miércoles, 30 de mayo de 2018

Massimo Recalcati. "Las manos de la madre". Deseo, fantasmas y herencia de lo materno (Anagrama, 2018)


¿Para qué sirven las manos de la madre? ¿Para acariciar, cuidar, acoger, según sostienen las interpretaciones canónicas, o más bien para salvar al hijo del abismo de la falta de sentido?

Después de haber analizado en libros anteriores la transformación de las figuras del padre y del hijo en nuestros días, Massimo Recalcati aborda la última pilastra de la tríada familiar. Y lo hace impelido por sus lectores y movido por su propio deseo de ser justo con las madres y reconocerles su papel, esencial e insustituible. Ahora bien, lejos de toda visión simplificadora, para Recalcati la madre es siempre una compleja figura de múltiples facetas, de la que no soslaya ni los lados luminosos ni los oscuros: la madre ángel, pero también la madre cocodrilo; la madre castradora, pero también la que sabe desprenderse de su hijo; la madre narcisista, pero también la que es capaz de guiar al hijo en la adopción simbólica de la vida. Para ello nos presenta una caleidoscópica galería de figuras maternas, extraídas de su experiencia clínica y de la actualidad, pero también de la Biblia, de libros y películas y, en última instancia, de su propia vida, presente aquí como en ninguna otra de sus obras.

Así, nos ayuda a reconocer el perfil de una madre real, no ideal, cuyos mil rostros representan en realidad uno solo, aquel en el que el hijo sabe reconocer el suyo propio. Y, sobre todo, subraya la importancia de no olvidar nunca, en contra de la interpretación patriarcal de la madre asexuada y anulada como mera ama de cría, que una madre nunca debe dejar de ser mujer, esposa y amante, y que la única base posible de una maternidad sana es la feminidad.

martes, 8 de mayo de 2018

COLOFON. Número extraordinario. Judith Miller y las bibliotecas del Campo freudiano. Abril 2018


COLOFON
Número extraordinario
Judith Miller y las bibliotecas del Campo freudiano
Abril 2018

EXTENSIÓN DEL CAMPO FREUDIANO
Antonio Di Ciaccia.Varias caras de Judith
Domenico Cosenza. Recordando a Judith
Silvia Baudini. Un acontecimiento en La Habana
Maritza Bernia. Un canto de vida
María Hortensia Cárdenas. La pasión de Judith
Graciela Brodsky. Judith M.
Fernanda Otoni-Brisset. Un tributo a la resistencia
Héctor García de Frutos. Presencia de Judith
Mauricio Tarrab. ¡Chau Judith!

MOMENTOS FUNDACIONALES
Judith Miller. Referencia a Pascal Quignard
Montserrat Puig. Judith Miller
Graciela Musachi. Nocturnos
Estatutos iniciales de la FIBCF
Hebe Tizio. Mantener el filo cortante de la verdad freudiana
Nora Pessoa Gonçalves. Lo que aprendí con Judith Miller

Primer listado de Bibliotecas de la FIBCF
Judith Miller. Sin local, pero con Biblioteca

LA ORIENTACIÓN LACANIANA
Jacques-Alain Miller. Buenos días sabiduría
Jean Bies. René Daumal y la poética india (Fragmento)
Judith Miller. Editorial Colofón N° 21 (Fragmento)
Judith Miller. Cartas a la opinión ilustrada
B.-H. Lévy y J.-A. Miller. Carta puntualización
Santiago González. Poesía en Colofón (Fragmento)
Jacques-Alain Miller. La respuesta del psicoanálisis a la TC-C (Fragmento)

HALLAZGOS
Daniel Roy. La reconquista del CF: conquista de un deseo
Sérgio Laia. La simple fuerza del deseo
Laura Sokolowsky. Judith
Ricardo D. Seldes. Descifrar el deseo de Judith
Flory Kruger. Sus ojos claros
Alejandro Velázquez. Happening Masotta

INVENCIONES
Angelina Harari. Permanecemos hombro a hombro
Adriana Testa. Nuevas Bibliotecas
Macarena Scorza y Roberto Gómez. Una nueva Biblioteca: NUBIOM
Florencia Álvarez. El invento de una Biblioteca conjunta (BOLM)
María Cristina Giraldo. Judith y la sorpresa
Margarita Álvarez. La orientación inquebrantable
Marina Frangiadaki. La voluntad de Judith Miller
José Luis Chacón. A Judith Miller: In memoriam
Anne Ganivet-Poumellec. Judith y Colofón

GUÍA DE LECTURAS
Éric Laurent. Judith, guía de lectura de Lacan
Guy Briole. La anécdota y el detalle
Beatriz E. Udenio. Practicar con el ejemplo
Ondina Machado. La Judith de los libros
Judith Miller. Se busca

