viernes, 3 de junio de 2011

PABLO PEUSNER. "Los textos que dialogan entre sí o acerca del valor de las Actas de la Sociedad Psicoanalítica de Viena".


El miércoles 13 de febrero de 1907, en la reunión de la Sociedad Psicoanalítica de Viena, la intervención central estuvo a cargo del Dr. Rudolf Reitler, quien presentó su lectura crítica de una obra de teatro de Frank Wedekind, titulada “El despertar de la primavera. Tragedia infantil” (1891) [Frühlingserwachen, Eine Kindertragödie, tal su título original]. En la reunión, además de Freud, estuvieron presentes Alfred Adler, Paul Federn, Hugo Heller, Eduard Hitschmann, Max Kahane, Otto Rank e Isidor Sadger.

Reitler (Viena, 1865-1917) se había doctorado en medicina en 1889 y comenzó su práctica clínica en la ciudad de Baden, pero desde 1901 llevó el llamado “Sistema Dr. Reitler” a la ciudad de Viena (un tratamiento parcial de aire caliente y seco). Algo más tarde se convirtió en uno de los primeros en ejercer el psicoanálisis en la misma ciudad que Freud. La obra de Wedekind había sido motivo de escándalo en la época de su estreno debido fundamentalmente a su temática referida a la sexualidad de los jóvenes, y porque además incluía escenas de masturbación y de suicidio. Según consta en las Actas de la Sociedad Psicoanalítica de Viena[i], la exposición de Reitler fue meticulosa y se desarrolló como un comentario de la obra escena por escena, matizada con sus interpretaciones. Además, la intervención produjo algunas hipótesis acerca de la posición de Wedekind ante los problemas del ateísmo y la pérdida de la autoridad parental –esta última, articulada con el momento en que los jóvenes toman conocimiento de la sexualidad de sus padres–.

Al tomar Freud la palabra, califica a la pieza de “meritoria”, si bien afirma que “no es una obra de arte, (...) es válida como documento de la historia de la civilización”[ii]. Según Freud, Wedekind alcanzó una profunda comprensión de la sexualidad, aunque sin ser consciente de ella –por eso compara su posición con la de Jensen en su Gradiva–. Además, la pieza deja traslucir una idea con la que Freud acuerda, y es que la institución escolar tiene por función apartar a los jóvenes de todo lo que sea la sexualidad. Siguen puntualizaciones acerca del carácter del amor objetal, el masoquismo y también corrige la lectura de Reitler en algunos puntos. Finalmente, aporta algunas otras articulaciones que ejemplifica con un caso propio.

Es seguramente debido a lo ocurrido en aquella sesión de 1907, que Jacques Lacan fue invitado a escribir un texto introductorio a la pieza, que acompañó el programa distribuido en el curso de las representaciones del festival de otoño de 1974. Este texto, que ha tomado valor doctrinal, probablemente sea el único que Lacan dedicara al tema de la sexualidad de los jóvenes –hoy llamados “adolescentes”–.

Ahora bien, probablemente muchos de los lectores del breve escrito lacaniano desconozcan el diálogo que puede establecerse entre los textos reseñados. Y es que los materiales que recogen las actas de la Sociedad Psicoanalítica de Viena han sido escasamente estudiados, salvo honrosas excepciones que luego destacaremos, por los psicoanalistas contemporáneos –tal vez una de las causas de dicho olvido sea que su edición argentina se hubiera agotado hace ya muchos años, sin haber sido reeditada–. ¿Existirán otros diálogos posibles entre aquellas reuniones (muy similares a las que hoy se mantienen a diario, a lo largo y ancho del globo, en diversas instituciones de corte psicoanalítico) y el corpus lacaniano? Tal vez sí, y por eso suena interesante el acceso a tales materiales, de los que a continuación, destacaremos las fuentes más accesibles.

Hemos ya citado la edición argentina de las Actas. Pero también, contamos con la edición española de Las circulares del “Comité Secreto”, publicadas en Madrid (en dos volúmenes) por la editorial Síntesis desde el año 2002. Dicha editorial también ha publicado los epistolarios de Freud con Ferenczi, Abraham y Jones; los que se suman a la correspondencia completa con Fliess publicada por la editorial Amorrortu de Buenos Aires en 1994[iii].

Seguimos con dos obras aparecidas casi simultáneamente en el año 2008. La primera de ellas está firmada por Mauro Vallejo y lleva por título “Los miércoles por la noche, alrededor de Freud” (Letra Viva, Buenos Aires). Su autor, investigador y docente de la Facultad de Psicología de la UBA, quien también se pregunta por el escaso trabajo en torno de estos temas, aborda las relaciones de los primeros miembros de la Sociedad Psicoanalítica de Viena, en un intento de elaboración de la construcción del discurso psicoanalítico. El texto es muy claro, rico y riguroso en su desarrollo; y realmente logra una puesta al día de lo que aquellos encuentros producían. No se trata en modo alguno de un libro de historia –aunque sus ribetes históricos están presentes y debidamente acreditados en la bibliografía–, sino que a lo largo de sus páginas Vallejo lee las Actas desde una perspectiva renovadora generada por su intento de inscribir el saber psicoanalítico en el contexto biopolítico de los inicios del siglo XX.

La segunda obra, publicada en inglés en Viena (también en 2008) por la Christian Brandstätter Verlag, estuvo a cargo de Andrea Bronner y lleva por título Vienna Psychoanalytic Society. The First 100 Years. Se trata de un volumen aniversario de la Sociedad, introducido por un texto de Otto Kernberg, y compuesto por una breve reseña biográfica de cada uno de los integrantes de la misma en sus primeros cien años de historia. El libro, muy bello por cierto, incluye fotografías, facsímiles de diversos documentos, dibujos, recetas y demás material de archivo surgido durante el período en cuestión. Si bien se trata más de un objeto de colección que de una obra doctrinal, contribuye con ciertos datos: el inventario completo de quienes han aportado algo a la construcción del discurso de dicha Sociedad en el período postfreudiano.

Tal vez tengamos a mano una fuente renovable de recursos que hemos descuidado, a la que podemos acceder guiados por la lectura de textos que –si bien pueden leerse como documentos históricos– sirven para sostener la consigna de reinventar el psicoanálisis...


[i] Nunberg, H. y Federn, E. (compiladores). Las reuniones de los miércoles. Actas de la Sociedad Psicoanalítica de Viena. Tomo I: 1906-1908. Nueva Visión, Bs.As., 1979, p.132 y ss.

[ii] Ibíd. p. 133.

[iii] Freud, Sigmund. Cartas a Wilhelm Flieβ, Amorrotu Editores, Bs.As., 1994. Este volumen completa la correspondencia parcial del primer tomo de la Obras Completas de Freud, publicado por la misma editorial.