apoyar algunas de sus afirmaciones. Como en muchos otros casos, Lacan se dirigía en sus intervenciones y escritos a un lector que consideraba modelo, incluso ideal, suponiéndolo a veces conocedor de las más importantes obras de la cultura pero también capaz de rastrear otras fuentes tal vez menos conocidas, pero que lograron enorme notoriedad a partir de su inclusión en el órganon lacaniano.
La construcción fantástico-científica del universo que sirve como marco al viaje de ultratumba más célebre de la literatura universal ha sido objeto de diversos esclarecimientos y comentarios a lo largo de la historia de las letras y la cultura[2]. Uno de los últimos emprendimientos al respecto ha sido puesto en marcha por un astrofísico argentino: Alejandro Gangui y su Poética astronómica. El cosmos de Dante Alighieri, publicado en el año 2008 por el Fondo de Cultura Económica.
Gangui plantea que el cosmos de La Divina Comedia representa un modelo aristotélico simplificado, en donde la Tierra permanecía quieta en el centro del universo y los astros eran transportados por esferas materiales cristalinas y transparentes. Para apoyar su tesis del valor cosmológico de la obra, Gangui presenta algunos de los más de cien pasajes que en La Divina Comedia están relacionados con la astronomía –así como destaca que cada canto que lo compone concluye con la palabra “estrellas”–. En su libro, el autor argentino no es ingenuo: sabe bien que se trata de una obra de ficción, aunque su trabajo consiste en relevar las marcas de las diversas influencias recibidas del estado de la teoría cosmológica de la época: la física aristotélica y la astronomía ptolemaica. La disposición de los diversos círculos que componen el cosmos de Dante es motivo de ordenamiento y reflexión a lo largo de sus páginas, tanto como los supuestos físico-matemáticos (en ocasiones sorprendentes) que le dan formato. Además, Gangui se detiene en los versos 19 al 30 del canto I, donde según nos dice, podría haber una alusión a nuestra Cruz del Sur: la hipótesis es plausible y en el libro se analizan diversas posibilidades por las que Dante podría haber tomado conocimiento de dicha constelación, aunque siempre en forma indirecta. El libro es ágil y sus ilustraciones facilitan la comprensión de los modelos espaciales que están en juego en el análisis.
En este punto, quisiera volver a una afirmación de Lacan que siempre me resultó curiosa: “en Dante es evidente que nadie se interesa más que en el infierno”[3]. ¿Será cierto? La construcción del infierno realizada por Dante fue por demás efectiva, puesto que introdujo un adjetivo en la lengua compartida: dantesco. Ahora bien, ese infierno puede ser leído al menos de dos maneras: siguiendo la organización y distribución de las almas allí arrojadas (muchas con nombre y apellido) en función de los pecados cometidos y su padecimiento, o situando la lógica físico-matemática que le da su estructura...
En todo caso, el siguiente autor al que nos referiremos cumple estrictamente con la idea de Lacan: solo le interesa el infierno de Dante y, más precisamente, su estructura cosmológica de corte físico-matemático. El texto lleva por título original Dos lecciones ante la Academia Florentina acerca de la forma, la ubicación y el tamaño del infierno de Dante, y fue leído hacia finales de 1587 por un joven matemático de veinticuatro años, aún sin licenciatura, llamado Galileo di Vincenzo di Michelangelo di Giovanni di Bonaiuto Galilei. Sí, estimado lector: Galileo dictó dos lecciones sobre el infierno de Dante y las mismas –consideradas perdidas– cayeron por casualidad en manos de Ottavio Gigli en 1850 (¡tres siglos después!), mientras examinaba manuscritos originales en una biblioteca pública de Florencia. La editorial argentina La Compañía acaba de publicar esas lecciones con el título de Dos lecciones infernales, con impecable traducción y posfacio de Matías Alinovi e introducidas por un elegante texto de Riccardo Pratesi. Chapeu!
No hay manera de reseñar la obra, porque hay que leerla, es sensacional. Galileo utiliza dos principios para organizar su lectura: el de las proporciones y el notorio número pi griego presentado bajo la forma de la fracción 22/7 (siguiendo la propuesta de Arquímedes en el siglo III AC). Otra vez, los libros dialogan entre sí, tejiendo un puente que une autores muy lejanos en el tiempo, demostrando que los asuntos tratados por los mismos pueden actualizarse y que, nuevamente, liber enim, librum aperit...
[1] Se desconoce la fecha exacta en que La Divina Comedia fue escrita aunque las opiniones más reconocidas aseguran que el Infierno pudo ser compuesto entre 1304 y 1307 ó 1308; el Purgatorio entre 1307 ó 1308 a 1313 ó 1314 y por último, el Paraíso de 1313 ó 1314 a 1321, fecha del fallecimiento del poeta.
[2] Entre los clásicos podemos citar los trabajos de Antonio Manetti (1506), Galileo Galilei (1587) –al que volveremos más tarde– y Alessandro Vellutello (1544): tanto Manetti como Vellutello incluyeron sus lecturas –que además estaban en franca oposición– como notas o anexos en diversas ediciones de La Divina Comedia. Entre los contemporáneos, tal vez uno de los más citados sea el estudio de J. Dauphiné, Le cosmos de Dante, Les belles lettres, Paris, 1984.
[3] Lacan, Jacques. “Respuesta de Jacques Lacan a una pregunta de Marcel Ritter (26 de enero de 1975)”, en Suplemento a las Notas Nº1, EFBA, 1980.
jueves, 5 de mayo de 2011
Luciano Lutereau. "Los santos varones" (Factotum ediciones, 2011)
Texto de Contratapa
Claude Jaeglé. "Retrato silencioso de Jacques Lacan" (Nueva Visión, 2011)
miércoles, 4 de mayo de 2011
Referencias lacanianas. Margaret Little. "La respuesta total del analista a las necesidades de su paciente"
Lacan comentó un articulo de Margaret Little, no en el "segundo año" de su seminario, sino en el primero ("Los escritos técnicos de Freud"), más precisamente, en la sesión del 27 de enero de 1954, aunque en dicha ocasión la "confundió" con Annie Reich.
martes, 3 de mayo de 2011
Héctor López. "Lo fundamental de Heidegger en Lacan" (Letra Viva-colección Filosofía y Psicoanálisis, 2011) Segunda edición, corregida y aumentada.
Lacan descubrió tempranamente a Heidegger como herramienta de su retorno a Freud, pero la amoldó a las necesidades del trabajo sobre su objeto, que no era el “ser-ahí” heideggeriano sino el inconsciente en su estructura y en su práctica. No tantas veces Lacan habla de Heidegger, pero es suficiente una mínima agudeza para percibir hasta qué punto las ideas fundamentales del filósofo, “de los únicos hombres de la verdad que nos quedan”, operan íntimamente amalgamadas en el trasfondo de su pensamiento.