INTERSECCIONES
Marcela Antelo. Judith Miller. La historia fiel de cada cosa
Jesús Ambel. Querida Judith
Luisa Futoransky. Fascinante Modotti
Cicle Psicoanalisi i Psiquiatria
Judith Miller. Agradecimiento a Serge Cottet
Portada e índice Colofón N° 29
Judith Miller. Por añadidura. Editorial Colofón N° 29 (Fragmento)
Portada e índice Colofón N° 31
Judith Miller. Editorial Colofón N° 31 (Fragmento)
Judith Miller. Delicadeza

Autores
Directorio de las Bibliotecas de la FIBOL


jueves, 3 de mayo de 2018

Hans Blumenberg. "Paradigmas para una metaforología" (Ed. Trotta, Madrid, 2018)


Considerada por algunos estudiosos como auténtico «manifiesto» del proyecto blumberguiano, Paradigmas para una metaforología es, en buena medida, un intento de responder a la pregunta ¿bajo qué presupuestos pueden tener legitimidad las metáforas en el lenguaje filosófico? Este planteamiento ya presupone un ideal filosófico, y también histórico-filosófico, signado por la conciencia metodológica cartesiana (y también husserliana), que hace de la precisión terminológico-conceptual un ideal, el ideal epistémico, y que en consecuencianiega o rebaja la legitimidad de aquellas formas de lenguaje que, por su carácter impreciso o traslaticio, no alcanzan todavía —o nunca podrán alcanzar— la nitidez intelectual de un contenido mental reducible a fórmula.
Filósofo ante todo —y pese a todo—, Blumenberg acumula conocimientos históricos, antropológicos, literarios, filológicos, astronómicos, musicales y teológicos; conocimientos que engarza con un arte secreto —y a las veces irritante— en crípticos textos nerviosos, lúcidos, tachonados de referencias sin aparente vinculación cuya unidad sólo el lector, si es que puede, está llamado a proyectar. Sin embargo, quizá no sea ninguno de estos aspectos de su actividad como estudioso lo que hoy por hoy más ha contribuido a configurar su imagen intelectual. Y para nadie es un secreto que, en cambio, sí son sus proyectos «metaforológicos», sus investigaciones sobre la(s) metáfora(s) y la función que ésta(s) desempeña(n) en la vida del espíritu las que le granjearon el respeto de sus pares.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Muy recomendado. Arthur Power. "Conversaciones con James Joyce" (Ediciones de la Universidad Diego Portales, Chile, 2016)




Este libro constituye un documento excepcional sobre James Joyce, a quien Arthur Power conoció en París poco después de la Primera Guerra Mundial, y con quien mantuvo frecuentes conversaciones cuyo contenido solía anotar de regreso a su casa. Power era por entonces un muchacho de inclinaciones románticas y fascinado por la capital francesa, a la que acababa de llegar y en la que ensayaba una vida bohemia, codeándose con artistas y escritores. Probablemente fue su común origen irlandés lo que le franqueó el trato con el educado pero distante Joyce, conocido ya como autor de libros por los Power no sentía un particular aprecio. Pese a ello, Power buscó la compañía y la amistad del escritor, a quien sacaba de su casa para dar largos paseos o acudir a fiestas y reuniones.

De la extraña pareja que formaban habría de surgir, sin embargo, el testimonio más directo y veraz que poseemos sobre las opiniones de Joyce, sobre sus lecturas, sobre su carácter. La ingenuidad y la vehemencia de Power desinhibieron las reservas de Joyce y obtuvieron de éste declaraciones a menudo insospechadas, siempre agudas, que hacen de este delicioso libro una referencia obligada para quienes se interesan tanto por la vida como por la obra de uno de los más influyentes escritores del siglo XX.

ARTHUR POWER (Guernsey, 1891 – Dublín, 1984) se crió en Irlanda y en Inglaterra, pero desde niño sintió una gran atracción por Francia. Durante la Primera Guerra Mundial combatió en el frente de Flandes, donde fue víctima de los gases venenosos. Mientras convalecía en Dublín, conoció a Paul Henry, que lo encandiló con los relatos de sus años de estudiante en París. Una vez dado de alta y licenciado, y después de un corto periplo por Italia, Power, resuelto a ser pintor, se instaló en la capital francesa y entró en contacto con artistas y escritores de todas las nacionalidades. A través del escultor estadounidense Jo Davidson, consiguió trabajo como crítico de arte para la edición parisina de The New York Herald. Se hizo amigo, entre otros, de los artistas Ossip Zadkine, Aristide Maillol y Amedeo Modigliani, y de los escritores Ernest Hemingway, Samuel Beckett y James Joyce. A este último lo conoció casualmente en una sala de fiestas a la que el escritor había acudido junto a Sylvia Beach a brindar por el éxito de su recién publicado Ulises. De ahí surgió la amistad de la que dan testimonio estas Conversaciones con James Joyce, publicadas originalmente en 1974.