"La pregunta por la causa y por el deseo indestructible dan las coordenadas de lo que se juega en cada análisis y permite acuñar, con Lacan, una expresión que puede ser tratada por su valor paradójico. Me refiero a la expresión “deseo de saber”. La misma abre las puertas de la entrada en análisis cuando se indica que el sujeto es supuesto a un saber. No hay entrada en análisis sin pasar por la pregunta dirigida al Otro y que retorna con la interpretación llamada fantasma fundamental , la cual escribe precisamente las relaciones del sujeto con el enigma del Otro. Es por el artificio de la transferencia y de la asociación libre que es posible que se sustente la pregunta y se construya su respuesta. La pregunta ¿Che voi? para que haga función deberá confrontarse con el deseo del analista. Mas que una confrontación, se trata del encuentro con la relación que no hay, y que por lo tanto inscribe las diferencias entre la dimensión del fantasma fundamental - respuesta del sujeto - y la escritura de la alteridad radical que deberá ser sustentada por el deseo del analista, en un análisis. En ese “encuentro’ es posible llevar la demanda a “los límites del ser”. La operación del deseo del analista permite que el analizante haga la experiencia del saber sobre el ¿Che voi?, esto es, sobre el deseo del Otro. Es lo que debe causar cada análisis si el deseo del analista estuviera en función Operación y función por la cual el “deseo de saber” supuesto puede pasar a ser ‘saber que se inventa” frente al agujero. Producir el deseo de saber, no del neurótico sino de lo imposible, es eso lo que opera la función que Lacan nomina “deseo del analista” y que pone a sustentar como efecto de Escuela. Deseo que topó con lo insabido,con el destino extraviad : eso debería estar presente cada vez que hacemos Escuela."
martes, 22 de abril de 2014
Los lunes del FARP. Espacio-Escuela. SANDRA BERTA presenta "Deseo de saber - Deseo de analista: saber hacer con nuestro destino extraviado". Lunes 28/4, 21 hs.
"La pregunta por la causa y por el deseo indestructible dan las coordenadas de lo que se juega en cada análisis y permite acuñar, con Lacan, una expresión que puede ser tratada por su valor paradójico. Me refiero a la expresión “deseo de saber”. La misma abre las puertas de la entrada en análisis cuando se indica que el sujeto es supuesto a un saber. No hay entrada en análisis sin pasar por la pregunta dirigida al Otro y que retorna con la interpretación llamada fantasma fundamental , la cual escribe precisamente las relaciones del sujeto con el enigma del Otro. Es por el artificio de la transferencia y de la asociación libre que es posible que se sustente la pregunta y se construya su respuesta. La pregunta ¿Che voi? para que haga función deberá confrontarse con el deseo del analista. Mas que una confrontación, se trata del encuentro con la relación que no hay, y que por lo tanto inscribe las diferencias entre la dimensión del fantasma fundamental - respuesta del sujeto - y la escritura de la alteridad radical que deberá ser sustentada por el deseo del analista, en un análisis. En ese “encuentro’ es posible llevar la demanda a “los límites del ser”. La operación del deseo del analista permite que el analizante haga la experiencia del saber sobre el ¿Che voi?, esto es, sobre el deseo del Otro. Es lo que debe causar cada análisis si el deseo del analista estuviera en función Operación y función por la cual el “deseo de saber” supuesto puede pasar a ser ‘saber que se inventa” frente al agujero. Producir el deseo de saber, no del neurótico sino de lo imposible, es eso lo que opera la función que Lacan nomina “deseo del analista” y que pone a sustentar como efecto de Escuela. Deseo que topó con lo insabido,con el destino extraviad : eso debería estar presente cada vez que hacemos Escuela."