"…el psicoanálisis, en la vía de Freud y de Lacan, enseña que ese núcleo, hecho de padecimiento pero también de goce, es el carozo del síntoma que aqueja a todo ser hablante. Así, no hay –estrictamente hablando– sujeto sin síntoma. Dicho de otro modo, no existe un sujeto totalmente transparente a sí mismo (ideal de la conciencia de sí autorreflexiva) que carezca de esa opacidad inherente al ser hablante que llamamos síntoma. En esta línea (…), este libro de Marta Goldenberg reúne veinte artículos que, desde diversos ángulos y acentos, se orientan a partir de la instancia central del síntoma. Como ella misma lo señala: ‘¿Cuál sería nuestra brújula sino el síntoma? El síntoma es lo que permanece, el sentido varía’. (…)Pero además, en estas páginas también se sugiere que en dicho giro, se produjo algo que muestra cómo –a diferencia del escorpión de la fábula que no puede dejar de comportarse según su naturaleza, como si no tuviera elección- para un ser hablante que apueste decididamente a la aventura que es un psicoanálisis es posible llegar a tener con "eso que es mas fuerte que yo" otro tipo de lazo. Un lazo esclarecido con el síntoma a partir de –la misma autora lo dice– lograr alterar el funcionamiento sintomático, separando al sujeto de la satisfacción que va hacia lo peor y haciendo perder –vía el deseo– la cresta de goce mortificante del síntoma para poder hacer de la vida algo más vivible. Y eso, de lo cual Marta Goldenberg –de manera sutil, austera y no por eso menos conmovedora– da cuenta en el último texto de esta recopilación, es precisamente del orden de una elección, una elección por la vida".
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