lunes, 21 de julio de 2014

Pierre Macherey. "Hegel o Spinoza" (Tinta Limón, 2013)



Para poder leer a Spinoza, Macherey tuvo que pasar a través de Hegel y pelear de cerca con su pensamiento, con el retrato filosófico que Hegel hizo del filósofo holandés. En este trabajo pionero y ya clásico, la perspectiva más evidente es invertida: es Spinoza quien refuta la dialéctica hegeliana. Pero -se pregunta el autor- ¿significa esto que refuta en realidad toda dialéctica? ¿No se puede decir también que lo que refuta en la dialéctica hegeliana es aquello que justamente no es dialéctico, aquello que el mismo Marx llamó su idealismo? Para la historia material del pensamiento, la expresión "toda dialéctica" está completamente desprovista de interés filosófico. La verdadera pregunta es: ¿cuál es el límite que separa una dialéctica idealista de una dialéctica materialista? ¿Bajo qué condiciones una dialéctica puede devenir materialista? Reconozcamos que Spinoza nos ayuda a plantear la siguiente pregunta, y que le otorga contenido: ¿qué es, o qué sería una dialéctica que funcione en ausencia de toda garantía, de manera absolutamente causal, sin una orientación previa que le fije desde el comienzo el principio de la negatividad absoluta, sin la promesa de que todas las contradicciones en las cuales se embarque se resuelven por derecho, porque ellas llevan en sí mismas las condiciones de su resolución?